Este cómic me lo compré estas Navidades por que me enteré de que es la "mejor historia de Spiderman de todos los tiempos" (y es un pj que tiene muchísimas grapas a su espalda) y por que su guionista DeMatteis, gracias a la JLA*JLE, se ha revalorizado mucho a mis ojos. Antes de proseguir, os recuerdo que a mi Spiderman no me gusta, ni él, ni su universo, así que es alguien del que no sólo ignoro casi todo, sino que no me atrae nada.
El tomo este recoge la última historia de Kraven. Un tipo cansado de la vida, que no se quiere ir de este mundo sin recuperar su prestigio y redimir el pasado, que su familia de aristócratas rusos exiliados en EE.UU. por la revolución comunista de 1917 de Rusia, representa. Por eso, decide someter a Spiderman a un auténtico calvario psicológico.
DeMatteis es uno de los grandes, si bien claro que en un peldaño más abajo que el de los genios. Es un guionista de la vieja escuela, de esos que no concibe una viñeta muda. Su especialidad son las historias introspectivas, historias donde la psicología de los protas es mostrada con profusión de detalles. Vamos, un tipo que escribe por los codos los pensamientos de los superhéroes y cía. En suma, un guionista prolijo y denso. Paradójicamente en este cómic esta muy poco dicharachero, seguramente por culpa de Zeck. Esto naturalmente es una hipótesis, puesto que uno nunca sabe como los autores de un cómic mainstream se reparten el trabajo, pero yo creo, que DeMatteis viendo el magnífico trabajo de Zeck decidió, por única y última vez, ahorrarse muchas palabras. De todas formas, eso no nos libra de un guión introspectivo e intimista, donde el lector prácticamente sólo lee los pensamientos de los protas. Una historia compleja, simbolista, agonística. Una historia de redención entendida como la victoria sobre la némesis personal, que en este caso, es un demonio interior transferido a un ser viviente (una curiosa perversión de un principio freudiano). Una historia que trata del retorcido y cruel juego psicológico al que Kraven somete a Spiderman. Una historia bien desarrollada, con un ritmo muy ágil y prosa seca y vigorosa que recuerda a Miller.
Zeck en este cómic despliega un arte cruce del de J. Buscema y el de Romita sr. Un excelente dominio de la anatomía en un dibujo sencillo, claro y eficaz. Pero lo mejor de Zeck aquí, es su capacidad narrativa, en esta faceta esta enorme. Despliega un montón de recursos para hacer una narración muy cinematográfica, rápida, directa y potente. Consiguiendo de este modo, que la lectura del guión de DeMatteis sea emocionante y sobre todo muy tensa. Como digo, hace un trabajo excepcional, siendo este la primera razón de que "La última cacería de Kraven" sea tan bien considerada, pues Zeck plasmó perfectamente toda la locura y el terror de la historia de DeMatteis. Siendo los viajes chamánicos de los 2 protas, los mejores ejemplos del brillante trabajo de Zeck.
Sobre todo lo que esta obra es, es otro hito del modo de finales de los 80 de hacer cómics de superhéroes. Este periodo es la auténtica Edad de Oro de este género. Es en este momento cuando los mejores profesionales estan trabajando y cuando se consiguen las mejores obras. En los 80 es cuando un modo de hacer las cosas culmina, alcanzado un refinamento y una experiencia tales, que permitieron llegar al máximo nivel de calidad y genialidad alcanzado hasta ahora. Esta obra se inscribe entre estos hitos, si bien, no es de las mejores, si muestra las características de aquella época. La mezcla de géneros, esta historia más que de superhéroes es de terror psicológico, la adultez y madurez en los guiones, que viene por contar una historia compleja y profunda, más que por tratar temas de "adultos" (sexo y violencia), la brillantez formal propia de un arte experimentado, como se puede ver en el magnífico trabajo narrativo de Zeck, la reflexión sobre el superhéroe, el tono tétrico y sobre todo, el final de las historias maniqueas, de buenos y malos, de blancos y negros, el final de la inocencia. Todo esto es lo que tiene este cómic, no en vano publicado en la cole Obras Maestras de forum (un antecedente mucho mejor en todos los sentidos que la actual Best of Marvel).
Para mi, DeMatteis esta un poco caótico, pero de todas formas brilla a la hora de retratar a los antagonistas de Spiderman. Mostrar la locura de los villanos es su especialidad, aquí lo hace excelentemente. Para mi gusto mejor con Alimaña, pues consigue que dé algo tan difícil como es pena y terror a la vez, que con Kraven. Con este último, su mayor mérito es el haber conseguido hacer de un pj ridículo, un pj digno e interesante. Alguien que basa su vida en, en palabras de Julián M. Clemente (en, probablemente, la mejor introducción que le he leído nunca): "honor, tradición y [...] en la derrota del enemigo y su posterior fagocitación" (recordad, Kraven es el Cazador) y por tanto capaz de ser un terrible oponente una vez que tiene la mente "despejada". Así pues, "La última cacería de Kraven" es un intenso y tenso relato autoconclusivo, ora claustrofóbico, ora terrorífico, ora demencial que el arte de Zeck convirtió en inolvidable. Una obra que se explica a si misma gracias al verso de W. Blake que utiliza DeMatteis en la obra: "qué ojo o mano inmortal pudo concebir tu terrible simetría?" (verso que si no me falla la memoria utiliza Moore en "Watchmen"). Un verso dedicado al tigre, concebido como un ser temible y mortal y por tanto, del que el poeta duda si fue obra de dios o del diablo. Como Kraven cree saber la respuesta a ese interrogante, comienza el cómic.
Comentarios
Yo si he leido muchos comics de Spidey y la verdad este me parece de los mejores ,lo cual es mucho decir para un personaje que ha tenido tantas y tan buenas etapas.
Y sobre lo de "hisoria agnóstica", la verdad es que lo cambia en la secuela de la Última Cacería (no tan lograda), donde se hartó de sacar espíritus de suicidas en busca de redención, lo que suena muy crisitano...
Has leido mal, he escrito agOnistica. Desde luego DeMatteis es un guionista muy interesado en las religiones, pero en esta obra no mucho.