Tras casi un año, si no me falla la memoria, sale un nuevo número de Estela, una pena que el sistema europeo sea así y hayamos tenido que esperar tanto.
En esta ocasión, Navis parte en busca de un planeta habitado por humanos siguiendo la pista que le dieron en el número anterior.
Desgraciadamente este número es flojo, quizás el más flojo de la serie, así que la espera no se ha visto muy recompensada. En este número Morvan nos cuenta otra historia siguiendo el esquema de la serie. Lo malo es que es simple y sencilla, así que apenas sabe a algo. Este cómic parece más que nunca un episodio de Star Trek, un pequeño toque moralizante, un poco de filosofeo simplón y una trama sencillita con final feliz. En fin, una pena pero algo esperable en una serie irregular que combina números entretenidos e interesantes junto con otros flojos. Como el anterior es uno de los mejores de la serie, tocaba uno menos bueno. Pero por lo menos el hilo que engarza los episodios autoconclusivos de cada número, adquiere un elemento nuevo que espero sirva para darle más brío e interés a las continuaciones.
Si Morvan hace un trabajo ta solo cumplidor, Buchet vuelve a demostrar su capacidad artística y que es uno de los mejores dibujantes de Ci-Fi por su gran creatividad e imaginación. Su variado diseño de las naves, de las razas alienígenas, de los trajes, de los peinados y de la tecnología que salen en cada álbum nos lo atestigua. Un prodigio (para ejemplo el libro, apabullante por su creatividad y originalidad, "El arte de Estela"), pues logra que todos esos diseños suenen a nuevo en un mundo en el que la estética de SW y ST han conseguido ser el canon para toda Ci-Fi que quiera parecer verosímil, una paradoja absurda por cierto. Pero no sólo su trabajo destaca por su tremenda imaginación, si no que también destaca por el dominio del dibujo lo que le permite, con su estilo sencillo, claro, preciso, realista y de línea fina que se limita a siluetear las figuras, dibujar cualquier posición del cuerpo y desde cualquier perspectiva, lo que le convierte en un genial dibujante de acción. En este cómic noto un cambio en su forma de dibujar, sobre todo a Navis, que no sé si es porque la serie ya lleva 8 años, lapso de tiempo en el que es difícil que el estilo no cambie, o por que quiere reflejar que Navis ya no es la adolescente de los primeros números, si no una (letal) joven. El color es sencillo pero efectivo y capaz de darle un aspecto diferenciador fácilmente identificable. La narrativa, como no podía ser de otra forma, europea, es decir, una sucesión de pequeñas viñetas en cada página pero todas dibujadas detalladamente, nada que objetar salvo el abuso de viñetas minúsculas. No obstante, nunca deja de ser un cómic ágil y legible.
Este número no es el mejor ejemplo para explicar el éxito de "Estela", porque además de ser una historia simplona, no explica el contexto en el que se enmarca cada aventura autoconclusiva de Navis. Por lo que si queréis probar con esta serie de Ci-Fi, casi del subgénero de la Space Opera, empezad por el principio, que seguro que os lleva a este número si sois fans de este género, pues es una buena serie en conjunto, aunque su mejor parte sea la gráfica, y tampoco los cómics de Ci-Fi abundan hoy en día (sino consideramos el género de supers como tal).
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