Ya está aquí ya llegó el nuevo evento marvelita. Tan poco ambicioso como el último pues, aunque es de escala galáctica, sólo afecta a los Vengadores de Hickman. Se ve que incluso la editorial se ha cansado de esos eventos que cambian las cosas de tal forma que nunca volverá a ser igual que afectan a todas las coles. Una palpable decadencia de la cosa que debería hacer reflexionar.
Con este evento hemos ganado pues Hickman es mejor que Bendis, Millar y Fraction. Es más soso que estos pero es más sólido y, además, utiliza muchos más elementos del Universo Marvel que aquellos, no busca sólo el golpe de efecto y añade cosas de su cosecha. Así, Infinito no parece ser un evento como era norma, chirriante porque no encajaba con lo tradicional y pobre porque se limitaba a jugar con lo que ya había (la persecución mutante, las diferencias de opinión entre superhéroes, los skrulls, los asgardianos y Ultrón). Gran parte de lo que sale en este evento ya existía hace tiempo (los estados galácticos, Thanos...) pero Hickman los desarrolla a la par que mete cosas nuevas como ese rollo de los constructores. Además, trae de nuevo la Ciencia Ficción a los superhéroes, cosa que encaja más con ellos que el noir y lo urbano que es lo que practicaban los anteriores niños bonitos. Lo malo es que el guionista es soso, lento y frío así que este nº aunque correcto no emociona ni interesa. Hay cosas buenas como el terror que tienen los villanos galácticos a la Tierra y el maquiavelismo de Thanos, pero ha pervertido a Rayo Negro, era un rey heroico y lo ha convertido en un taimado soberano, y le gusta esa cosa horrible que es los Iluminati. Esa parida de Bendis que es antiheroica porque los superhéroes no se ocultan (llevan uniformes de colores chillones!), no conspiran en las sombras (lo suyo es la violencia pública), no son políticos (son parasistema) y, por supuesto, no matan.
El dibujo es de J. Cheung. Un tío que dibuja bonito pero que no ha evolucionado en 20 años de tal modo que primero ya está muy visto y segundo no sabes que cómic suyo estás leyendo. Además, lo que tiene de bonito lo tiene de limitado, es incapaz de dibujar la edad y todo le sale demasiado limpio. No es el mejor para dibujar una historia sombría, su estilo mono es la antítesis de la gravedad y la ominosidad, las características fundamentales tanto de Thanos como de la historia de Hickman.
Así pues, Infinito es, de momento, el evento más sólido, coherente, complejo y diferente (aunque sigue la gastada fórmula tradicional para este tipo de cosas) de la Marvel del siglo XXI pero, como sus predecesores, sigue sin llegar. Si los anteriores fallaban en ello por su inanidad e incoherencia este lo hace por su frialdad y su falta de dinamismo, carencias que Cheung no va a compensar si bien el no va a dibujar todo. Así que tras su lectura estoy como siempre en estas cosas, frío como un pescado.
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