Pasándose por el forro de los cojones las paradojas temporales: Time slip: eclipse en el tiempo.

"Time slip: eclipse en el tiempo" o "G. I. Samurái" o "Sengoku jieitai" es una peli de Kosei Saito estrenada en 1979 que, por lo que he podido comprobar, siempre impacta en los pocos que son elegidos para videarla, por lo que se ha asegurado la inmortalidad. Pues, guste poco o mucho, nada o algo, no deja indiferente a nadie.

Cuando la vi de joven he de decir que flipé con ella. Me pareció fabulosa y singular. Por eso siempre la he querido revidear. Por fin he podido cumplir mi sueño gracias a que vivo en una época maravillosa de libertad absoluta para acceder a la cultura. Así, he podido ir a una tienda y pillármela tirada de precio, porque la cultura no es sólo para las elites económicas... Evidentemente no ha sido así. Me he tenido que conformar con una copia mediocre, conseguida en el mercado negro virtual, porque, aunque es uncut, el metraje japonés que podemos ver por 1ª vez está sin doblar o subtitular. Cosa que no sabía. De modo que la peli dura casi 130', pero sólo, creo que, 90' están en castellano. Así que, teniendo en cuenta que 1/3 de la peli está en un idioma que no conozco y la historia japonesa es un elemento importantísimo en la trama, la peli, aunque me sigue pareciendo fabulosa y singular y, ahora, además mediocre, me ha resultado confusa. Y eso que la mitad de lo censurado es paja, pero es que la otra mitad añade, presuntamente, matices importantes a la historia que se está contando. Así que estoy como al principio, necesito verla otra vez más.

La peli tiene el originalísimo y bizarro argumento de un viaje hacia atrás en el tiempo, al período Sengoku o como lo llamamos aquí Era feudal japonesa o de los samuráis, de una pequeña unidad militar japonesa de finales de los 70. Que es algo así como si ahora una pequeña unidad de nuestra ONG militar viajase al 3º/4 de nuestro siglo XV. El argumento, que procede de una novela, es, por tanto, interesante, ya que el ejército japonés actual no es uno propiamente dicho. El devastador resultado de la 2ºGM y la victoria total estadounidense hizo que un sector importante de los japoneses no quisiese volver a tener ejército, no sólo por un pacifismo de raíz traumática, sino también porque las numerosas bases militares estadounidenses en las islas permitían a Japón el lujo, en plena Guerra Fría y en una posición de primera línea de playa, de no necesitar un ejército (y así dedicar todo el dinero a la reconstrucción; unos listos estos japos). Al final se llegó al compromiso de crear una fuerza de autodefensa. Por esto el argumento tiene mucho potencial pues, además de las paradojas temporales, el jet lag y el choque temporal, presenta el encuentro entre los soldados del Japón más pacifista de todos los tiempos y los soldados del Japón más guerrero de todos los tiempos.

Este argumento prometedor es dejado de lado inmediatamente, no sé bien por qué, pues la adaptación es del novelista, pero teniendo en cuenta como funciona el Cine, debió de ser decisión del director. El argumento es arrinconado porque "Time slip: eclipse en el tiempo" es una peli pop setentera y el pop setentero, que nace del "El bueno, el feo y el malo", es exagerado, triste, directo, bizarro y violento, como muy bien demuestra que la sangre que usó es la más roja que se ha utilizado nunca en el Cine, y adelantado a su época. Por eso, la peli no está por reflexionar sobre las implicaciones que tiene semejante argumento, ya que lo que le interesa es la acción, la ultraviolencia, los personajes trágicos por marginados e inadaptados, la pasión, la amoralidad producida por el derrumbe de los valores hasta ese momento predominantes (que volvió a montar Reagan, pero que se han vuelto a caer porque la historia no se puede revertir, como muy bien saben los borbones franceses y, espero que pronto, los españoles), el nihilismo, el fracaso, la épica loser, el sinsentido de las cosas, lo triste y amargo y la imposibilidad de triunfar.

Esto es así porque Time slip cumple la teoría de la simplificación de los géneros. A medida que un género se va popularizando y creando un grupo de fans, las explicaciones argumentales van siendo innecesarias porque las reglas genéricas son conocidas por todos. De este modo, la peli puede ir al grano y recrearse en lo espectacular ya que no necesita explicar las cosas. Por eso Leone pudo permitirse el lujo de que su prota no tuviese identidad. Por eso en esta peli nada es explicado o detallado, como mucho es sugerido. Lo cual es contraproducente para una peli seudohistórica que sale al mercado internacional, el desconocimiento de la época y sus personajes claves hacen a la peli aún más incomprensible para quien no este en el ajo, lo cual es amplificado por el hecho de que este film, aunque de CF por su argumento, también, por este mismo, inevitablemente mezcla géneros pues también es histórica, bélica y del Oeste (como lo es, por ejemplo, "Los violentos de Kelly"). También la simplificación es contraproducente a largo plazo pues, cuando ese género deja de estar moda las claves se olvidan, por lo que son desconocidas por los espectadores del futuro, aunque en cierto modo esto no es malo porque permite un videado atemporal y desprejuiciado. Por eso esta peli es totalmente irreflexiva, nadie piensa en lo que esta haciendo, ni el director, ni los personajes, siendo esto su gran virtud y su gran fallo.

Eso es lo que hace interesante a esta peli. Así es como es alucinada y alucinante. Extraordinaria, excesiva e increíble. La habitual decisión de inhibirse para no cambiar el devenir histórico y no provocar paradojas temporales, como acostarte con tu abuela o matar a tu padre antes de que se case con tu madre, aquí no se toma con el novedoso objetivo de provocar que el tiempo, como autodefensa, los vuelva a mandar al presente, por lo que esta merecía un mayor desarrollo. Esto es original, pero lo que sorprende es que se lleva hasta las últimas consecuencias, pues, en Time slip, los viajeros temporales matan, violan, se relacionan con sus antepasados e intervienen tan significativamente en la Historia que la cambian. Tal es la convicción con la que se lleva a cabo ese plan. Seguramente, de poder, yo sí cambiaría hechos históricos que no me gustan (todo por la república), pero no sé si sería capaz de matar a cientos de españoles o follarme a decenas de españolas del pasado aprovechando mi superioridad tecnológica. De este modo, el desparpajo con el que se afrontan las paradojas temporales y el nihilismo con el que se afronta el viaje temporal (a lo que no es ajeno que, a diferencia de la típica peli de viaje temporal, aquí se desconoce el mecanismo que ha provocado el viaje por lo que, el que se pueda revertir, no está claro) hace a esta peli especial y singular. Digna de videarse y de videado obligado si se es un aficionado al género o a las pelis desmadradas.

Otro elemento que hace a este film recomendable, a diferencia de la típica peli desmadrada, es que está muy bien dirigida. El director es un esteta muy competente y además sabe hacer lo que quiere así que esta peli es muy japonesa, es decir, tiene una composición muy cuidada, planos generales y largos y predominio del silencio, con ligeras influencia del cine occidental en los momentos más westernianos del film y de Kurosawa en los momentos más históricos, porque tiene interés poético y el propósito de embelesar, a lo Pekinpah eso sí, al espectador privilegiando lo pasional y evitando la palabra lo máximo posible. De esta forma el laconismo, la irreflexión que la preside y la ultraviolencia son utilizados por el hábil director para que Time slip tenga un efecto extático y catártico en el espectador. Que yo creo que consigue, ya que la versión española lo consigue y esta versión que acabo de ver casi lo consigue. Así que en este caso, Kosei Saito logra que los alucinantes y absurdos acontecimientos de la peli no rechinen hasta que la proyección acaba y el espectador empieza a intentar desentrañar lo que ha visto. Otro elemento que ayuda al film a resistir su excesivo ejercicio de simplificación es la producción. La recreación histórica es perfecta, en cuanto que es detallada y profusa, y utiliza muchos extras. El peaje es que ocurre todo en exteriores, pero el hermoso y variado paisaje japonés (junglas, playas de arena negra, altas montañas...) es utilizado por Kosei Saito para potenciar el aspecto poético del film, por lo que no pasa nada. De este modo, la alucinante ultraviolencia se representa de forma espectacular, inolvidable y verosímil, así como el choque entre dos japoneses muy distintos, no en la tecnología, que también, sino en la mentalidad. Entre un Japón occidentalizado y, por tanto, hedonista, individualista, amoral y egoísta y un Japón, que preludia el de la 2ºGM, donde la guerra y el deber lo era todo. Entre unos guerreros que nunca han visto una guerra y unos que han nacido en el seno de una.

Lo malo de la peli es que sus personajes no existen, sólo los históricos (Nagao Kagetora, que ha pasado a la historia como Uesegi Kenshin, el mejor guerrero de su época, que podría haber unificado Japón y con ello cambiado la Historia, y Takeda Shingen que es el prota de Kagemusha, todos los demás no los he identificado en parte por desconocimiento, en parte porque no se leer japonés) tienen algo de solidez porque han existido. De este modo los actores se pierden en unos personajes que, al estar excesivamente simplificados, no llegan ni a cliché. Otra cosa que es perjudicial, teniendo en cuenta como están las cosas, es la bs. No está mal y sabe que tiene que imitar a Morricone, en cuanto que ha de resultar extraña y psicoactiva, pero no lo consigue (aunque hay que tener en cuenta que yo no tengo oído para la música japonesa), por lo que uno de los principales elementos para hacer lisérgica a la peli no tiene la fuerza suficiente. El último fallo importante del film es que el devenir narrativo es forzado para que pasen cosas que no vienen a cuento. Esto es así porque toda peli pop y de género ha de tener obligatoriamente una serie de elementos, por ejemplo, aquí, el final (que parece rodado a pachas por Kurosawa y Pekinpah). Pero el director no fue tan preclaro como para darse cuenta de que debía incumplir esa obligación, resultando por ello que en Time slip prima su condición de producto sobre su condición de historia.

Así este film es dr. Jekyll y mr. Hyde, es capaz de lo peor y de lo mejor a lo largo de su metraje. Tiene elementos sobresalientes que justifican por sí solos un videado, como el viaje en el tiempo. Que es una bellísima secuencia de cine abstracto donde se conjuga sabiamente el Kubrick de 2001 con la sensiblidad budista y nipona, lográndose planos maravillosos como ese donde se consigue que el sol represente la bandera de Japón, que pone de relieve que el viaje temporal, más que físico, es mental. Las secuencias donde un grupo de viajeros temporales, ante el dilema de intervenir o no, decide tirar por la vía de en medio y aprovechar su superioridad para convertirse en vándalos, en lo que es el momento más amoral, despreocupado y nihilista de toda la peli, también valen su peso en oro. Lo mismo que la secuencia de la Cuarta Batalla de Kawanakajima. Dura media hora y esta tan impecablemente rodada que no importa que nunca se nos de una visión general de la conflagración y que el ejército samurái pelee como si estuviese combatiendo contra otro ejército samurái en vez de contra la Fuerza de Autodefensa japo. Durante toda la batalla la cámara está encima de la acción de forma que capta perfectamente la crudeza, la brutalidad y el salvajismo de semejante acontecimiento, logrando con ello que el espectador evolucione en paralelo a los protas. El ejército samurái, a pesar de tener una superioridad numérica aplastante, es masacrado por sus descendientes, pero aún así no deja de combatir. Lo intenta todo y carga una y otra vez con una tenacidad y temeridad sólo comparables a su absoluto autocontrol, el cual le permite no sucumbir al miedo y preferir la muerte a vivir derrotado, siendo así uno de los mejores ejemplos del bushido en acción. Nadie se rinde y nadie retrocede, todos emulan la leyenda urbana de la carga de caballería polaca contra los panzer. Semejante comportamiente suicida esta magníficamente plasmado por una cámara siempre certera y ese sangre rojísima que, a pesar de ser de pega, impresiona, de modo que, al mismo tiempo que los protas empiezan a ser moralmente derrotados por un enemigo que avanza contra un tanque andando sin romper su densa formación, el espectador, por lo menos el occidental, se siente pasmado y acongojado, tanto por la masacre, como por lo resolución suicida de los samuráis y empieza a simpatizar con ellos al empezar a verlos como víctimas de modo que, a partir de aquí, se produce una inversión. Esta batalla es única así que justifica la existencia de este film.

Pero al lado de esto está lo que hemos dicho, unos personajes tan inexistentes que ni los clichés del cine industrial, comercial y pop pueden darles algo de presencia. No importa con la mayoría porque son meros peones, pero el prota sí precisaba algo más porque es el que decide, aprovechándose de su graduación, en intervenir en la Historia con el objetivo de ser coemperador. Así es como entiende él el viaje. Entendemos que es el típico prota del cine moderno, marginado, inadaptado y violento, pero no sabemos más por lo que en la peli no gana peso. Por otro lado la cantidad de momentos forzados, como principalmente las 2 historias de amor (yo me he quedado con la duda, puede que me haya despistado el simbolismo fálico que tienen los duelos amistosos con naginatas, de si hay una 3ª homosexual entre Kagetora y el tte. Iba, la cual no estaría forzada y dotaría de más interés a la peli), que no vienen ni van -algunas secuencias de estas me recuerdan al cine de R. Meyer-, por lo que no cumplen su función de aportar dramatismo a la historia, a pesar del lirismo con el que están rodados, por ser pegotes. Pero el principal error que comete el director es desaprovechar un guión tan rico en conflictos originales. Probablemente esta sea la única peli en la Historia en que unos viajeros temporales cambian el curso de la misma, pero aquí no se dedica tiempo a las motivaciones que hay tras ello (igual se me escapan por occidental) ni a sus consecuencias (la peli termina con la Historia cambiada pero sin saber a donde conduce eso). El enfrentamiento del bushido contra una mentalidad militar light que produce delincuentes, desertores y cobardes tampoco merece, erróneamete, atención, lo mismo que las paradojas temporales. Los viajeros matan a tantos japoneses, que es razonable pensar que alguno ha matado a su tatarabuelo, y cambian la Historia, pero no hay ninguna preocupación por eso. En definitiva, hay un montón de elementos que han sido despreciados para crear un delirio pop que, a diferencia de lo habitual, ha depreciado el material de partida pese a que podría haberle sacado de la convencionalidad.

Así pues "Time slip: eclipse en el tiempo" es una peli singular, interesante, fabulosa y, en algunos aspectos, adelantada a su tiempo, que merece la pena videarse porque la dirección consigue que la huida hacia delante que impone al film no se haga patente al espectador hasta que esta termina. De modo que es un espectáculo grato, único y disfrutable del que sólo se lamenta que no alcance todo su potencial. Porque la peli no es mala ni tonta sino que extrañamente pretende serlo pese a tener un director notable y un presupuesto holgado. Aunque claro, recuerden que no la he visto en todo su esplendor, por eso es de esperar que la peli sea mejor. Lo malo es que, hoy por hoy, conseguir una copia decente (versión íntegra subtitulada en castellano) es, seguramente, imposible. En fin, otra lágrima que se perderá en la lluvia. :(