Un nuevo tomo donde tenemos más de lo mismo. No es ni mejor, ni peor que los anteriores. Contiene 5 números, los 2 primeros terminan la saga comenzada en el anterior, otro muestra como los miembros celebran el día del padre, otro muestra como Power Girl maneja a un acosador con superpoderes y el último va del secuestro de un colegio (algo muy de moda en EE.UU cuando se hizo este cómic en el 2002!! No entiendo que hacía Norma). Otro tomo regular (al mismo nivel que los anteriores) con una calidad regular (ningún número americano es mejor a los otros), empieza a ser monótono.
Goyer y Johns siguen al nivel de siempre, contándonos historias de supers desde una óptica más verosímil, costumbrista y cercana. Así tenemos el número (de los pocos, por no decir el único, de todos los títulos supers de la historia que ha tratado este tema) dedicado al día del padre. En él leemos como algunos miembros celebran ese día, bastante significativo para este colectivo, pues muchos de ellos vienen de familias disfuncionales o son huérfanos, una rareza más de los supers que añadir a la lista. Es un número interesante, en el que no hay ni supervillanos, ni peleas. La verdad es que es un tomo con poca acción, sólo hay peleas en 2 de los 5 números. Algo propio del estilo de Johns en donde profundizar en la psicología de los personajes (los 3 últimos números lo hacen) y presentarnos la cotidianidad de la vida del super (por ejemplo, hay muchas escenas de cocina comparadas con otras series. La verdad es que no son supers elitistas como los vengatas con su mayordomo. Ellos se lo guisan, ellos se lo comen) son el motor de las historias, en vez de las amenazas de los supervillanos. Yo le pondría una sola pega, que aunque es una cole de grupo (como me gusta a mí) no hay mucho grupo. La mayoría de los números sólo aparecen 2 o 3 y generalmente las interacciones se hacen también en triángulos o parejas, casi siempre con los mismos miembros, lo cual no da la sensación de que la JSA sea un grupo, más bien parece una suma de individuales. Tal vez sea porque son muchos (y encima cada vez se unen más) y los guionistas quieren profundizar en todos los personajes, lo cual resulta en que hay muchos números en los que algunos miembros no aparecen. En fin, un enfoque atractivo pero no muy adecuado para la grapa, porque, al menos para mi, leer estos números costumbristas y tan sipares entre si cada mes, no me motivaría mucho a seguir la cole.
En el apartado gráfico de nuevo tenemos a 3 dibujantes, lo cual no le hace ningún favor a la cole, porque si ya los guiones no ofrecen continuidad en cuanto a los pj, al no haber continuidad gráfica la serie no tiene mucha coherencia resultando esta un cajón de sastre, un error grave para una cole regular (pero que parece que no ha pasado factura). L. Rick, del que podemos decir que es el dibujante habitual de estos 2 últimos tomos, es un profesional competente, con un trazo sencillo, limpio y bastante capacidad narrativa. El problema que tiene es que casi siempre dibuja las figuras al mismo tamaño, lo cual provoca que amenudo el tamaño de la viñeta no sea el apropiado para la escala del dibujo y al revés. S. Sadowski dibuja otro número con su estilo realista, uno de los pocos dibujantes americanos que dibujan rasgos étnicos a los pj. Lástima que no cuenta con un entintador a su medida en su número. En mi opinión, este hombre merecería hacerse cargo de la serie. El último dibujante es P. Gleason, con un dibujo sencillo y caricaturesco, con un toque undeground y de A. Warren, estilo que viene bien al número, pues es una historia gamberra y humorística, pero no le pega a un número protagonizado por Power Girl, pues no esta muy ducho en anatomía femenina. Otra cosa que necesita a mi juicio esta colección, es un colorista y un entintador más competentes. Espero en futuros tomos mejore el flojo apartado gráfico.
Lo peor de esta colección (ahora de 9 tomos bimestrales y no de 7 mensuales) es culpa de Planeta. Hay fallos de rotulación y de traducción, pero lo peor es que dejan solo al lector frente al vasto universo DC. En este número hay pj que Johns rescata de los 40 y 50 y referencias al pasado de algunos y uno, que no sabe casi nada del universo DC, se queda a medias. Encima hay que añadir que no sabemos casi nada de los pj habituales, y lo más grave no es saber su pasado, sino que no sabemos siquiera sus poderes. En fin, una lástima y un grave error que Planeta no esta subsanando como dijo y seguramente es, porque allí no hay nadie que tenga un nivel suficiente como para poder escribir artículos para aclarar al personal. Es lo que tiene más de 10 años de deficiente publicación en este país de este universo. Desde luego era más fácil (y mucho mejor) la JLA de Morrison. Este asunto, el tenernos a los lectores a oscuras en este universo, a la larga va a ser perjudicial, porque empezará a rebajar las ganas de seguir las coles en donde ni siquiera sabes cuales son todos los superpoderes de los protas. En este número por ejemplo, sigo sin enterarme bien de que es lo que hace el Ultra Humanita (y no digamos de quien es) y encuentro pj tan interesantes como Icicle (un supervillano por vocación) o el Vengador Carmesí, de los que me gustaría saber más. En fin, yo la continuo porque es bimestral y en tomos, de no ser así creo que ya me habría cansado de ella.
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