De vacas sagradas (one more time)

Siiii, ya sé que dije que íbamos a dejar el tema, pero es que haber pulverizado el récord de comentarios del blog "with a little help of my friends", me ha hecho ver que hay público para una segunda parte. Perdonad mi actitud de ejecutivo de Hollywood, ya he pedido hora para que vengan a exorcizarme.

Ya convinimos la semana pasada que esto de las obras maestras es muy subjetivo, quizás quimérico, y que además, internet, al crear mucho ruido, ha hecho que el termino se devalue por su sobreutilización al obligar a exagerar o distorsionar para que a uno le hagan caso. Pero yo si creo en la existencia de las obras maestras. Aunque también pienso que esa es una categoría artística que se deteriora con el tiempo y por tanto, hay que revigorizar cada cierto tiempo. Por eso, cada momento tiene su lista de obras maestras y esta es revisada siempre en el siguiente, añadiendo, confirmando o quitando. De este modo, cada tiempo tiene su lista personal e, incluso, puede que unos criterios distinos para conformarla. Asumiendo esto, yo creo que podemos hablar de obras maestras sin temor a estar pontificando o a estar discutiendo sobre la nada.

Este blog se acerca a sus 2 años, por tanto he tenido tiempo suficientemente para retratarme inadvertidamente (es lo que tiene los diarios). Así, ha habido varias obras que ya las he calificado de obras maestras. Lo que sigue es su recopilación en una lista. No es mi lista completa, solo aquellos comics que he calificado de obra maestra en este blog, por lo que ya no puedo retractarme. Empiezo por lo fácil.

Watchmen. Moore y Gibbons. Obra maestra incontestable como demuestra su edición absolute en catalán. Es el cómic que menos detractores tiene y el que más unanimidad suscita. Lo importante de este cómic no es el argumento (no muy original), ni tampoco la calidad del misterio (que no es muy difícil de resolver), sino en como esta contada la historia. La forma de contarla es lo que ha hecho que este cómic sea revolucionario y funcione como ideal al que aspirar. El virtuosismo formal invisible de una historia emocionante y sobrecogedora con una estructura compleja pero armoniosa y de aspecto sencillo, la profundidad de los personajes, el humanismo del cómic y la potencia transmisora del mismo es lo que convierten esta obra maestra en La Obra Maestra y a sus autores, por haber sabido sumar sus talentos para conseguir un todo superior a las partes, en genios. Aunque a mi, siempre me ha parecido el dibujo demasiado rudo para una obra así.

Born Again. Miller y Mazzucheli. Esta tampoco es muy discutida, a pesar de que hace más de una década de su última edición y que no se vislumbre un absolute en su futuro. Un cómic total como el anterior. Si el anterior comic es racional, sobrio y pausado este es todo lo contrario. Es vigoroso, emocionante y estridente por contar con una narrativa potente y enérgica, una historia rabiosa y el excelente dibujo de uno de los pocos artistas que han trabajado en el género. Es un aspecto para los sentidos, más que para la mente, como el anterior. También, a su manera, se ha convertido en un ideal. Todo esto hace de este, un cómic hermoso.

La Broma Asesina. Moore y Bolland. Aquí ya empieza a haber muchas dudas. Para mi lo es. A mi me encanta (aunque hace tiempo que no la releo). Es una obra que tiene menos virtudes que las anteriores y que además, sigue una estela más que crearla. Pero a mi, seguro que a vosotros también, pocos comics me han emocionado y estremecido como este y pocos finales tan magníficos he leído. Además, en pocas obras esta tan crudamente expuesta la locura de los protagonistas y los antagonistas del genero de superhéroes. Y va a tener un absolute!

Elektra Assassin. Miller y Sienkiewicz. A mi parece la mejor obra de Marvel y, si me torturáis, la mejor de su guionista. A diferencia de las anteriores, ha sido dibujada con múltiples tecnicas y su dibujo no se limita a vehiculizar lo mejor posible la lectura de la historia, sino que demanda tambien atención modificando la lectura y que convierte este cómic en algo bello. Tampoco hay que olvidar que la mayoría de los textos son pensamientos, lo que ahonda en la extrañeza que produce leer este obra. En fin, que de las que llevamos (y de las que quedan) es la obra más genuina y eso da muchos puntos, tantos como su fantástico argumento excesivo y bizarro. En ese sentido quizas es la obra maestra menos humilde. A diferencia de las anteriores, no oculta su excelencia.

Escuadrón Supremo. Gruenwald. De las que llevamos es la más modesta y con la que menos talento esta hecha. No obstante, tiene la misma capacidad para conmover y sobrecoger, gracias a la extraordinaria armonía entre reflexión utópica y tragedia griega efectuada por el guionista y además, con el tiempo se ha mostrado como una obra visionaria. Pues en sus páginas (que tienen 20 años) ya estan las ideas que predominan en el cómic de superhéroes actual. Así que, aunque ya era buena en el pasado, el paso del tiempo la ha revalorizado. Pero sólo se ha publicado una sola vez en nuestro país.

Batman, el Caballero Oscuro. Miller. Otra obra incontestable (aunque sin absolute en catalán) y que, como la primera, provocó una revolución tan fértil, que aún seguimos alimentándonos de ella. Una historia potente, enérgica, excesiva y emocionante como ninguna. También tiene su valor que, de todas las que llevamos, sólo tiene un autor. El cual supo llevar a los superhéroes hasta su límite para que los entendieramos mejor. Gracias a esta obra y a la primera, nunca volvimos a ver como antes a los superhéroes.

Arma X. BWS. Otra obra de un sólo autor. Esta no esta muy presente en las listas habituales, pero es una obra completísima y de una calidad sobresaliente. Una historia sobre la monstruosidad contada en imágenes de forma excepcional, gracias a una vibrante narrativa y un dibujo esplendoroso y soberbio y apabullante en cuanto al dominio de la anatomía humana. Otro cómic hermoso, que nos recuerda lo que gana un cómic cuando esta bien dibujado.

Año 1. Miller y Mazzucheli. A diferencia de las anteriores, lo es sobre todo por el dibujo. Un dibujo brillante, excelente, donde menos es más de una forma desproporcionada. Pero el dibujo majestuoso y sobrio no esta solo, le acompaña una historia sencilla, pero emocionante, que se ha convertido en el ideal del relato de la génesis del héroe. Palabras que tienen una encarnación bellísima en imágenes elevándola así a categoría de obra maestra y sin absolute que valga.

Los pitufos. Peyo. Sólo los 4 primeros comics publicados por PDA. De nuevo la sencillez enmascara un trabajo guionístico, narrativo y dibujístico excelente que hacen que el cómci trascienda la etiqueta de infantil y de hace 50 años para seguir siendo leído con gusto y satisfacción por cualquier lector. Fábulas morales como las de antes, para niños y mayores.
A partir de aquí apuestas personales.

La última historia de los Vengadores. David y Olivetti. Una obra sencilla, pero tremendamente emocionante y sobrecogedora gracias a su epicidad y dramatismo. Es poco conocida, algo injusto teniendo en cuenta su calidad. Una obra que devuelve a los superhéroes su cualidad de héroes míticos. Espléndida.

Tierra X. Krueguer y Leon. Esta obra es mas conocida que la anterior, pero a pesar de eso no se le hace justicia. Gráficamente es excepcional con una narración muy medida y un dibujo expresivo y desgarrado que es la encarnación perfecta del tono crepuscular y epicodecadente del guión. El cual por otra parte, aunque tarda en arrancar, consigue un final paroxístico a la altura de todos los momentos culmen de las obras que llevamos. Vamos, que no tiene nada que no tengan las obras anteriores.

Volverse cuerdo. DeMatteis y Staton. Otra obra prácticamente desconocida que bebe de "La Broma Asesina", para mostrarnos con sencillez pero de forma extraordinaria que, el superhéroe y su villano son hermanos siameses. Ninguno puede vivir sin el otro y eso, pocas veces se ha explicado y contado de forma tan conmovedora y con tan fantástica sencillez.

Astro City nº 1. Busiek y Anderson. La única grapa de la lista y por tanto la obra más breve (y es que es muy difícil hacer algo grande en tan poco espacio). Su dibujo es modesto, incluso mediocre, pero la historia es absolutamente poética. Humaniza al héroe, no para presentárnoslo como el falible o para que lo veamos como uno más de nosotros pobres mortales, sino para destacar su heroísmo. Un relato que ensalza el héroe, no a través de sus hazañas sino a través de sus sacrificios, ya que ha renunciado a si mismo y a sus sueños por lo demás. No en vano se hace llamar Samaritano. De los que llevamos, el que más cerca ha estado de hacerme llorar.