Debido a un error informático de algún tipo, el nonato post original ha sido abortado. Espero que este descansando en paz en la biblioteca de Lucién o donde quiera que vayan los post que desaparecen en los procelosos mares digitales que todo lo tragan y nada devuelven. Justo cuando lo he ido a publicar algo ha pasado, algo grave, porque ni siquiera ha quedado el borrador, y nos hemos quedado sin él. :( Por eso llega tarde a su cita con ustedes. Así que, abatido y consternado, presa de la pereza y la frustración, paso de reescribirlo de alguna forma, por lo que este post que esta leyendo no responde a los deseos iniciales de su autor.
Hace tiempo dije en el blog que la serie "Nip/tuck" me parece la mejor serie de tv de toda la Historia. Pero ahora que he terminado de ver "Malcolm in the middle", estoy dudando de su primacía. Las 2 series son magníficas. Aunque son bien distintas, ambas estan maravillosamente realizadas, son originales, inteligentísimas y me encantan. Lo que ocurre es que el humor es lo que más me gusta, y en eso gana Malcolm. En fin, sea como sea, lo importante es que "Malcolm in the middle" es una espléndida serie.
Me encanta porque es una serie imaginativa, fresca, desenfadada, original, sorprendente y divertidísima. El surrealismo de la serie conseguido a través de la exageración y la reducción al absurdo de la cotidanidad estadounidense me parece genial y es lo que me atrapa. Su comicidad me hace reír y disfrutar tanto, que siempre me da pena que el episodio acabe. Además, es admirable por lo bien que esta hecha y resuelta y tiene un poco de crítica social.
Los guiones son brillantes. Los pjs son carismáticos y, dentro de su absurdez, bastante reales. Los episodios estan magistralmente realizados. Los actores estan estupendos como mínimo, y eso que algunos son niños, que suelen resultar pésimos actores. Pero lo mejor es que a pesar de ser una serie tan larga y de tanta calidad, no empeora, ni cae en la autocomplacencia, ni cambia de espíritu como muchas series de éxito. Esto hace que en conjunto sea una de las series más sólidas, coherentes y notables de la historia. Lo cual es admirable, porque siempre es muy difícil mantener una línea y más, si es de calidad, por lo que sus artífices son dignos de admiración.
Esta mitad de la serie me ha parecido menos graciosa que la otra (es imposible superar el episodio de los murciélagos, del mono o el de la bolera, este último el mejor de la serie y un hito televisivo). Pero eso no quiere decir que sea peor. La pérdida para este tramo de la serie del hermano mayor, que era una de sus mejores bazas y su estancia en Alaska uno de los momentos más álgidos, y la disminución de la aparición de sus estupendos secundarios, todos entrañables y simpáticos freaks como el genial Feldspar o los tiernos nerds, hacían imposible alcanzar las anteriores cotas de comicidad. Pero la serie consiguió no perder calidad al enriquecerse y ganar en matices desarrollando más los pjs principales, los cuales en su mayoría estaban sólo esbozados, y potenciando más a la familia como fuente de argumentos. Así, Reese gana en importancia y descubrimos su poético e infantil mundo interior, apreciamos con todo detalle la vida trágica de Dewey, para mi el mejor pj de la serie, por ser el hermano menor de una familia pobre (nunca tendrá nada nuevo ni propio) y el más sensible en una familia de cafres y egoístas en el que él es siempre lo último, y conocemos mejor las personalidades de los restantes miembros de la familia.
Así pues, esta mitad mantiene el tipo con episodios tan geniales como aquel en que Reese se hace miembro de una jauría de perros callejeros, aquel en el que este se alista en el ejército, aquel en que la madre se hace autoterapia hablando con su bebé, aquel en el que Dewey cree que sus padres son ricos porque ahorran no gastando en sus hijos, aquel en el que Hal va a clases de paternidad con su bebé o el emotivo último episodio, con su magnífico final, en el que los 2 hermanos, el prodigio y el tonto, trabajan en lo mismo, fregando suelos. Final duro y áspero pero que la serie consigue camuflar como algo positivo y esperanzador. También tiene gags inolvidables, como aquel en que Hal, ciego, cree que ha ganado una carrera al irrumpir en el escenario de un crimen, que esta excepcionalmente rodado, o el de la lucha a lo Ben Hur de Hal y una abeja. Este, por su dificultad, no esta muy allá rodado ni rematado, pero es tan delirante, que es imposible no carcajearse con él ni aplaudirle.
Por todo esto "Malcolm in the middle" es una de las mejores series de todos los tiempos. Una de las escasas series que dan pena que terminen porque te lo hace pasar muy bien y ha logrado que le cojas cariño a los pjs de forma que, como se solía decir, son parte de tu familia. Pero para mi su virtud no es que sólo sea una serie brillante en todos los sentidos, sino que además es un estupendo y exacto retrato de una familia occidental. En mi opinión, todos (al menos los que somos de familia numerosa) nos podemos reconocer en la familia Wilkerson (es curioso lo poco que se les nombra por su apellido a lo largo de la serie) porque esas relaciones familiares, el que la familia sea un ente autónomo, casi estanco, que sirve de refugio, los sacrificios de los padres para que a sus hijos les vaya mejor que a ellos y el que los hijos, a pesar de todo lo que luchan por no ser "clones" de sus padres, lo son, son cosas no sólo de las familias de ficción. Así pues, como imagino que les gusta disfrutar, veánla.
Comentarios
Mi episodio preferido de Dewey es aquel del concurso de piano o ese otro en el que se quedaba en casa con una cuidadora. Pero yo prefiero al padre y el capítulo de la agencia secreta. Muerte a Antena 3, por cierto.
Esta serie es el anti-Friends (serie nazi por excelencia: Sexo en Nueva York, Ali McBeal y Friends, el tridente maligno consagrado a la fealdad).
En eso tienes razón es una serie comprometida, no es "nazi" como tu dices.