La Guerra Kree-Skrull es un clasicazo de Marvel a pesar de que es una saga muy mediocre. La responsabilidad de que un buen argumento al final no brillase todo lo que podía se debe al creador del mismo, el guionista R. Thomas porque es un autor muy mediocre, demasiado fanfictionero y poco original (una parte importante de su producción son adaptaciones, versiones o desarrollos de ideas de otros), él mismo reconoce que esta saga se inspira en la olvidada novela Esta isla, la Tierra... adaptada al cine con el mismo título pero conocida aquí como Regreso a la Tierra. A pesar de ello su cultura, su ego y su avidez lectora han permitido a Thomas ser uno de sus principales cimentadores y uno de los principales enriquecedores del Universo Marvel. De esto es testimonio el que muchos de los títulos de las grapas que componen la saga son guiños a obras de CF. "Objetivo la Tierra" es también el título de una peli de 1954 que en España se conoce como Invasores de otros mundos, "Viaje al centro del androide" recuerda a Viaje al centro de la Tierra a pesar de que su argumento es el de la peli Un viaje alucinante (1966), "La guerra de los monstruos" evoca a La guerra de los mundos, "Más que inhumano" alude a la novela de Sturgeon de 1953 Más que humano (la cual avanza el tema de los mutantes), "1971: una Odisea espacial" a la peli de Kubrick 2001, "He aquí los mandroides" a la novela de Moorcock de 1969 He aquí el hombre (que es una frase de los Evangelios), "Algo inhumano viene hacia aquí" es la versión del título de una novela de Bradbury, Algo malvado viene hacía aquí (1962), en España conocida como La fiera de las tinieblas, "La amenaza de Andrómeda" es también el título de una novela de Crichton de 1969 que se adaptó al Cine en 1971 (el mismo año en que se empezó a publicar esta saga) y "El fin de la divinidad" esconde El fin de la infancia de A. C. Clarke (1956).
El trabajo de Thomas se caracteriza por una prosa demasiado recargada y muchas veces reiterativa o innecesaria, esto hace que sus guiones hayan envejecido mucho. Una excepción a esto es esta saga seguramente por los dibujantes con los que colaboró pues el resultado final de las obras de Thomas, como practicaba el método Marvel, dependía mucho del trabajo del dibujante. Por ello sus mejores obras, como los primeros nº de Conan el Bárbaro, son aquellas en las que su pareja era la que dirigía el baile. En fin, el argumento es original y parte de lo único bueno que tiene Thomas como guionista marvelita, la capacidad para concretar las posibilidades creativas de lo ideado anteriormente por otros. El resto es muy mediocre porque su creador jamás vio las posibilidades de su idea. La saga es como es gracias a N. Adams, por ello comparto con él que se sienta el autor de la misma, y no es todo lo buena que podía haber sido porque Thomas aprovechó un despiste del dibujante para acabarla.
La saga comienza muy bien. Aunque los nº más populares son los de N. Adams, los mejores son los de S. Buscema. El principio es una aventurilla de un grupo de vengatas flojo en poder sencilla, interesante y entretenida que tuvo, además, la bondad de hacer que Thomas se le ocurriese la idea de que los Kree y los Skrull fuesen archienemigos y que eso pusiese en peligro a la Tierra. Así, el siguiente nº es un episodio de transición. Una historia sin acción que tiene como objeto preparar la vuelta a los Vengadores de la trinidad Marvel (Thor, Capi y Iron Man), seguramente esta sea la 1ª vez en la que la superioridad destos se plasma, en el siguiente nº, el 1º del ya mencionado N. Adams, uno de los mejores dibujantes mainstream, quien colaboró en los argumentos tan bien que acabó provocando que Thomas tuviese miedo de que le robase su historia de modo que la cerró en cuanto pudo. Por eso la llegada del dibujante la saga entra en otra dimensión. No obstante su 1º nº, un clasicazo en sí mismo por su espectacularidad, es el último bueno de la saga. A partir de aquí a Thomas le entran las prisas y así estropea una saga que por su complejidad y bondad precisaba más espacio y dedicación. Pero al guionista le interesaba más resolver asuntos que narrar. Así, los inhumanos aparecen simplemente porque le dejaron colgada la historia que estaba contando con ellos y quiso terminarla aunque fuese atropelladamente. Por eso ese nº, aunque en él pasan cosas importantes para la historia, no tiene mucho que ver con la guerra (tampoco está mal porque N. Adams dibuja a los peores inhumanos de la Historia; seguramente ya estaba cansándose). Lo mismo pasa con el motivo de la historia. A Thomas le habían cancelado sus aventuras del Cpt. Mar-Vel justo cuando le había convertido en una versión del Cpt. Marvel antaño y hoy Shazam de DC, su editorial favorita de adolescente, y no quiso resignarse. Está claro, en perspectiva, que los planes de N. Adams para que durase más, que incluía un nº en el futuro, una audacia para la época que demuestra que el dibujante es mejor narrador que el guionista, eran mejores que los de Thomas, quien nunca planificó su saga. Sólo hay que leer el anticlimático último nº por lo precipitado y estático que es para darse cuenta. Una grapa es demasiado poco para resolver 5 tramas paralelas de una historia de magnitud galáctica. Lo demuestra el que el total de sus viñetas es muy superior a la media Marvel. Por eso hay cosas que quedan en el aire, qué cojones pasa con los skrull y los kree?, y otras quedan pendientes, lo que hace que el tomo no sea concluyente. Cosa que, imagino, disgustará a aquellos que no sepan como concluye la trama de Clint. Así pues, el resultado es una saga de final precipitado que va de más a menos que se ha convertido en un clásico por las aportaciones al UM de Thomas y por el trabajo de N. Adams.
Los 4 1º nº de la saga son uno de los mejores trabajos de S. Buscema porque la habitual espartanidad de sus dibujos está comedida. Así, brillan en las páginas su buena narrativa, que aligera al pesado de Thomas, y su magistral estilo sintético, puro cómic pop. Ahí están las fabulosas 1º 5 viñetas del 1º nº como magnífico ejemplo de lo que este gran artesano podía conseguir en sus días buenos. Con N. Adams la saga cambia totalmente porque su estilo es totalmente diferente al de S. Buscema. Su academicismo apolíneo, su búsqueda de la profundidad por medio de la figura, su manierismo (un tanto gay) y su espectacularidad son elementos que se salen del cómic pop. Por eso la saga adquiere un aspecto moderno (ya que su estilo es el que se ha impuesto en el mainstream desde los 90) y lo que es decisivo, realista, de modo que la carga emocional de sus páginas es diferente. Un trabajo que impactó sobremanera a A. Davis ya que su trabajo está plagado de viñetas que versionan viñetas de N. Adams desta historia, cosa que es un homenaje a lo que supuso aquel en el mainstream. Completa la saga J. Buscema, que podría haber sido mejor que N. Adams de haber puesto más interés en los superhéroes, que hace uno de sus mejores trabajos sin duda picado por el recital de este.
La edición de Panini tiene la pega de que el papel no es el más adecuado para el color y es tan fea como robusta pero es ajustada de precio. Incluye un lamentable artículo que el ridículo Fonseca tilda de ensayo. Un ensayo es algo crítico y profundo, no un relato superficial que no va más allá de la anécdota, por tanto, lamento, porque esta 2º edición es más cara, no haberme hecho con la anterior ya que sólo se diferencia, además de por ser 3€ más barata, en que no incluye el "ensayo" de Fonseca.
Así pues La Guerra Kree-Skrull es un clasicazo y una lectura entretenida y vital para comprender el UM y el mainstream. Para ilustrar su importancia sólo hay que ver que es la semilla de muchas historias posteriores, entre ellas Tormenta Galáctica, Siempre Vengadores e Invasión Secreta. Esto es muy paradójico porque el trabajo de Thomas es muy flojo, ya se ha señalado. Si la historia se lee de una sentada queda claro que es incongruente, confusa y va a bandazos. Y esto se debe, esto queda claro leyendo estos nºs, a que su guionista la fue haciendo sobre la marcha y sin repasar. Seguramente la solución a tal paradoja es que deslumbró porque algo tan ambicioso y largo jamás se había hecho, son nºs mejores que cualquiera de los precedentes, es el final de una época en Marvel y el principio de otra y supo capturar lo que en 1971 estaba pasando en EE.UU. Thomas planteó su historia como un homenaje a los 50, su década adolescente, un momento que había muerto en 1968 aunque eso no se empezó a sentir hasta 1970. Los 50 fue una época caracterizada por un conservadurismo enloquecido por la Guerra Fría y los 70 es el fin de todo eso: fin de la segregación, fin del machismo y fin del autoritarismo. Así, en esta historia homenajea a la Ciencia Ficción de aquella década, el fenómeno del macarthismo evocado mediante el personaje de Craddock, el ocaso de la cosmovisión en B&N y el fin del patriarcalismo, que es junto al imperialismo lo que simbolizan tanto los kree como los skrull. Por tanto, esta historia, aunque mediocre, es el fin de una época en Marvel, la de sus inicios, y el comienzo de otra con historias más variadas, más juveniles y más comprometidas, lo que caracteriza a la Marvel de los 70. En suma, La Guerra Kree-Skrull pone fin a los superhéroes ingenuos de Lee&Kirby que eran una especie de ejercicio de nostalgia como demuestra elocuentemente el renacimiento del Capitán América y se puede ver en la tierna mirada a los superhéroes de los 40 y finales de los 50 que son los guiones de los 60 de Thomas. El símbolo deste final es la dimisión de Pym, el Vengador que había dominado la cole de una forma u otra en sus 1ºs 90 nºs.
Comentarios
Sí, vista hoy en día es una saga mediocre, pero pongámonos en 1971, tampoco había tantas cosas que fueran mejores dentro del pijameo, y esta es una de las piedras de base sin las cuales posiblemente no se hubieran construido los monumentos posteriores.
También quisiera romper una lanza a favor de los primeros años de Thomas como guionista, y muy especialmente por sus Vengadores, los primeros números (con Don Heck) son bastante infumables, pero en cuanto llega John Buscema le coge el ritmo y, en una etapa muy inspirada, crea el supergrupo en el que prácticamente todos los demás se han mirado posteriormente. Pasado el ecuador de la etapa vuelve a una cierta mediocridad y ya hacia el final recupera otra vez el pulso con los números de Sal Buscema para la saga o los de Barry Smith. Las grandes etapas de Englehart, Shooter-Michelinie y Stern (con sus logros y aportaciones) que completan el canon clásico no dejan de ser continuístas con el modelo Thomas.
Y si no estamos en 1971, pero a la hora de entender una obra creo que es fundamental el contexto, ponerse en situación. Con todo la Guerra Kree-Skrull me parece aún leido hoy un tebeo magnifico.
Lo único que ha sobrevivido es el dibujo de Neal Adams: el guión y los diálogos de Thomas han quedado caducos.
La prueba del tiempo ha sido cruel: esto tiene un interés arqueológico, sólo justificado por el atractivo dibujo de Adams