Yo he tardado unos 3 meses en leer esto porque no mhabía enterao de que había salido ya que lo hizo cuando estaba de vacaciones. Menos mal que lo vi en una tienda 2 meses después. Esto pasa por no publicitar las novedades al menos con un mes de antelación y porque, especulo, esta serie debe haber vendido poco ya que en las tiendas (y yo compró en uno de los 2 epicentros del Cómic en España, lo publicado aquí que no está ahí, no es que sea underground, es que no existe) sólo se mantuvo la semana en quera novedad. Luego, las tiendas lo devolvieron porque no lo querían en su fondo. También pudo ser que en realidad haya salido (o sido distribuido) después de cuando su editorial dice porque yo lo vi en la sección de novedades; pero entonces he de pensar que al epicentro donde yo compro no le interesó traer este cómic, y eso es raro. En cualquier caso no es buena política editorial, opino, publicar el 4 de 4 cerca de 2 años después del 3 de 4 habiendo podido hacerlo antes, y conformarse con dirigir la publicidad sólo a los parroquianos de la editorial. Así pues abordo esto sin releer, con un lapsus de 1 año entre mi lectura de los 3 nºs anteriores y este.
Debido a ese hiato me ha costado un poco seguir la historia pero no creo que sea por eso el queste final me haya parecido caótico y mediocre. Un bajón notable respecto a lo anterior. Está claro que K. Toussaint no estructuró su historia ni tenía muy claro cómo contarla; no lo digo por el casi desastre que es este 4º nº sino porque él mismo ha reconocido que la serie fue concebida como una trilogía. Sólo una vez metidos en harina vieron que se necesitaba otro álbum más. No sé si un 5º nº hubiera estado mejor ya que eso es alargar en exceso esta historia, pero desde luego K. Toussaint debería haber empleado muchos menos personajes. En todo caso este nº 4 no estropea todo lo conseguido por los anteriores. Trastocar y meter morcillas modernas (que no es lo mismo que modernizar) para convertir la Odisea en una auténtica Telemaquia sin traicionar el original sigue siendo el gran éxito y valor desta serie pese a su final algo desastroso. La armonía conseguida por K. Toussaint entre iconoclastia y reverencia demuestra que no es necesario pervertir los mitos griegos para explotarlos, lo malo para muchos es que también demuestra que para ello hay que conocerlos bien, y hace que Telémaco sea recomendable. Pero las prisas son malas, sobre todo al final. No estamos ante un fin apresurado sino ante uno en el que tiene muchos elementos cuando precisamente el arte describir es ir despejando las cosas durante el nudo para llegar al desenlace sólo con lo necesario e importante. Al haber sido K. Toussaint incapaz dello, su moraleja moderna aprovechando la tensión generacional típica de los mitos griegos queda burda y etérea, demasiado tópica y por ello sin alma, de tal modo que muchos se lo pueden tomar como quevangeliza en posmoderneces. En cualquier caso lo que propone el guionista no es tonto o equivocado y además está dirigido a los oídos de los adolescentes de hoy, es ahí donde quiere sonar genial, pero al no haber sido bien desarrollado (excepto la parte feminista de la historia) queda un poco pegote o innecesario. Puede que en esto esté siendo víctima del hiato, pero la serie era sutil así que queda raro que repentinamente se ponga a pegar gritos. Más o menos se pillaba. Da la impresión de que K. Toussaint se dio cuenta de que shabía enfocado demasiado en la aventura, la iconoclastia y la comedia y por tanto se había dejado fuera muchas cosas de su historia, añadidos a "Homero", queran tan interesantes como importantes, como que rara vez una larga búsqueda merece la pena porque uno cambia durante la misma y normalmente el objeto encontrado no es como se pensaba. Quizás el problema es que si tu prota es un ingenuo te amputas como guionista de cómics la oportunidad de profundizar en las cosas y al final no te queda otra que lanzar eslóganes manidos en momentos inoportunos porque se tacaba el espacio. Aunque seguramente lo que le pasa es que resulta prejuicioso por criticar sin ser equilibrado. Tiene soluciones y propuestas para todo menos para los villanos, lo cual es un error porque los pinta de víctimas así que no puede limitarse a hacer que coman mierda y condenarlos a seguir en la rueda porque por sus traumas son incapaces de aceptar el nuevo paradigma. En fin, a K. Toussaint se le fue de las manos su gran idea hasta el punto de perderse en ella, y no se dio cuenta de que sus antagonistas necesitaban profundidad, pero al final consiguió reconducirla narrativamente así que cierra todo de forma solvente y justa para todos los personajes.
K. Ruíz no da ningún bajón aunque seguramente sea este episodio más exigente que los anteriores. El tío es bueno, mucho en lo suyo, sobre todo en la narración, aunque aquí sequivoca siempre que opta por el plano cerrado. No se complica mucho en las viñetas, plasma muy bien el movimiento y siempre consigue que el ritmo sea ágil. Tiene sus limitaciones y su querencia por el manga no le hace atractivo a todo el mundo (sí a los que son el target desta serie) pero no se le puede poner un pero porque es capaz de hacer todo bien. De todos modos seguramente el mejor en Telémaco sea Noiry, la colorista. Esta hace un gran trabajo, sofisticado pero agradable a la vista. En ese sentido da toda una lección a los coloristas del mainstream. La clave no son los brillitos, la ausencia de iluminación, la pobreza cromatística y retocar el dibujo para peor sino usar con sabiduría la paleta. Los colores planos son lo mejor para el Cómic pero eso no quiere decir que haya que usar pocos y que además haya pocos en cada viñeta. El coloreado son los FX o el CGI del Cómic y por ello es importante ya que el lápiz no lo puede dar todo, especialmente en la Fantasía. Por eso para los lectores ha sido una suerte el trabajo de Noiry. El color es narrativo porque somos criaturas que vemos en colores, así que un buen colorista, como de la questoy hablando, añade una capa más a la historia de modo questa queda más chula y profunda. Los personajes de Telémaco serían distintos sin colores o con otros colores y por ello encajarían menos con esta historia.
Así pues, aunque esta breve serie va de más a menos y con un poco de más cabeza hubiera estado mejor, es una lectura divertida que, a pesar de ser derivativa, es original y distinta. "Homero" ha sido respetado aunque estamos ante una obra de K. Toussaint. El cual consigue darle al asunto un gran final que casi compensa los fallos deste nº. Termina de una forma sublime y elegante, genial incluso, que homenajea a la Odisea haciendo una especie de composición en anillo, que a la vez es un final abierto (que nunca será terminado). Magistral pirueta posible porque Odiseo/Ulises es uno de los mejores personajes de la Historia y por eso es un auténtico clásico. No envejece, es complejo y carismático y aguanta todo.
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