Runaways nº 4.
Soy más completista como bloguero que como coleccionista de cómics. Cuando empiezo una serie de post me cuesta dejarla sin terminar. Así, de vez en cuando -pero no pocas veces- mencuentro sin nada nuevo que decir sobre la nueva entrega de una cole al ser esta igual a la anterior, la cual lo es también respecto a la que la precede, y así hastal principio. Es normal que el trabajo de un autor no cambie durante unos meses, pero casi también lo es que la serie tenga la misma calidad, interés y tono durante meses. Así, cuando todo eso se junta, uno no tiene nada nuevo que decir sobre el trabajo de los artífices de la cole y sobre la serie, así que da mucha pereza escribir gratis sobre la misma (como sabéis a mi ni la fama ni el dinero me han alcanzado y eso que corro despacito y dejando rastro:) ya que es repetirse. Por eso los autodeberes son horribles. En fin. Os recuerdo questa nueva encarnación de Runways es bastante buena (genial si eres fan del supergrupo) y que se caracteriza por ser muy actual pero estar construida desde el clasicismo. Es una serie enfocada al lector juvenil, pero por su calidad y bases clásicas puede gustar a cualquier pijamero al que esa edad ya empieza a ser un recuerdo tan vago como dorado. Aunque inevitablemente este querría que tuviese más acción y menos sentimientos y más superheroísmo y menos costumbrismo centennial. Es difícil decir algo desta serie que no haya dicho ya porque la guionista sigue a su nivel habitual -alto- y haciendo las cosas igual. Ni siquiera queste tomo tenga otro dibujante supone una oportunidad para decir algo nuevo porque aquel, A. Genolet, para mi ha sido indistinguible del habitual, K. Anka. Incluso se marca páginas apaisadas que un tomo estropea! (y eso que Runaways se mantiene en el mercado por los compradores de tomos, no por los que nos gusta la grapa). Por el bien dellos 2 espero questa confusión haya sido porque leo la serie cada pocos meses porque así se edita aquí y porque el colorista es el mismo en todos los episodios de la misma. Así pues este tomo es igual a los anteriores. Afortunadamente, quizás porque ahora R. Rowell -la guionista- se siente más cómoda y afianzada en la serie, ha dejado de escribir una historia sencilla y ligera en 6 episodios que termina con un interesante gancho final, para empezar aderezar tal esquema industrial con las típicas historias secundarias de los personajes. Así con ello ha variado el ritmo de tal modo que lo de siempre se puede tragar como si fuese la 1ª vez. La historia principal se desarrolla en 6 episodios pero aquí paralelamente a cada runaway o pareja de le ha brotado una historia singular que en este tomo no termina. Así, el susodicho destaca sobre los anteriores porque tiene la variedad que toda cole regular de supergrupo debe tener (por eso prefiero estas a la de los Juan Palomo), porque los personajes brillan más y se desarrollan mejor y porque la cosa está más animada ya que así hay más dinamismo y enredo pues cada historia es particular y va a su bola. Y encima por fin uno de los protas decide ser un superhéroe. Algunos combaten lansiedá haciendo heroísmo. Esto espero que vaya a más pese a que R. Rowell haya optado por presentar el superheroísmo de una forma tópica, a través del prisma del realismo. Partiendo de las aventuras clásicas de Spiderman la guionista muestra lo difícil que es ser superhéroe en el sentido de que no es fácil encontrar en una gran urbe alguien a quien salvar o alguien a quien pegar en unas pocas horas y sin medios. Supongo que R. Rowell opta por lo convencional porque le permite desplegar su gran buen sentido del humor, pero ningún producto de género debe burlarse de su género porque eso siempre acaba mal (véase el peplum o el spaguetti western). De todas formas esta ocasión es totalmente perdonable porque es un nº muy gracioso con gags nunca videados por mi. Así pues, pese a que yo no pertenezco ni por asomo al target desta cole y me gusta el superheroísmo sin vergüenza y en altas dosis y no el "sin cafeína", sigo disfrutando con Runaways. A ver como sigue la cosa. Ojalá se note más que los Runaways son de la Tierra Marvel.
Rey Thor nº 1.
Quizás recordéis (si os importase lo haríais:) que dejé Thor. Yo, un acérrimo coleccionista de la misma -con las miniseries soy más bien tibio porque ahí...- encontré en Aaron alguien más rápido que yo. No creía que se pudiese echar a Thor de su cole. Lo mío no fue por la sustitución de un hombre por una mujer mediante el ninguneo de tal varón pero sin que la sustituta tuviese dcho. a nombre propio o a ideosincrasia propia, sino por la desaparición del Thor marvelita. A mi me interesa ese personaje y por ello no me importa su estatus de turno. Soy flexible como una contorsionista, no creo que una serie siempre tenga ser igual a sus primigenios nºs, o a los nºs con los quempecé a leerla. Simplemente ... si no hay Thor, no hay compra. Esa es mi máxima délfica preferida. Cuando el dios marvelita volvió intenté reengancharme, pero mencontré queste -no yo- era ahora un borrachín idiota y así me topé con un techo de cristal y por ello hasta entonces invisible para mi. No me gustan ese tipo de personajes así que como ya había dejado la cole, no sentí la obligación de volver ya. Soy flexible cual contorsionista pero orgulloso. Si vuelvo lo haré según mis términos. Esa es mi máxima délfica preferida. Y entonces por fin la travesía en el desierto (más de 4 años) ha finalizado. Presumiblemente, porque a ver qué gamberrada es lo que se viene. Yo de Cates no me fío. Demasiado posmoderno y burlón para mi gusto. En fin, que como esto termina una historia de la que tengo como el 1/3 inicial pues me dije que bueno. Así, sin haber leído nada del Thor de Aaron en años (más de 2 años), he leído este nº sin problemas. Remite al principio de la historia pero de una forma tan vaga que creo que cualquiera puedempezar por aquí. Por lo demás la serie es tal y como era hace años. El guión de Aaron se mueve entre lo convencional y lo original, entre lo personal y lo industrial y entre lo bíblico y lo pagano (o soy el único que ve en este Thor y en este Loki a Caín y Abel?), y el dibujo de Ribic resulta peor de lo que es porque el tipo es un soso narrador. Pero aquí no están las gilipolleces de los últimos 5 años sino el saborcillo que da la sal, hasta una época posapocalíptíca tiene su apocalipsis, y la pimienta, todas las relaciones entre los dioses y sus adoradores mortales son tóxicas ya que no se basan en la igualdad y en ellas importan más las expectativas que los hechos. Así, ninguno puede vivir sin el otro, pero están condenados a decepcionarse constantemente. Nunca llueve a gustos de todos y el rigorismo eterno es imposible para un mortal. Por tanto esto es correcto; PERO es sólo el principio.
Fue por imágenes como esta por lo que me hice fan de los superhéroes. Cuando un cómic destos se pone así es cuando molan de verdad. El costumbrismo no puede ser el gancho de la cosa.
Rey Thor nº 1.
Quizás recordéis (si os importase lo haríais:) que dejé Thor. Yo, un acérrimo coleccionista de la misma -con las miniseries soy más bien tibio porque ahí...- encontré en Aaron alguien más rápido que yo. No creía que se pudiese echar a Thor de su cole. Lo mío no fue por la sustitución de un hombre por una mujer mediante el ninguneo de tal varón pero sin que la sustituta tuviese dcho. a nombre propio o a ideosincrasia propia, sino por la desaparición del Thor marvelita. A mi me interesa ese personaje y por ello no me importa su estatus de turno. Soy flexible como una contorsionista, no creo que una serie siempre tenga ser igual a sus primigenios nºs, o a los nºs con los quempecé a leerla. Simplemente ... si no hay Thor, no hay compra. Esa es mi máxima délfica preferida. Cuando el dios marvelita volvió intenté reengancharme, pero mencontré queste -no yo- era ahora un borrachín idiota y así me topé con un techo de cristal y por ello hasta entonces invisible para mi. No me gustan ese tipo de personajes así que como ya había dejado la cole, no sentí la obligación de volver ya. Soy flexible cual contorsionista pero orgulloso. Si vuelvo lo haré según mis términos. Esa es mi máxima délfica preferida. Y entonces por fin la travesía en el desierto (más de 4 años) ha finalizado. Presumiblemente, porque a ver qué gamberrada es lo que se viene. Yo de Cates no me fío. Demasiado posmoderno y burlón para mi gusto. En fin, que como esto termina una historia de la que tengo como el 1/3 inicial pues me dije que bueno. Así, sin haber leído nada del Thor de Aaron en años (más de 2 años), he leído este nº sin problemas. Remite al principio de la historia pero de una forma tan vaga que creo que cualquiera puedempezar por aquí. Por lo demás la serie es tal y como era hace años. El guión de Aaron se mueve entre lo convencional y lo original, entre lo personal y lo industrial y entre lo bíblico y lo pagano (o soy el único que ve en este Thor y en este Loki a Caín y Abel?), y el dibujo de Ribic resulta peor de lo que es porque el tipo es un soso narrador. Pero aquí no están las gilipolleces de los últimos 5 años sino el saborcillo que da la sal, hasta una época posapocalíptíca tiene su apocalipsis, y la pimienta, todas las relaciones entre los dioses y sus adoradores mortales son tóxicas ya que no se basan en la igualdad y en ellas importan más las expectativas que los hechos. Así, ninguno puede vivir sin el otro, pero están condenados a decepcionarse constantemente. Nunca llueve a gustos de todos y el rigorismo eterno es imposible para un mortal. Por tanto esto es correcto; PERO es sólo el principio.
Comentarios
Igual para la próxima Herodes Comic Con voy como invitado y me colocan a firmar tebeos de Alan Moore al lado de uno de esos niños actores de Hollywood con cara de monstruo que suelen servir de reclamo en esos eventos.
¿Jason Aaron era ese señor que no distinguía la magia de la religión? Como coincida con él le hago algo malo de tu parte.
[Creo que has sido injusto con los Knauf: me ha gustado el primer libro, voy a por el segundo y te lo cuento.]
Ismamelón Sobrino
Muy bien pero asegúrate que sentera que vas de mi parte.
Tespero aquí :D!