Hace un tiempo repasé Thunderbolts pero se me olvidó esto... La cole andaba mal así que sestaba pensando en remodelarla. Meter al Hulk rojo, del que nadie hoy se acuerda, quizás hubiera estado bueno, y remover un poco las cosas, pero al final Marvel decidió que quería ese título para una cole diferente y nueva. Ni idea de porque quería usar una cabecera con solera para una cole que pretendía ser nueva y original, que, por supuesto, no llegó a ningún sitio, destino que todo aficionado preveyó porque su premisa no tenía ningún sentido salvo en la cabeza dalguien que no sabe de superhéroes. En fin, cosas del efímero Marvel Now. En compensación Marvel dio algo de cancha a J. Parker, desde que los editores son antiguos autores se trata mejor a los creadores, para que terminase lo questaba contando, pero lencasquetó a la cole un título nuevo muy posmoderno, es decir, déxito efímero: Vengadores Oscuros. El caso es que eso solo subió las ventas. En EE.UU. hace tiempo que los cómics funcionan por especulación: las editoriales anuncian como medio año antes un nº con su portada y sinopsis, y si hay suficientes pedidos se lleva adelante, o sea, la gente compra según expectativas porque sólo tiene la portada y la sinopsis como elementos de juicio, así que la cancha que Marvel puso a Parker al final fue más larga.
Mientras se publicaba la etapa deste guionista yo demandaba su cabeza. Está escrito. Parker hacía un trabajo soso y se notaba que no estaba a gusto. Desde luego yo interpreto su etapa como una metáfora de su estancia en la cole: por un lado unos thunderbolts que se piran del presente (él) y por el otro unas autoridades cada vez más tiránicas (la editorial). En fin, el tío fue mejorando poco a poco, aunque sin superar la mediocridad, por lo que el cierre llegó en el mejor momento de la etapa, que se prolonga en estos nºs aunque en realidad lo que Parker hace es recontar su última historia con el título apropiado. En esos nºs sus thunderbolts huidos escapaban con éxito, y en estos pasa lo mismo. Los thunderbolts-vengadores oscuros pasan a una Tierra Marvel alternativa donde se liberan del control del gobierno. Esta Tierra Marvel alternativa no es nada del otro mundo, aunque es algo originalilla, pero la historia es dinámica, irónica y, aunque pelín alargada, permite que todos los personajes se luzcan de tal modo que hubiera estado bien que la cosa hubiera seguido porque deja con ganas de leerlos más, aunque con otro guionista ya que, evidentemente, una cole clásica de superhéroes no es el sitio para Parker.
Le acompañan aquí una ensalada de dibujantes mediocres del que sólo destaca K. Walker, pero por el coloreado que le dan a su dibujo, porque por su estilo grotesco, radicalizado por su torpeza, no es apropiado para el mainstream. La mayor parte de la historia la realiza N. Edwards, que es un dibujante de montón que, al empeñarse en utilizar el estilo seudorrealista típico de los superhéroes, lo único que hace es ser más anodino y vulgar. No le hace ningún favor un color de trámite, de serie sentenciada.
Cuando leí estos cómics por 1ª vez pensaba queste supergrupo iba a seguir el camino de Alpha Flight, mi supergrupo favorito. Así que me ha sorprendido su relanzamiento. La coincidencia deste y esta relectura ha sido total casualidad. Se ve que Marvel está intentado volverse un pelín clasicota ya que sus cantos de sirena no han atraído a muchos/suficientes desos jóvenes lectores de cómics que no son hombres blancos protestantes. En fin, aunque Thunderbolts para estos últimos momentos que les comento está bastante desnaturalizada, como muy bien indica su nuevo título, no porque apenas quedan thunderbolts originales (3 pero en roles secundarios), sino porque la premisa original: unos exsupervillanos intentando que sus superheroicidades les permitiesen librarse del castigo por sus superdelitos de antaño, ha pasado a: unos supervillanos controlados por la típica rama del gobierno estadounidense que sencarga de las operaciones sucias. Así, el tema de la redención ha dejado paso al de la libertad. Si al principio los thunderbolts hacían heroicidades de motu proprio, al final lo que intentan es liberarse de la tiranía gubernamental de motu proprio, con lo que unos supervillanos han atraído nuestras simpatías. En cualquier caso este final no desluce a Thunderbolts, la cole moderna de Marvel que más éxito ha tenido. Parker se ha ido por peteneras, está mediocre y no desarrolla a los personajes, pero en conjunto su etapa no está muy lejos de la media y desde luego, a su modo, es más fiel al espíritu de la cole que el engendro de Ellis y lo que vino después hasta que él llegó. Por desgracia no supo encontrarse con la serie y con la editorial y por ello huyó hacia delante hasta que le atraparon.
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