Mis 2 grapas de Vertigo del mes (critiquita 145)

Pues nada, como ya llevo 14 meses con el tema, esto empieza a cansar. Más que nada por que es bastante repetitivo además, como veo que tampoco es que le interese a muchos lo que yo ponga, pues he optado por agrupar las critiquitas que menos me motiven y de las que menos tenga que decir. Así que, a partir de ahora y nadie sabe hasta cuando, voy a agrupar en un post las 2 grapas que hago de Vertigo que son las siguientes: "Y: el último hombre" de B. K. Vaughan y "La Cosa del Pantano" de A. Moore, ambas de Planeta DeAgostini.
Y nº4, es una cole de la que se hablaba muy bien en todos los sitios hace 2 años. Es Ci-Fi con un interesante y ambicioso argumento (todos los machos mamíferos del planeta excepto 2, han muerto por causas desconocidas). Lo que nos encontramos en ella, es al Vaughan de siempre, un tipo que se mueve muy bien en la grapa, pues sabe como llenarla y sobre todo como terminarla, que guioniza con un estilo dicharachero con un poco de humor, cuenta sus historias a un ritmo pausado por lo que tardan en arrancar y utiliza siempre el mismo esquema narrativo por lo que a la larga pierde frescura. Así, hemos tenido que "aguantar" unos números un tanto anodinos y sosotes hasta llegar a este, en el que los acontecimienos que se nos viene contando, por fin se precipitan y confluyen en el argumento principal, dejando las cosas emocionantes e interesantes para la siguiente grapa. Por su parte, Guerra sigue con su dibujo pulcro, simple y geométrico, no desagradable pero si nada interesante, solo que aquí lo ha elaborado un poco más, quizás por que se ha hecho ya con los pjs, quizás por que ya ha alcanzado mayor soltura. De todas formas, es una gran narradora. Por su parte, la colorista, antes simplona y pastelosa, también se esfuerza para dar más dimensionalidad y garra al aspecto de estas grapas estadounidenses, por lo que el aspecto de la cole ha mejorado un poco. En fin, mucha palabrería para decir que es una cole entretenida pero lenta y que estamos ante el mejor número (a mi gusto) publicado hasta ahora.

Puff! y ahora un comic de Moore. Reconozco que me pilla demasiado pronto, aún no se lo suficiente como para critiquitarle. Pero afortunadamente no es una de sus obras cumbre. Este cómic lo leí hace unos pocos años, cuando Norma lo sacó en un tomo caro en "glorioso" b&n. Como me dejó buen sabor de boca (sólo leí el primer tomo, no sé si llegó a sacar más), en cuanto el precio se ha acercado a mis posibles me he hecho con él. De La Cosa del Pantano no sé nada, para mí esta lectura esta totalmente descontextualizada, no sé lo que ha pasado antes, (que parece que mucho, a tenor de lo que resume Moore en su primer numero), ni puedo, entonces, comparar con épocas precedentes o posteriores. Lo que esta claro es que Moore dedica estos 2 números ha hacerse con la cole. Los aprovecha para imponer sus cosas a la serie, tal vez para poder creérsela y así poder escribirla. El caso es que utilizando el típico viaje definitivo de iniciación, redefine el pj de una forma genial, en parte, por que todo estaba allí, pero Moore fue el primero en verlo. En suma, tenemos un principio que rompe, en cierto modo, con lo anterior y deja todo abierto para el futuro. En este caso tenemos a un Moore preWatchmen (o quizás proto?), que aunque personalmente no creo que anuncia lo que va a ser, ya si demuestra que es un guionista brillante, con un gran talento literario, con un gusto por los argumentos complejos y profundos, con una fe y conocimiento enorme en las posibilidades del Cómic para narrar una historia y con unas preocupaciones muy diferentes a las del típico guionista estadounidense mainstream de la época (y de ahora). Así tenemos, un cómic literario, con una prosa densa y guiada por los pensamientos de uno de los protas de cada grapa, que nos lleva de la mano con una estructura narrativa compleja en la que se juega con el tiempo (especialidad de la casa) y con unos pjs bien dibujados y manejados. Así, es muy grato de leer, pero no es de lo mejor de Moore (ni falta que hace). El entintador J. Totleben es el que impone su personalidad en el dibujo. Con un entintamiento de línea muy fina y con una concepción cercana al grabado, consigue dar al dibujo el típico aspecto de "para adultos" del cómic estadounidense. En fin, un aspecto bastante ochentero, pero que sigue funcionando, como lo hace también el color plano y tosco (para hoy en día) de la época. Así, de esta forma, el aspecto consigue transmitir la idea de que este cómic es diferente y especial.

Pues eso, 2 buenos cómics que proporcionan una lectura agradable y que son una buena inversión para el futuro.