Ya he dicho que para mi empiezan los Vengatas con Englehart. Tendría que releerme algún día los 104 nº que lo preceden para confirmároslo, pero la 1ª vez que lo hice, salvo puntuales excepciones, los susodichos me parecieron un tostón. Son importantes porque al ser los 1º sentaron las bases de la cole y al ser tantos las hicieron casi genéticas como demuestra que Bendis no haya podido acabar con todas ellas y haya tenido que acabar reculando en algunos puntos, pero son aburridos y están pobremente dibujados, generalizando claro, por lo que en unos años caerán el olvido porque nadie se los leerá y entonces los guionistas serán libres. En fin, que para mi lo bueno empieza con Englehart. El comienzo de su etapa comprende varios Marvel Gold publicados a salto de mata: el tercio final de En guerra con los dioses al que le que le sigue el tomo La llegada de Mantis, el más reciente (que incluye de forma totalmente innecesaria el nº 99 EE.UU. de DD), y Los Vengadores vs. Los Defensores.
Englehart no es un gran guionista pero ha destacado porque es un tipo audaz, entusiasta, enérgico y procaz. Curiosamente no empezó así en los Vengatas. Empezó tímido pero es que en aquel entonces era alguien joven e inexperto por lo que sorprende que Thomas le escogiese como su sucesor. Podemos suponer que jugó a su favor su gran conocimiento del Universo Marvel (entonces no muy difícil porque apenas este tenía 15 años y coles), se nota por la cantidad de referencias que incluye en cada episodio, su marvelismo de pro y que aún se leía lo que Marvel publicaba (en aquel momento los superhéroes eran para niños). Quizás, dado el continuismo con el que empezó Englehart, hubo algo de peloteo, no necesariamente con fines maquiavélicos. En fin, el caso es que sin ser nadie este guionista se encontró de la noche a la mañana con mucho poder en el Universo Marvel pues se ocupaba de varias coles, algunas de ellas centrales como el Capitán América y Los Vengadores. Esto más los cabos sueltos dejados por Thomas son lo que le salvaron del abismo pues no consiguió el puesto presentando un documento detallado sobre lo que iba a hacer. Es cierto que eran otros tiempos y a nadie se le ocurría hacer eso, entonces los superhéroes Marvel no eran marcas, pero no hubiera estado de más hacer que el nuevo ya viniese con algún esquema. Así, en los 1º nº de Englehart los Vengatas se prostituyen. El guionista usa su cole para tratar misterios sin resolver de otras coles que él tenía entre manos en vez de ser original y poner al supergrupo Marvel por excelencia en el centro. Es cierto que paralelamente se dedicó a resolver rápidamente los temas vengativos que su predecesor Thomas dejó inconclusos, pero no hay nada nuevo en sus primerísimas historias. Por eso en ellas no hay nada digno de mención. Ser herramientas para arreglar la continuidad y los planes incongruentes o disparatados de los supervillanos que en ellas aparecen (uno quiere recuperar un barco naufragado pero como está en aguas estadounidenses quiere hundir California para poder apropiárselo, otro a pesar de poder robar ideas de la mente quiere que se las digan porque quiere respeto no esclavitud pero eso no le impide hacer chantaje emocional) las hacen hoy flojas. Por ello tenemos que esperar hasta el nº 113 para encontrar algo destacado. De hecho en mi opinión, y sin refrescar los 88 1º nº, creo que ese es el 1º nº importante de Los Vengadores.
El nº 113 es el 1º nº vengativo genuino de Englehart (el cambio lo anuncia la aparición de su creación Mantis en el nº 112). Es político porque en aquella época él era joven de modo que era alguien comprometido. De todos modos claramente se inspira en los nº 32 y 33 de Los Vengadores escritos por S. Lee, los de los Hijos de la serpiente. Y es que los temas que denunciaban esos episodios en 1966 todavía se daban en 1973 (y ahora siguen dándose). Su comienzo es significativo. La Estatua de la Libertad destrozada. El brazo de la antorcha roto. No había por qué comenzar así. Englehart no estaba obligado ya que el destrozo había ocurrido en una cole menor de Marvel por lo que había pasado desapercibido (y no se recordaría si no fuese porque Englehart lo menciona en este nº). El ideal de EE.UU., entonces en lucha consigo mismo, está roto. Los superhéroes Marvel la reparan o restauran, gran metáfora de lo que es el género superheroico, y en ese proceso comienza el conflicto de este gran nº. Un accidente laboral descubre al mundo el romance entre La Visión, un sintezoide (un androide solar no metálico), y una mutante (una humana anormal). Este romance fue sugerido por Thomas, pero fue Englehart el que lo hizo fructificar. No sé si el 1º tenía pensado llegar tan lejos, una máquina y una mujer juntos!, o sólo estaba tonteando, pero el mérito se lo lleva el 2º pues le puso cojones. Claramente lo que Englehart tenía en mente cuando escribió ese nº era el aire racista que aún se respiraba en EE.UU. Los conservadores habían cedido en la igualdad del negro pero no estaban dispuestos a hacerlo en su libertad. Seguramente Englehart al escribir este nº tenía en mente las palabras de Nixon, presidente republicano de EE.UU. de aquel momento, condenando las uniones interraciales: Hay ocasiones en las que el aborto es necesario, y sé cuáles son. Cuando la pareja es blanca y negra (esto ocurría en 1973; ayer). El negro podía votar y tener el mismo sueldo que un blanco así como sus mismas oportunidades, PERO nada de mezclarse y mucho menos acercarse a las mujeres blancas. Típico miedo-odio patriarcal. Aquí es a donde apunta Englehart. Es indubitable. Los villanos son personas normales conservadoras. Dicen que el país está dando un giro hacia lo correcto, pero sé que aún queda mucho liberal es el 1º pensamiento que conocemos de su líder. Nada de superpoderes. Tipos de la calle. Englehart se cuida las espaldas pues el grupo es mixto, hay negros y hay mujeres, si bien la mayoría son hombres blancos maduros, el perfil del votante republicano ayer y hoy. No apunta a nadie, apunta a la ideología. Esa que apela al dios de los cristianos y es comparada con el Capi para dejar claro que no es "americana". Los villanos tienen miedo de La Visión porque en el futuro pueden reclamar dchos. ya que al estar con una humana demuestra su humanidad, su igualdad. Tienen miedo de que eso acabe con su primacía. Lo asombroso de este caso es que Englehart los convierte en ... terroristas suicidas! En bombas humanas. La inspiración para ello, los musulmanes no habían recurrido aún a esa medida desesperada, nos revela Englehart en el mismo cómic que surgió de combinar los kamikazes con el complot antiHitler del maletín-bomba. El terrorismo suicida es muy antioccidental 1º porque el suicidio es anticristiano y 2º porque no es razonable. También es "antiamericano" ya que no se bombardea a nadie mientras se está a salvo en casa. Así, está claro que Englehart lo utiliza para denunciar al fanatismo. En este caso uno de raíz conservador, protofascista en cuanto que es agresivo, excluyente y fóbico, por ello justo tras presentárnoslos aparecen unos camisas pardas atacando a judíos, e hiperreligoso. Componente este necesario pues está históricamente demostrado que nadie se suicida matando si no es por un dios salvo que esté muy desesperado (todavía los japoneses en la 2ª Guerra Mundial consideraban a su emperador divino; totalitarismo/nacionalismo + religión= terrorismo suicida). En suma, una mentalidad premoderna que el guionista caracteriza bien. La muerte antes que el deshonor. Pero eso de las bombas no es una astucia de Englehart para hacer más interesante el nº. Las bombas no plantean un problema a los Vengadores. En ningún momento estos piensan salvar a los villanos de su fanatismo. Se limitan a defenderse. Claramente Englehart ha condenado de antemano a los terroristas por considerarlos insalvables y de maldad demostrada por lo que los superhéroes no necesitan demostrar su superioridad moral. Progresista pero intolerante. En fin uno de los nº más audaces de Marvel por lo que es de lamentar que esté pobremente dibujado y que los villanos tengan un diseño espantoso y ridículo.
A partir de aquí Englehart se va soltando y dando forma a un plan. Su etapa va a girar en torno a las mujeres, los 70 es la década más combativa del feminismo, y sus parejas, pero antes se marca el 1º multicrossover de la historia seguramente inspirado en el 2 1º anuales de Los Vengadores. Ya hablé de él pero quiero mentar la flojedad de su premisa: que para hacer el bien se necesite un objeto llamado el Ojo del Mal no hace a los superhéroes sospechar, lo mismo que Loki les alerte sobre la maldad de otros superhéroes. Quizás por eso Englehart se vio forzado a que Namor supiese esto último por ciencia infusa. También sorprende que Extraño borre las mentes de todo el planeta menos las Vengadoras y que sea capaz de restaurar todo el Universo, pero cosas más fáciles no.
En fin. El estreno de Englehart es flojo aunque dinámico y variado. Improvisar y tratar de dar fluidez a la cosa con clichés no suele ser efectivo. Sus 1º nº no aburren pero sólo tienen interés para el anticuario pese a que algunas de las líneas argumentales más longevas del Universo Marvel comienzan aquí como la del trío Wanda, Visión y Wonder Man. No ayuda el que sus dibujantes sean muy mediocres. Con todo hay que reconocer que la cosa mejora nº a nº y que el nº 113 es un precedente prometedor.
Vengadores 8
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