Me entero de que D. Sim el ermitaño loco y misógino y legendario autor canadiense ha decidido colgar Cerebus, su monumental obra, 6000 páginas, poco a poco y gratuitamente. El ritmo es desesperadamente lento para lo que es hoy el mundo o Internet, pero es genial que esto ocurra con las obras totalmente amortizadas. No hace falta 70 años o más para que las obras que sólo les interesan a 4 gatos estén disponibles/accesibles para ellos. Si es gratis mucho mejor.
Cerebus es un hito del cómic norteamericano ya que su triunfo sin depender de nadie, el tío se autoeditó hasta el final, un éxito absolutamente extraordinario dado lo ciclópeo de su obra, con una obra adulta y alternativa contribuyó a que el Cómic en EE.UU. empezase a diversificarse y a que los autores fuesen más revindicativos con su trabajo. Dado que su extensión es casi inabarcable y que se elaboró durante 28 años poco se puede decir de él que valga para todo el conjunto. Empezó como una parodia de los cómics de Espada y Brujería que lo petaban a finales de los 70, las criaturicas de REH explotadas por Marvel, con el tiempo alcanzó identidad propia convirtiéndose en un cómic que hablaba del presente usando un mundo fantástico, convencional y singular a la vez, como vehículo para ello, y terminó siendo la forma por la que el autor sacaba de su atormentado interior todas sus idas de olla principalmente sobre la mujer y el cristianismo. Duró tanto porque, a pesar de ser en B&N, una cosa que cada vez a la gente le parece menos chula, y D. Sim un dibujante tosco, el canadiense es una bestia con la narración y domina totalmente las infinitas posibilidades del B&N, parece paradójico pero es así.
El carácter obsesivo de D. Sim impidió durante mucho tiempo que se pudiese ver la obra en otro idioma ya que como el guión era una expresión de su pensamiento, no quería que otro idioma deformarse su mensaje. Finalmente, quizás porque empezaron a haber herramientas toscas de traducción, el canadiense se avino a que fuese traducida al español y fue editada en una ambiciosa cole de tomos muy gordos que, en mi opinión, sentaban mal al denso y prolijo guión. Evidentemente la cosa murió pronto porque un tomo muy gordo es muy caro, así no hay quien se atreva a probar, y el prestigio de su autor a principios del siglo XXI es muy pequeño. A pocos les sonaba ya. Así que por fin hay una forma de que al que le interese Cerebus lo pueda leer, si tiene la paciencia suficiente porque de momento el ritmo es de 2 paginas diarias.
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