Tras videarla de nuevo, por 1ª vez en una pantalla grande, me siento obligado a volver a hablar de El precio del poder pues considero que me quedé corto cuando hace mucho tiempo escribí sobrella (y otra peli tan chulísima como olvidada: Queimada). Entonces hice una breve pero elogiosa reseña deste film porque me había desilusionado. El precio del poder me impactó mucho cuando la videé por 1ª vez, pero al volverla a videar creo que por 3ª vez, quizás 4ª, me dejó un poco frío. Esa decepción me hizo mostrarme comedido. No puede ser.
El precio del poder es una peli magistral porque todos sus elementos están a un gran nivel y perfectamente interconectados. El guión de O. Stone es sencillo pero modélico porque no sobra nada, todo en él es importante, caracteriza perfectamente a los personajes mediante sus acciones y equilibra los momentos emocionalmente opuestos. Así, es una historia de ritmo tranquilo pero en el que nunca decae la acción porque cada escena tiene peso en el relato. Esto es seguramente lo mejor pues es lo que consigue que la historia sea una emocionante tragedia griega moderna, cosa que justifica el inventado título español y da un tonillo peplum al film. La estructura progresivamente descendente de la narración es lo que nos hace sentir el fatalismo inexorable, cosa que en la Antigua Grecia rimaba con el hecho de que el espectador conocía perfectamente la historia en que se basaba la obra (y esta peli es un remake). Por su parte la dirección de B. Palma, privilegiando como es habitual en él la estética, el momento y lo chocante sobre el relato, compensando el impertinente tono político del guión de O. Stone y estando al servicio de la historia (las imágenes son impresionantes no por sus encuadres sino por sus composición), desencadenó el espectáculo. Lo único malo es que no consiguió hacer creíbles los tiroteos (si bien yo he tenido que videarla varias veces para darme cuenta). Las actuaciones es otra cosa questá muy bien. El precio del poder es casi una peli coral debido a la cantidad de personajes tridimensionales que tiene aunque todos ellos son estereotipos. En mi opinión A. Pacino se pasa un poco, pero la mayoría de los secundarios quisieron aprovechar la oportunidad que tenían de tal modo que lo dieron todo en sus escenas. Y la música, más setentera que ochentera, como el resto del film, al estar compuesta por los hits de la época en que se ambienta, es magnífica porque no es el habitual hilo musical de ascensores y consultas sino que coprotagoniza cada escena en la que suena, como debe de ser. La música no debe acompañar sino ser un actor más.
Todo lo anterior se convierte en algo fabuloso mediante la tragedia. Hacerla no es fácil porque no se trata de que al final mueran los protas. La buena tragedia emociona haciendo sufrir a unos personajes simpáticos o inocentes que no se doblegan. Y eso no es fácil porque hay que hacer eso con un propósito más elevado que el entretenimiento, sin ser sensacionalista y partiendo de un modelo que no puede ser copiado ya que no practicamos la religión que lo anima. Stone solucionó el problema de recrear la estructura de la tragedia griega haciendo que los temas del relato fuesen la libertad y la familia, algo tan universal como yanki. La tragedia se produce porque Tony Montana expande su libertad a costa de todo porque cree que el dinero le librará de asumir todas las consecuencias deso. A esto Stone le dio una capa política que no termino de captar (para mi que le caparon un poco) que, más que pontificar como ha acabado haciendo, se limita a hacer chocar republicanos con demócratas (la peli se estrenó cuando Reagan estaba desatado pero ocurre en la presidencia de Carter, los mafiosos son neoliberales pero tienen en sus despachos fotos de próceres demócratas), capitalismo con comunismo (el EE.UU. de Reagan y las dictaduras hispanoamericanas fachas frente a la Cuba castrista) y trabajadores con ricos (la humilde y absurdamente orgullosa madre del prota con el cacique boliviano), pero el tema es que el prota quiere estar en EE.UU. porque quiere ser libre, es decir, no estar limitado por el régimen en el que vive sin darse cuenta de que también eso es imposible allí ya que eso es la esencia de la sociedad. Esto B. Palma nos lo hace ver magistralmente mostrándonos de la misma manera la mansión de Montana y la de Sosa. Tony quiere ser un cacique bananero pero los caciques bananeros no existen en EE.UU. Vivir en sociedad es convivir, y eso se basa en un compromiso que uno no puede saltarse sin arriesgar la vida: Tony Montana no puede crecer sin molestar a sus competidores y al gobierno de EE.UU. Pero eso no es lo que desencadena la tragedia, aunque le haga sufrir y le ponga en peligro. Lo que la precipita es la familia, el único límite que el triste de Tony quiere respetar cuando todo el mundo cree que él no respeta ninguno, o sea que sólo ama el dinero-poder. Cuando se habla de libertad se habla también de su contrario, la autoinhibición, por eso Tony Montana se enfrenta a esa dialéctica constantemente. Si se es prudente se dura mucho, si no se tiene escrúpulos también; pero si se es imprudente se dura poco. Así, lo que le hace cometer el error fatal que precipita la tragedia es mostrar unos escrúpulos que le vienen de su frustración por ser incapaz de tener una familia, cosa que seguro que tiene un toque freudiano pues, como es normal en el cine yanki, su deseo surge del conflicto que tiene con su padre. El progenitor de Tony es una constante presencia a pesar de que no aparece: salen su esposa e hijos así como otras figuras paternas (Lopez y Sosa) y lo que realmente quiere el prota es ser padre. Así pues, la lucha entre la libertad y la paternidad, al ser el mundo de la peli uno patriarcal esta última equivale a la autoridad, que en el film también es por obra de O. Stone lucha entre el mal (matar, traficar, conspirar y tiranizar) y el bien (formar una familia funcional y ser lo que su padre no es para su madre y hermana), recordemos que Tony Montana es un arribista pero tiene honor, es lo irresoluble para el prota. En este caso tal cosa no es universal como en las tragedias griegas sino personal. Así, lo irresoluble aquí es el problema de Montana con su padre (incapacidad para conciliar el honor -padre- con la falta de escrúpulos -capo; el objetivo del Arte Clásico era conciliar los contrarios; no se les pase que en la peli lo contrario de un delincuente es un padre-marido modelo), cosa que le asemeja al Edipo de Sófocles en el sentido de que el error fatal surge del desconocimiento de uno mismo. Lo que derriba al rey tebano más famoso es que desconocía quiénes eran sus padres (su origen), lo que derriba a Montana es desconocer que su verdadero deseo es tener una familia normal. Esto es la diferencia entre las tragedias helenas y las modernas: las antiguas son cósmicas y las ntras., psicológicas. Por esto el amigo del prota en realidad es su alter ego. Tony no mata a su amigo por celos incestuosos sino porque es como él, un criminal y por ello inaceptable para ser pareja de su hermana. Así su muerte anuncia la suya, es un doblete. Por eso se inicia en ese momento la tragedia. Tony se condena en cuanto mata a su amigo porque eso ha sido suicidarse. Lógicamente tras dispararse mortalmente no puede durar mucho. No importa su dinero.
Ese conflicto es lo que hace que el trabajo de sus artífices sea sublime y que la disparatada progresión dramática y excesivo clímax de la peli tenga sentido y medida. El final de El precio del poder es una puta locura apocalíptica alucinante pero es que eso es la tragedia, el triunfo de lo irracional sobre lo racional, que tanto para griegos como para ntros. es el respeto ya que sin él no se puede convivir, que purifica y por eso siempre al final de la tragedia el protagonista alcanza la paz y el espectador tiene una revelación. Tony Montana no cae a pesar destar muerto hasta que saca toda su soberbia fuera, y cuando lo hace, lo hace al agua, purificadora y regeneradora, y no al Infierno. Nosotros descubrimos que el poder no se puede comprar. Sosa no domina Bolivia porque es rico sino porque es capaz de todo.
Comentarios
Oye seguramente no te abras dado cuenta cuenta pero soy un poco nuvi en esto d comentar(te intente poner un super analisis en un comentario d alphaville y me salio más agradecerte haberme contestao k nada más) . Aqui todo el mundo parece k tiene licenciatura en letras y la mayoria lleva leyendo comics desde los 80. yo saco suficiente y toi a mitad d la ESO haciendo lo k se puede... Weno, espero k te alegre el día saber k tienes un seguidor k dice hulk en vez d la masa y gracias x contestar a los comentarios(ahora me dejaras este comentario en leido y llorando en cuarentena...)(Na a ver contesta si tienes ganas).
Yo nunca he conectado ni con Spiderman ni con los mutis (ni Batman) así que por aquí poco deso. Especialmente de Claremont. Es un guionista que me aburre porque hace a sus personajes exageradamente introspectivos y parlanchines. En Brainstomping, lo tienes en los enlaces, son muy fanes de los mutis y Claremont...
No sé si todos los que aquí comentamos estamos licenciados pero sí somos ávidos lectores talluditos. La experiencia más que otra cosa es lo que marca la diferencia. PERO si tú estás como dices en los 15 (así tendría sentido tus amigos de VOX) ya nos superas a todos. Yo a esa edad a De Palma sí pero de Godard niente. Así que nivel tienes para comentar en cualquier lugar. No seas tan humilde. De verdad eres menor de edad o estabas exagerando???
Algún menor se ha pasado por aquí pero creo que eres el más joven. Me parece escalofriante eso porque mi blog tiene casi tantos años como tú. Yo tengo edad para ser tu padre, e incluso cabe la posibilidad de que sea mayor que ellos...
Yo sí veo influencia de la novelle vague en Tarantino en el guión. Sus historias son más libres y más alternativas que las comerciales y más subversivas. Yo he visto todas las de Tarantino (en tiempo real, que el tipo lleva haciendo Cine más del que llevas vivo; qué viejos) y la última que me gustó es Pulp Fiction. Así que tienes toda la razón, la última es una mierda. El problema que tiene, creo, es que nadie le pone freno así que el tío ya no se esfuerza en hacer algo mejor. Por otro lado no se puede triunfar más de lo que él lo ha hecho así que ya no tiene hambre. En fin, que Tarantino es muy bueno pero cada peli es peor que la anterior, por lo menos las deste siglo. Cuando el tío estrenó por 1ª vez yo era mayor que tú (aunque menor de edad también) :(!!!