He empezado este año a reelerme Los Vengadores vol. I porque ahora sí es posible leérselo entero y me he llevado una sorpresa. Hasta su nº 161 sólo hay un par de grapas decentes (113, 125 y 157). La cosa es mala hasta la Guerra Kree-Skrull. Luego vuelve a bajar, aunque sube excepcionalmente, hasta que Englehart consigue estabilizarse en la raya en sus últimos nº, logro que su autoerigido sustituto G. Conway mantiene. Así que para mi gusto no es hasta Shooter que ese volumen de los Vengatas encadena varias grapas que superan el suficiente.
La etapa de Lee, al principio con ayuda de Kirby, sólo tiene interés porque dio lugar a la serie y a algunos de sus personajes característicos. El que no empezaran a serlo hasta el nostálgico de Englehart evidencia que en su momento esos nº no supusieron gran cosa para nadie a diferencia de los de Cuatro Fantásticos. Thomas, aunque culto, en muy pocas ocasiones ha sido más que un fan-escritor o adaptador así que se entiende que aquí siendo un novato no ofrezca más que morralla, aunque aportó tantas cosas como Lee al plantel de la serie. El final de su etapa tiene un pase porque N. Adams le roba la historia, pero en cuanto Thomas consigue zafarse de él y volver a los mandos el asunto vuelve a ser insuficiente. Englehart mejora la cosa aún siendo otro fan-escritor y siendo otro novato porque a él le emociona mucho escribir al supergrupo (él lo heredó con más de 100 nº y Thomas sólo con más de 30) y mete más dinamismo y compromiso (mucho menos panfletario que el de Lee), así que en conjunto la cosa aunque es una montaña rusa, su rollo de Mantis llega a ser aburridísimo, casi supera a lo peor de Lee y Thomas, alcanza el suficiente pese a que sus guiones están llenos de porquesís y agujeros. Conway sigue el estilo de Englehart pero con más trabajo y así anuncia a Shooter pues una de las características de este es escribir un guión bien armado. Nada de vuela pluma o constante improvisación como Englehart, ni de vivir del trabajo del dibujante como Lee, ni de contentar a su yo infantil como Thomas, ni poca ambición como Conway. Pese a ello el comienzo de Shooter es malo, un retroceso a los peores nº de Lee o Thomas, pero la cosa pronto sube porque, a diferencia de sus predecesores, él tiene un tema. No intenta como sus antecesores escribir otro cuento con superhéroes sino reflexionar sobre los superhéroes. Esto da tal solidez e interés a sus grapas que están a años luz de las de sus predecesores de modo que se puede considerar que las cubrió con ámbar.
Shooter comienza finiquitando la etapa de Conway (nº 156). Luego viene su 1ª historia (158 y 159), que es mala. Shooter se inventa a otro supervillano de opereta que es tan tonto como para creerse que va a poder conquistar el mundo y explotarlo él solo y sin gobernar. Pero su inaudito final la destaca sobre todas sus predecesoras que machacaban de la misma rutinaria manera el concepto. Quien salva el día es Jarvis, el humano, el mayordomo, el cincuentón fofo y calvo, y no los coloristas, superpoderosos y jóvenes superhéroes, los protas de la serie, si bien el supervillano es derrotado por el Amor. Es decir, Shooter nos dice que el poder, que para él no es más que la forma de poder controlar las cosas, no puede dar el Amor, algo crucial. La cosa sigue mal en el siguiente nº (160) pero después se entona con una historia (161 y 162) que destaca porque la caga el perfecto Capi y la Bruja Escarlata por fin intimida. Esta parece un espejismo pues lo que viene después es malo. Una especie de fill in (163) del que mejor no hablar y un tríptico (164-166) tópico, alargado y extemporáneo pues es una versión de la 1ª historia, que está muy reciente. De nuevo el poder tiene límites, los superpoderes no dan la inmortalidad, y la Bruja Escarlata saca su genio: Estoy cansada de tus apariciones dramáticas en el último minuto y tu sobrevalorada divinidad [Thor]! Si Nefaria debe temer a alguno de nosotros es a mi! (obviamente el machismo de Shooter ha sido exagerado). En esta senda Shooter introduce más adelante en la cole a Ms. Marvel, seguramente la 1ª superheorína Marvel (y DC) que pelea con los puños y entra a los tíos. No se limita a poner una pose y apuntar como Wanda o La Avispa! Ella se acerca y golpea, como un hombre. Llegados a este punto Shooter nos ha dejado claro que los poderes tienen límites y que tanto los superhéroes como los supervillanos son muy humanos. No se trata de que tienen problemas propios de las personas normales, sino de que son tan imperfectos y débiles como ellos. El Hombre Maravilla tiene dudas, si bien esto es idea de Conway. Pym, el gran héroe de los 1º 100 nº de la serie, roza la locura, deste modo Shooter avisa de que va a porculizarlo. Los Vengadores vuelven a discutir entrellos cosa que no pasaba desde la 2ª parte de la etapa de Lee. Esto es subversivo porque Shooter sugiere que los superhéroes no salvan el día. Una vez establecidas las bases es cuando pasa a mayores.
Tras el anual nº 7 de Los Vengadores, y su continuación, el anual nº 2 de Marvel Two-in-One, que están al margen desta etapa de la cole, llega Korvac, un supervillano de opereta con poca historia a sus espaldas procedente del futuro que debió gustar a Shooter porque le daba la oportunidad de hacer una historia a lo Starlin, cósmica y algo intelectualoide y lisérgica (esto último aquí puramente gráfico, para el lector), y con él lo que ya se suponía que era incompatible con la serie: una historia notable (167, 168 y del 170 al 177). Así, sin aviso, comienza lo seguramente mejor deste volumen de Los Vengadores. Sin embargo la historia de Korvac narrativamente no es gran cosa pues es típica de Shooter, sencilla y lineal, y pese a estar pensada y bien estructurada tampoco está exenta de forzamientos (por qué no utilizan a Drydock desde el principio? Por qué sólo lo sabe el Coleccionista? Por qué este no se lo cuenta a nadie? Por qué lo sabe tan mal? Cuál era su plan de huida?), pero tiene 2 cosas que la hacen emocionante. 1º el suspense. El lector sabe lo que está pasando pero los superhéroes no. Lo cual da a lugar a la 2ª cosa especial, estos nº tiene un toque costumbrista pues Shooter escribe a los superhéroes como gente normal en el sentido de que viven su vida sin saber lo que les espera. El ver como los Vengadores corren de un lado para otro derrotando supervillanos sin enterarse de la gran amenaza singulariza estas grapas y también le da otro nivel. Pero esta historia ha superado el tiempo no por estos méritos, que son aplaudibles sobre todo en comparación con los de las escritas por Lee, Thomas, Englehart y Conway, si no por su audacia. La pirueta de Shooter es hacer que el supervillano no lo sea. Korvac aquí es un ser todopoderoso con la capacidad, la voluntad y el deseo de convertir el Universo en un cosmos, es decir, un sitio ordenado, o sea justo y seguro. Por 1ª vez en la cole (y probablemente en el mainstream) el malo no quiere convertirse en élite extractiva sino hacer un mundo mejor, y encima sin ser un déspota o rey ilustrado. La apoteosis le ha cambiado. Se había convertido en un dios! [...] Todos los deseos de venganza habían muerto. Esto es así porque lo tiene todo. El amor que le faltaba a Gravitón y la inmortalidad que le faltaba a Nefaria. Así pues es un ser completo y verdaderamente poderoso/divino (este discurso de la divinidad lo supongo heredado de Englehart que fue el 1º por lo menos en esta cole en contrastar los dioses con los superhéroes). Mas pese a su bondad los superhéroes le consideran el enemigo a batir porque nunca se enteran, si bien esto es culpa de Korvac pues se ha camuflado tan bien que parece una amenaza en vez de una bendición. No obstante se supone que la virtud y la perfección son inengañables. Aquí es donde se ve claramente la motivación de Shooter, su incomodidad con el heroísmo virtuoso de sus mayores (Lee&Kirby) asumido sin problemas por Thomas (11 años mayor que él). La razón es que Shooter es un hijo de los 60. Hay un escena que a mi me parecía disparatada hasta esta relectura. Shooter hace ir a los superbuenos a combatir al malo en autobús! Nada de quinjets. Nada de cochazos de la flota de Stark. Ni siquiera van volando desa forma tan delirante, unos, los voladores, llevando en brazos a los otros (siempre me he preguntado porqué el único con cohetes ha sido Wonder Man), y así aparecer en el escenario, de forma ridícula sí, pero como deus ex machina. La razón es que así Shooter evidencia la humanidad/imperfección de los superhéroes. Van en autobús como las más humildes de los estadounidenses. También esto es un castigo-humillación. Shooter se inventa a Gyrich para reprender la temeridad e irresponsabilidad de la que los Vengadores han hecho gala desde sus principios. Así también esto es una crítica a la alegría con que se habían escrito los guiones hasta ahora. Un supergrupo que mora en el centro de una gran ciudad de un estado en guerra que controla su espacio aéreo no puede hacer lo que le dé la gana. No es creíble. Así pues el autobús simboliza que los Vengatas no son más que gente de a pie comparados con los verdaderos filántropos poderosos como queda bien claro en la épica pelea final, que es la perfección de las recientes tenidas con Gravitón, Nefaria y Ultrón, la 1ª de los Vengadores. Korvac derrota a todos los superhéroes, a ese supergrupo y a los Guardianes de la Galaxia originales. Y no se los carga porque su amor le falla. Esto es lo que le vence. Korvac, al sentirse sin amor como Gravitón y viendo la mezquindad de las microcriaturas a las que pretende ayudar, decide dejarse morir, renuncia a la inmortalidad deseada por Nefaria, pa qué imponer la voluntad propia sobre un universo tan desagradable? O sea, los héroes no le vencen. Mas decide irse sin daño. La prueba de que los Vengatas la han cagado es que Thor, el otro dios de la historia, mata por 2ª vez, se carga al amor arrepentido de Korvac. El final es chungo, trágico, porque los superhéroes la han cagado. Cosa insólita entonces y hoy rara.
Así pues la etapa de Shooter en Los Vengadores (nº 156 a 177 menos el 157 y el 169 si bien no escribe los diálogos de los nº 173, l74, 175 y 176) va de menos a más y es de lo mejor de la serie (y de Marvel aunque no en los 1º puestos) porque es el 1º guionista en la cole que no enfoca su trabajo como escribir historias de usar y tirar. Lo que hace brillar a esta etapa no es su calidad literaria, mucho menos la dibujística, esta etapa está dibujada mediocremente al principio y horriblemente al final, esto la hace muy dura de leer hoy en día, lo único bueno en esa parcela aquí y no demasiado son las portadas de un Kirby quemao, es la ambición intelectual de Shooter. El cual, visto su trayectoria, más que querer humanizar a los superhéroes quería dar más realismo al género. La pelea final ocurre en una casa de un barrio acomodado y el oponente va vestido para jugar al tenis, nada de disfraces, incluso es un anodino joven atleta guapo peinado con raya a un lado y con camiseta dentro de sus pantalones, un aspecto muy convencional para quien es el Otro de la historia. Shooter quería a superhéroes buenos pero no virtuosos y perfectos pues después de todo los de Marvel son gente normal. La conclusión de la historia de Korvac es que ellos no saben qué es lo mejor para ntros. por lo que por sus superpoderes son los empedradores definitivos del Infierno. A pesar de ser admirables pueden errar. Tienen los pies de barro. Son humanos/normales. No se trata de que tienen problemas monetarios y deben cuidar a su vieja tía, se trata de que no son más capaces que los demás. Esto justifica el que, como los demás, sean controlados por el gobierno. Esta visión subversiva, el comienzo de la posmodernidad en el mainstream, resucitada por Bendis, es lo que eleva estas grapas por encima de la mediocridad pues realmente en calidad no se diferencian de sus predecesoras.
Comentarios