Tras mil años vuelve al blog la Legión de Superhéroes. No soy fan suyo. Tampoco de Giffen, el autor desto. Pero ambos me interesan. De tal supergrupo sólo he leído la etapa clásica por excelencia, y lo de Waid (por dondentré yo). Casi todo lo que se ha publicado en España. Me gusta della que tiene un componente de Ciencia Ficción más fuerte de lo habitual en Superhéroes (que anda flojo en este siglo) y que al ser sus protas unos jovenzuelos los guionistas están obligados a ser o bien optimistas o bien contestatarios (dentro de que los Superhéroes es un género conservador, popular, comercial e industrial). Por su parte Giffen me gusta como dibujante alternativo y me parece un guionista notable. Así, siempre es entretenido e interesante. Y además es de los pocos autores a los que la edad no ha hecho mella. Por tanto es un valor seguro. O era porque creo questá ya retirado, es desos que tiene ya tal edad. Una pena que parte de sus mejores años hayan coincidido con la actual decadencia de los Superhéroes. Por eso, pese a que es de los pocos autores que ha sabido moverse dentro de una gran empresa de tal modo que siempre ha logrado el compromiso entre lo que quería él y lo que le pedían, ha brillado menos en el siglo XXI que en el anterior. En fin, la conjunción de Giffen con LdS me animó a romper mis reglas y pillar un tomo gordo (no os parece supergracioso cuando la editorial hace un índice pero no pagina y encima pone una intro ridícula a una obra que necesita mucha contextualización?). Mala decisión.
No obstante para mi el problema deste tomo no son sus guiones, aunque pasar de llamar a los personajes por sus nombres personales y no por sus apodos superheroicos me ha dificultado bastante la lectura porque yo los conozco por los 2ºs y Giffen como dibujante no es capaz de diferenciar a los personajes. El problema lo tengo con el dibujo. Con como Giffen decidió abordar esto. Por ambición el tío quiso hacer todo con 9 viñetas iguales por página, hay que darle la razón a Moore, para los Superhéroes ha resultado ser más perjudicial que constructivo, cuando no tiene el talento necesario para narrar una historia con imágenes teniendo los brazos y las piernas atados. No es Gibbons y no tenía como colaboradores a gente notable. Así, la narración es torpe y los textos para evocar aún más a Watchmen para dar o ampliar información son una rémora porque en general son bastante chorras y poco interesantes. Por tanto al final la cosa me ha disgustado porque la narrativa me ha parecido un desastre. No me facilitaba pillar quién era quién por no usar los nombres en código y tener todos los personajes la misma cara, y luego la historia no fluía bien por la rigidez con la que Giffen decidió afrontar la narración. Además la rejilla de 9 es un gran error porque es incompatible con historias de Ciencia Ficción y Acción. Los planos televisivos, cortos y cerrados, no valen para mostrar superheroicidades, mundos futuristas y la inmensidad del Espacio, Giffen tenía edad ya para saber que los cómics superheroicos son Cine porque sus planos preferidos son los amplios, generales y americanos. Y encima optó por bustos parlantes pese a no saber hacer expresiones faciales y siempre dibujar la misma cara. Así, cuando uno disfruta es cuando no dibuja. Aunque sus sustitutos o ayudantes son gente bastante novata tienen una narrativa más legible. No se meten en camisas de 11 varas y por eso, aunque convencionales, sadecuan mucho mejor al guión. Es decir, ofrecen una lectura agradable. No hay que pararse a ver qué coño hay dibujado en la viñeta y ofrece la necesaria variedad al ojo. Tampoco los dibujos se pelean con las palabras. Giffen debería haberse parado a pensar que en las viñetas pequeñas no cabe mucha letra así que los pensamientos (aquí en cajas y no en globos) y las conversaciones han de ser pocas y breves, lo contrario de lo que sestilaba en la época y a la naturaleza verborreica (siempre canalizada por sus colaboradores) dese autor. Así, en sus nºs la confusión es constante, hay que adivinar quién dice o piensa qué y qué es lo que hay que ver entre tanta caja y globo. Por tanto, si Giffen no se hubiera subido a la parra esto sería legible de tal modo que seguramente sus historias serían mejores de lo que son. El problema sobre todo es que se nota que el tío se acabó aburriéndose de tanta viñeta. A medida que avanza la serie aumenta el nº de viñetas ideadas para dibujar poco o lo fácil, hay mucho truquito a lo Byrne pese a que Giffen jamás se salta un fondo, y copiapegadas, que deben ser de las 1ªs de la Historia del género. En fin, al final la desgana, no por vagancia sino por estrés, se nota (no hay mente que aguante dibujar 9 viñetas por páginas durante meses). Así, lo que hay en las páginas deste tomo es mucho vicio y poca sensatez.
Nobstante no me ha parecido malo. No empieza mal pero al final la cosa acaba cargando porque las historias no están bien contadas y están concebidas para fanes de LdS. Aunque se intentó questo fuese nuevo para atraer gente, de ahí también los grandes cambios, al final el pasado y la necesidad de arreglar la Continuidad acabaron interfiriendo constantemente así que el asunto ha quedado como un cóctel muy mal mezclado. No podemos no recurrir al pasado y ofrecer algo muy diferente a lo canónico, y a la vez estar constantemente citando el pasado, que además tiene un tono diferente, y preocupados porque lo nuevo y lo viejo no encajan bien en la mente de fanes, autores y editores (que Waid aquí es parte del problema, sobre todo en los otros tomos, no puede haber editores-fanes de coles o personajes, eso casi mató a Marvel tanto en los 70 como en los 90). Si rompemos con todo pues que le den a Superboy, después de todo eso fue una movida editorial y no algo descritores. Si esto es independiente y rompedor entonces debería haber dado igual todo. Así, la indefinición por la tensión constante entre innovar y continuar acabó por desbaratar todo lo bueno que tenía pensado Giffen así como su ambición y talento. Deste modo esta LdS es lo contrario de La Patrulla Condenada de Morrison. Igual la cosa mejora (su autor deja de dibujar) pero este tomo no me ha inoculado ganas de seguir.
Comentarios
Y ahí vino esa tensión que no ha escapado a tu perspicacia: una serie para fans, que pretende adaptar la serie a los tiempos. Soplar y sorber. Y Giffen además imponiendo el peaje de su dibujo. Es Pepsi Max (entenderás la referencia)Resultado: los fans antiguos se fueron y no llegaron nuevos. Levitz tenía razón porque la LSH vaga de fracaso en fracaso desde hace 25 años
¿Qué tal la edición de ECC?
El ES de Ostrander fue el relevo del género bélico de la IIGM. Pena que nunca tuviera 1 dibujante como Kubert