Gracias a la biblioteca del barrio donde vivo he podido leer el otro cómic del año. Y la verdad, le escribo un post por eso (es curioso que desde que se publicó en España ya no se ha vuelto hablar de él), ya que por sí mismo no me ha motivado.
Lo 1º decir que no me ha parecido tan espeluznante como la opinión mayoritaria dice. Me esperaba un cómic malísimo, pero me he encontrado con un cómic mediocre que rezuma extravagancia por todos lados. Este último punto creo que es el mayor handicap de este cómic pues lo hace ininteligible. Quiero decir, lo he leído entero y no me he enterado, igual que todo el mundo, de qué es lo que Miller quiere contar. De esta forma, la falta de respuesta a la pregunta de qué está contando es lo que más perjudica a esta obra. Qué es? Una gamberrada? El producto de una mente decadente? Una parodia del grim&gritty que el contribuyó a crear? El delirante pensamiento de un neocon? Un timo? Ni idea. Y lo malo es que nada se puede descartar, porque en sus páginas se pueden encontrar elementos que respondan afirmativamente a todas esas preguntas. De todas formas, aún siendo una excentricidad, es la típica obra milleriana, pues esta presente el tema ordálico, el psicológico, el de descenso a los infiernos y el de la génesis de un ser sobrehumano y, dentro del universo milleriano de Batman, la dialéctica entre este y Superman, además de estar (co)protagonizada por un niño (Martha Washington, Ronin o Badboy).
Lo importante aquí es Robin, él es el auténtico protagonista, aunque en realidad es un vehículo para hablar sobre Batman. La sensación que me ha dado la lectura es que este cómic es una especie de evangelio perdido. Me explico, de Jesús no sabemos nada, los evangelios hablan de su nacimiento y luego pegan una elipsis tremenda que nos lleva a 30 años después. Esto hace que no sepamos nada de la infancia y juventud de ese pj. Con los superhéroes, exceptuando a Superman, pasa lo mismo, en especial con Batman (aunque su longevidad y éxito ha hecho que hayan surgido historias ambientadas en ese hueco). De la infancia de Batman sólo sabemos que sus padres fueron asesinados en su presencia, todo lo demás es de muchos años después. Esto es evidente si nos circunscribimos exclusivamente al Batman de Miller. En fin, que a mi me ha parecido que este guionista quiere contarnos la infancia y juventud de Batman a través de su relación con Robin, alguien bastante similar a él, así como la conversión de los superhéroes en tales.
Batman y WW son retratados aquí como unos psicópatas y Canario Negro como una sociópata. Todos disfrutan enormemente con la violencia y no les redime, en estos tiempos pacifistas que no sé si serán compartidos por Miller, que hayan decidido centrarse en los delincuentes. De esta forma, todos los superhéroes de "All Star Batman y Robin" son justicieros, es decir, superhéroes más cercanos a como eran primitivamente (cuando Batman iba con pistolas). En esto Miller sigue siendo el mismo pues, como en su DD, sigue presentando a los superhéroes como gente muy violenta que se toma la justicia por su mano, o sea, locos. Y para él, parece ser, el más loco de todos es Batman. De ahí que el Batman de este cómic sea un chalado patético aunque peligroso (cuestiona el status quo, anima a más gente a hacer lo mismo y, sobre todo, impide que los superhéroes tengan buena imagen). Aquí entra en juego Robin pues parece que este es la pieza fundamental para la curación de la psicopatía que sufre Batman. Leyendo a Miller parece (porque la obra está inacabada) que el hecho de empezar a ser un padre (que lo sea de forma muy peculiar no invalida su paternidad) le va a curar, mediante el mecanismo freudiano de transferencia (algo me hace sospechar que Miller controla de Psicología), su trauma infantil. Es decir, Batman siendo padre va a rellenar el hueco que la traumática pérdida de su padre dejó.
Esto lo cuenta el guionista con su estilo heredero de las novelas hard boiled e imponiendo una narrativa más a lo Sin city que mainstream. Pero, a pesar de que sigue siendo capaz de emocionar y comunicar, se ha abonado con pericia al descompressive storytelling y no cuenta nada excesivamente interesante e, incluso, novedoso. Lo cual hace que su trabajo sea mediocre y por tanto, en vez de ser revolucionario, sea, tan solo, una gamberrada sin consecuencias (aunque aún la obra no está terminada).
Si Miller está mediocre, J. Lee está nefasto, aunque a diferencia del 1º, esto es lo habitual. Yo sigo sin entender como un dibujante tan malo ha sido uno de los más revolucionarios de la Historia. No tiene ni idea de anatomía ni de perspectiva y sus nociones de estética, composición y narrativa son mínimas. Sus viñetas son tan pésimas que sacan a uno de la lectura. Esos hombros imposibles, esos cuellos dislocados, esas piernas dispares, esas muñecas tan gruesas como los bíceps, esa incapacidad para expresar emociones (de ahí lo de los dientes cerrados una y otra vez, expresión tanto de la frustración de los dibujantes por su torpeza, como de su incapacidad para dibujar cualquier otro gesto emocional). Y saliéndonos de la anatomía, nos encontramos con un estilo limitadísimo que no sabe más que maldibujar cuerpos musculosos, jóvenes, muñecas y uniformes superheoricos. Esto último es ridículo. La incapacidad de Lee por dibujar vestidos de calle (los comics Image, y por extensión los de Lee, son atemporales en el sentido de que por su moda no se pueden datar), hace que los comics donde tienen mucha presencia ambientes no superheroicos, como este, estos sean absurdos. En fin, viendo esto me explico que Lee luchase por controlar los guiones, ya que un guión como diso manda exige cosas que él es incapaz de hacer como expresar emociones (cómo debía sufrir con las parrafadas introspectivas de Claremont), dibujar personas normales, trajes de paisano, interiores, etc. En cuanto a su composición, esta es muy elemental y sobre todo convencional, de forma que es muy repetitiva y por eso sosa ya que se limita a reiterar una y otra vez los mismos esquemas, muchos de ellos empleados desde hace décadas. Tengo que reconocer que aquí narrativamente esta bien, pero es porque Miller, se nota un huevo, le ha impuesto la narrativa para hacer un favor tanto a él como a la humanidad. De esta forma, aunque pésimo, el trabajo de Lee resulta legible y sólo estorba en vez de incordiar. El gran problema de esto es el estilo contundente y realista con el Lee que quiere ser entintado, ya que este lo único que hace es poner más en evidencia todos los errores que comete. No respetar la anatomía no tiene porque traer malos resultados, ahí esta el majestuoso dibujo de G. Colan y dibujar mal tampoco, ahí esta el potente dibujo de Miller (como demuestran sus portadas, mucho mejores que las de Lee porque son más originales, contundentes, delirantes y expresivas). El truco esta en el entintado, si este no contradice el dibujo es perfecto. Lee, como dibujas con el culo, no hagas que te entinten como si lo hicieses de puta madre porque el resultado es aberrante.
La edición de PDA no me ha gustado. No he visto ningún error en ella (si obviamos la rotulación del título), simplemente la encuentro fuera de lugar. Para empezar el tamaño, ignoro si el original es así de grande, pero, desde luego, este tamaño no favorece las continuas y groseras meteduras de pata de Lee. No me parece bien PDA que manipules el tamaño de los originales, lo admito si es por imperativos mercantiles, pero por lo menos hazlo con sentido, no aumentes lo que no está hecho para ser aumentado (como el dibujo de Gibbons) ni disminuyas lo que no está hecho para ser disminuido (como casi toda la bd que publicas). Por otro lado, el aspecto de tomo de enciclopedia no encaja con el contenido así que resulta una edición aberrante. Aunque de todas formas, a diferencia de la de ASS, no es lo que ha hecho que no vaya a comprar este cómic.
Así pues, tenemos un cómic muy heteredoxo, lo que explica que haya descolocado y sacado de quicio a los lectores habituales pues el estar acostumbrados a unos convencionalismos y unos cánones muy concretos ha hecho que hayan perdido cintura (no es casualidad que el estereotipo de fan pijamero sea un gordo). Pero esta heterodoxia, siempre bienvenida en todo ámbito industrial, no puede ocultar ni justificar el trabajo, por el momento ya que está inacabado, de Lee y Miller. Nefasto e incapaz de hacer algo a derechas en el caso del 1º y muy mediocre en el caso del 2º (aunque igual es que tiene que hacer las cosas así para motivarse a escribir guiones de superhéroes, un género que no le atrae ahora y en el que ya ha dicho todo, que van a ser dibujados por Lee). Así pues, entre el formato tomo de enciclopedia y el trabajo de los autores la lectura de "All Star Batman y Robin" es un poco plomo y absolutamente olvidable.
Comentarios
Por ciero,para mi Lee tambien ha pegado un bajonazo,mirad este All Star Batman o su Silencio y comparadlo con sus miticos numeros en los X-Men de Claremont(que en ese momento ya estaban empezando a ser sus X-Men).
Por otro lado Survivor, no enterremos al oso antes de matarlo o como se diga, a Miller aún le queda mucha vida por delante, así que quizás pase esta actual etapa y vuelva con un cómic (no necesariamente de supers) que haga que todos humedezcamos nuestras bragas otra vez.
Ojala,prefiero que haga algo propio,que seguramente sera mejor,en vez de cosas como este Batman o su peli de Spirit.
PD: ¿Las portadas de Miller mejores que la de Lee?, bufff, ni de lejos, vaya, las portadas de Miller al igual que aquel dibujo quen hizo de The Spirit son malas, malas.
Muy bueno :)
Comparto el análisis al 100%.
Miller parece que tiene miedo a que se siga comparando cualquier cosa que pueda hacer para Batman con su "Año Uno" o con el "DK Returns", y opta por auto parodiarse (Batman-Spawn, DK2 y ahora esto). Pero es cierto que incluso en sus obras más huecas en cuanto a ideas e historia, si las dibuja él, que es un narrador soberbio (en cómic), la obra gana muchos enteros. Incluso ahora, que parece que dibuja con brochas para pintar paredes, obtiene imágenes y secuencias con una fuerza con la que gente como Jim Lee sólo puede soñar igualar algún día.