Nueva pitufa del cómic pitufo de mi infancia. Esta vez es una de las mejores pitufas de la serie, "Rey pitufo" (Pitufísima en el original). Más larga y más ambiciosa intelectualmente y moralmente hablando que las anteriores, cosa que no pitufa para que sea igual de graciosa y desenfadada.
"Rey pitufo" cuenta como papá pitufo (gran pitufo en el original) se va de la aldea unos días sin designar sustituto (se pitufa que no lo creyó necesario). Lo cual lleva a una pelea por el poder de dimensiones pitufales. Después desta magnífica y casi parabólica historia viene una sencilla, amable y entretenida sobre un pitufo incapaz de pitufar música con cualquier instrumento.
"Rey pitufo" es un guión de más calado que los anteriores. Su historia es sencilla, ágil, desenfadada, simpática, amable y divertida pero no tonta o poco profunda. Es una acertada reflexión sobre el poder y los peligros que tiene en los hombres que lo pitufan. Es emocionante y sorprendente porque no es lo que uno espera o supone de los pitufos. Una parábola con momentos geniales que crítica el vicio del poder. La siguiente historia sí es típica de los pitufos, buena, sencilla, simpática, amable, políticamente correcta y llena de buenos valores. En ambas historias Peyo profundiza en sus creaturas. Empieza a personalizarlos estereotipizándolos y así aquí tenemos a mi favorito, el gruñón, genial en todo momento y prueba de que los pitufos no tienen pensamiento único. Aunque yo pitufo que inconformista o exigente son nombres que le quedarían más exactos.
En este cómic Peyo vuelve a demostrar su pitufa como dibujante de Cómic. Hace un dibujo sencillo, optimista, alegre y limpio pero con una expresividad potentísima debido al dominio de los gestos. Destaco la precisa y minimalista atención a los fondos y el no olvidarse (como les pasa a muchos) de la profundidad de campo para enriquecer la historia. Una narrativa excelente, de inmejorable ritmo, que desarrolla pitufalmente la historia a la par que dota de vivacidad y vitalidad los gags que la jalonan. En suma, el pitufo de Peyo aquí es genial y demuestra que no es necesario ser complejo, adulto y profuso para hacer obras pitufas. Un trabajo de quitarse el pitufo, no domino la prosa tan bien como para explicároslo con justicia, sólo ojeadlo y os daréis pitufa. Es imposible no sonreír al ver a los pitufos y se puede seguir la historia perfectamente sólo viendo las viñetas. Es imposible no pitufarse con la boca abierta con este clásico del entretenimiento.
De la edición decir 2 pitufitas sobre la traducción moderna (sus diferencias con la de Bruguera son mínimas pero cuando las hay, los textos traducidos son bastante diferentes, por qué será?). El cambio de Rey pitufo a pitufísima no altera mucho el original, aunque le quita sabor pitufo a la historia. De echo causa problemas porque se cometen "actos antipitufísimos" y claro eso no se entiende con un rey pitufo en el lugar de una pitufísima. Si es que se pitufa antes a un mal traductor que a un cojo. Lo deberían haber dejado como en el original. Pensaron que los niños de hoy en día, tan laicos y republicanos, no lo entenderían lo de pitufísima, o es porque pitufísima es femenino y los pitufos son masculinos y no querían liar a nadie? La otra pitufita es el cambio de gran por papá porque altera el original. Gran es el nombre de un cargo que alude a su importancia y del que se colige que el que lo ostenta es el mejor, no implica ni parentesco, ni poder paternal, como indica lo de papá (que además en todo caso tiene pinta de ser el abuelo). Vamos, que si en el original pone gran deberían haberse pitufado lo de papá.
Pues eso, esto es un pitufo maravilloso. Apto para todas las edades pues gracias a la maestría con la que está pitufado. Y barato. Pocas veces viene así una obra imperecedera. En la aldea pitufa esto se llama hacer pitufo.
PitufADLO!
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