Leer algo válido sobre Hitler es difícil pues la carga de publicidad negativa que ha recibido es tan grande que empaña casi cualquier esfuerzo de escribir sobre él desde la neutralidad. Por ello este manga me parece muy atractivo. Al estar escrito por un japonés que vivió a principios del siglo XX no paga un alto peaje social por escribir una biografía de aquel dictador alemán y es un testigo presencial que comprende bien la mentalidad y los sentimientos de la época en que la Historia del mundo giraba en torno al 3º reich.
La biografía de Mizuki, a pesar de ir de más a menos, es notable porque es un relato bastante neutral, quizás algo benigno pero decididamente incompleto pues apenas toca el racismo y la homofobia de Hitler, preocupado por contextualizar al dictador alemán de origen austríaco y de comprenderle. Seguramente por esta razón este manga es desequilibrado, trata con más detalle la vida de Hitler antes de ser dictador. Un tiempo donde es más fácil percibir al verdadero cabo al estar despejado de todo oropel y carecer de aureola. No obstante, Mizuki no se ocupa de la infancia y adolescencia de su biografiado. Aún así su retrato es bastante consistente. Por tanto, fiable. Su Hitler es un tipo tanto con una gran seguridad en sí mismo como con un alto concepto de sí mismo. Esto es la clave de su éxito y de su caída. Su soberbia y confianza eran una fuerza arrolladora para el alemán humilde, la gente impresionable y para él mismo. Sus innatas dotes oratorias, hoy en día imposibles de calibrar, potenciadas por la circunstancia de que él creía fervientemente en lo que decía y su bruta perspicacia fueron simplemente medios. Una sociedad jerárquica y disciplinada y las ganas de venganza de la mayoría de los alemanes fueron ventajas. Con todo, según Mizuki, el punto de no retorno no fue la "maldad" de Hitler o la sumisión alemana sino la racha inicial de éxitos, tan fulgurantes como increíbles, que hicieron a Alemania creerse invencible. Lo que hizo de la Segunda Guerra Mundial la guerra más gigantesca jamás librada fue el que los alemanes se cegaron con sus victorias iniciales. No fueron capaces de ver que habían errado hasta que ya era demasiado tarde, y algunos como Hitler parece por lo visto aquí que murieron sin percatarse de ello. En fin, la biografía es bastante ecuánime al reflejar que una guerra mundial no la monta uno solo por muy malvado que sea, hace falta la ayuda de nefastos políticos (Mussolini, Chamberlain y Tojo entre otros), de otras ambiciones desmedidas (Stalin), de una coyuntura socioeconómica específica (la Crisis del 29), de la permisividad de la elites, del nacionalismo y de la lealtad de muchos y la fidelidad de unos pocos. Hitler no estaba loco pero su pasión y su ambición le llevaron a cometer actos que hoy son evidentes locuras porque tuvo la colaboración de mucha gente.
Gráficamente el cómic es notable. Mizuki es un mangaka zurdo que dibuja con la mano derecha porque perdió la izquierda en la Segunda Guerra Mundial. Por ello, su dibujo es sencillo, tosco y caricaturesco, pero eso no supone prácticamente ningún handicap. Hay muchos dibujantes que no son mancos pero que son incapaces de narrar visualmente con sentido y de expresar algo con sus dibujos. El estilo sencillo favorece la lectura y la caricatura no queda mal porque la biografía de Hitler en cierta forma es un disparate. Cuesta creer que fuese real ya que fue una persona muy rara y toda la década de los 30 resulta hoy bastante alucinante. Es sorprendente, no tanto viendo lo que hay hoy, que hubiese tanto tonto en el poder, es escalofriante lo rápido que se cambiaban los mapas políticos y es aterrador que la gente sea tan fácil de manipular. Es obligado mencionar las viñetas que son copias a mano de fotos históricas por su nivel de detalle, sólo un japonés es capaz de darse esa currada porque sí, y por ser un recurso estilístico muy acertado. Por un lado amplían la expresividad de la obra al contrastar con las de estilo sencillo y por el otro dan consistencia y veracidad al relato.
Así pues, Hitler de Mizuki es un cómic notable porque es a la vez una obra seria de Historia y un relato de ficción entretenido e interesante bien plasmado en imágenes. Un acercamiento veraz y sólido, aunque parcial pero no es una obra científica, que no resulta pesado, más que sobre una persona, sobre lo que podemos llegar a montar los humanos cuando nos ponemos irracionales.
Comentarios