Nuevo acercamiento de Morrison a la JLA, y con ello al género superhéroico, que pillé debido al buen currículum de este autor en la JLA y con el que, una vez leído, he vuelto a comprobar en mis carnes que no es oro todo lo que reluce.
El caso es que la sinopsis pinta bien, mientras la JLA, menos Batman, esta ocupada en una amenaza (que no afecta directamente a la Tierra DC), ese gran villano que es Gorila Grodd decide atacar de nuevo para borrar de la faz de la Tierra DC a los humanos. Por lo que los Ultramarines (pjs creados por Morrison en su estancia en la JLA) acuden a acabar con esta nueva amenaza, pero demuestran no ser tan buenos como la JLA y lo único que hacen es complicar más la situación.
Morrison parte de una interesante y clásica idea que moderniza (con violencia, sangre y muertos) a la par que utiliza para darse un autohomenaje y autoreferenciarse en toda regla. Como siempre, Morrison cuenta y dialoga bien la historia a pesar de una prosa un tanto complicada (deduzco por las traducciones que le viene haciendo PDA) y algunas ideas oscuras para el común de los mortales. La historia como digo esta bien llevada, tiene sus dosis necesarias de acción, intriga y suspense, y maneja adecuadamente a los pjs dándoles bastante verosimilitud y viveza, pero en conjunto le sale una historia normalita. Una clásica aventura superheróica que sirve unicamente para entretenimiento y solaz de los aficionados al género.
E. McGuiness hace un bonito trabajo con un estilo muy estético y alejado de lo usual en el género. Un estilo con su punto icónico que busca siempre que la viñeta y la página queden bonitos, vamos, que parece busca más ilustrar que narrar. En conjunto, su dibujo sencillo y claro pero con su dosis de detalles necesarios, es muy agradable a la vista, pero no me ha convencido mucho a la hora de plasmar un guión en dibujos secuenciales. Hay oscuros puntos narrativos (como la huida de Batman), que también pueden ser culpa del guión de Morrison, un abuso del frontalismo y la pose y un sometimiento injusto de la narrativa a la estética. En definitiva, un trabajo que a simple vista parece mejor de lo que es.
La edición de PDA al más puro estilo Norma, de lujo y cara. Tal vez haya sido para compensar lo tirado de precio que esta el tomo de la JLA de Morrison que han sacado el mismo mes. Un tomo pues, con un formato y un peaje excesivo para lo que los autores ofrecen, amén de los típicos errores en la traducción (no de bulto) de PDA que se habrían solucionado si alguien se lo hubiese leído con atención una vez más. Vamos un cómic normalito que hubiera quedado mejor en una grapa o en un tomo más modesto. Y encima con un artículo irrisorio y de lo más superfluo, que en vez de contar algo sobre la JLA o orientar donde se encuadra la historia en la cronología de la JLA se limita a cantar las excelencias de la cole. Un artículo vergonzoso, incluso para el propio autor, pues no tiene cojones de firmarlo.
Pues eso, como más o menos habéis ido intuyendo, no me parece un gran cómic. El problema es que tenía las expectativas altas, pero aún así, el resultado final esta alejado de lo mejor en el género de Morrison. Por lo que queda un cómic apropiado para completistas y fanáticos del grupo o de los autores. No hace daño leerla, pero es una historia bastante olvidable, no invita a muchas relecturas la verdad. No es malo, es del montón.
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