Nuevo cómic de Conan, en él donde termina otro episodio más entre la lucha de Thoth Amon y Kalanthes.
Este número me ha decepcionado un poco, ya que esperaba más de la historia que se había montado Busiek. De todas formas, Busiek trae por fin a Conan. Por fin se ha dignado a guionizar Conan de la manera que le llevó al éxito. Por fin vemos a un Conan desencadenado que, a fuerza de músculos y cabezonería, consigue triunfar sobre sus enemigos y sobre la magia. Ha sido agradable volverse a encontrar con eso, a pesar de que la historia podía haber dado para más y no es un prodigio de originalidad.
Dibujan 3 tipos 23 páginas lo cual no es buena señal. No sé lo que pasa. No sé si Nord tuvo algún problema o si es que es lento para un cómic mensual, pero el caso es que no sé si es peor ver 3 dibujantes en una grapa o ver los bocetos de Nord en una grapa. Una pena porque Nord es bastante bueno, narra muy bien y ambienta maravillosamente, aunque carece de la fuerza de los dibujos de sus maestros, J. Buscema y F. Frazzeta. En cuanto a los otros dibujantes, cumplen su función con su capacidad modesta. El que esta enorme como siempre y dota de cierta unidad a la grapa es el colorista Stewart, un fuera de serie.
Pues eso un cómic más de una serie (o una etapa) que no parece que se convertirá en una de las mejores de Conan. Ofrece entretenimiento y cierta vistosidad, pero desde luego sus autores son capaces de hacerlo mejor. A ver que pasa en el siguiente número.
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