Varoufakis, el actual ministro de Economía de Grecia, que se parece a nuestro político típico en que es licenciado, hombre y cincuentón, pero no en que es doctor, bilingüe, ha hecho su carrera fuera de su país y en distintos sitios y sus bienes no proceden de pertenecer a un partido político, y es blanco de las iras de los biempensantes, conformistas y sumisos por ser un tipo extravagante ya que estos no soportan que uno de los suyos "no se comporte como es debido", publicó en el 2011 un libro que tituló El Minotauro global (controversias económicas). Esta obra debe tener cierto empaque pues, cuando nadie salvo los expertos en Economía sabían de este tipo, se tradujo en menos de un año al alemán y poco más de un año después al castellano y en el 2013 se sacó una segunda edición corregida en inglés, que quizás sea la traducida en español pues aunque es anterior usa el mismo subtítulo que distingue, en el original, la 2ª edición de la 1ª, que no está en la alemana (curiosamente el subtítulo de la edición germana no incluye la palabra Europa y, mientras que en España se ha reeditado la obra este año, en Alemania eso no se ha hecho; no hay edición en griego a pesar de que esa lengua no usa el alfabeto latino). Pues bien, esta obra, que por supuesto no he leído, usa al Minotauro, por lo que dice en la contraportada, para simbolizar la política neoliberal de EE.UU. forjada en los 70 del siglo pasado que llevó al mundo a una crisis al final de la 1ª década del presente siglo. Personalmente no me gusta el símil porque utiliza el símbolo del extranjero (el Minotauro era de Creta, que hoy es parte de Grecia pero en su "época" era un estado diferente e independiente) de modo que la cosa queda como la típica cantinela autoindulgente de siempre que no lleva a nada bueno: la culpa fue de otro, pero eso no es la razón de este post sino que la editorial española que posee los dchos. de la obra de Varoufakis ha inventado esta chula portada:
Lo cual me lleva a Dario Agger, el actual CEO de Roxxon, la petrolera malvada del Universo Marvel creada en los 70 por Englehart inspirándose en Exxon que por aquel entonces, por lo menos, sacrificaba la Naturaleza para obtener más beneficios, un personaje inventado a principios del 2014 por J. Aaron, el actual guionista del Thor marvelita. Este tipo, que sale por 1ª vez en el nº 19 vol. IV EE.UU./37 vol. V español, es una especie de american psycho, un yuppie psicópata que, además, es tremendamente ambicioso por lo que parece inspirado por el cyberpunk ya que aspira a ser el rey del mundo. No le importa la Vida pero aún así es consentido y obedecido porque da beneficios, o sea, contribuye a que la tortilla no sea volteada. Pues bien, en el siguiente nº, 20/38, Aaron nos revela que puede convertirse en un Minotauro. En realidad un androtauro (taurocéfalo sería, si como el mítico, tuviese sólo cola y cabeza de toro) pues Minotauro significa toro de Minos, por eso se escribe con mayúscula.
Estas 2 cosas permanecieron en mi mente desunidas hasta que en el último nº de Thor publicado aquí, 3 vol. V/47, leo: No eres el Minotauro. No eres el de los tiempos antiguos. Pero hay algo de su poder fluyendo por tus venas. Esto fue lo que hizo que en mi mente ambas ideas conectasen. Me hizo pensar que es posible que haya una conexión entre el personaje y el libro pues eso hace pensar que Dario (un nombre persa por cierto) Agger no es un androtauro por razones genéricas, tenía que ser un monstruo y se eligió uno cualquiera. Aunque es una elección insólita porque la cultura estadounidense, al no ser culta, cita poco a la cultura griega antigua, recurre mucho más al Antiguo Testamento por ejemplo, necesitaba algo más para sospechar una conexión entre elección de ese monstruo por parte de Aaron para caracterizar a un CEO y el libro de Varoufakis: la portada del libro reproducida arriba.
Desgraciadamente para mi la chula portada española es única. La 1º portada del libro de Varoufakis es un laberinto hecho con la bandera estadounidense y las posteriores, como la alemana, integra la silueta de la cabeza de un toro de una raza actual en un fondo inspirado en la bandera estadounidense. Esto indica el poco arraigo que tiene la simbología clásica en el mundo nórdico o germánico, pues el español ha recurrido a la célebre cabeza de toro de origen minoico (palabra que también viene de Minos), con lo que demuestra una mayor cultura e independencia pues la bandera estadounidense no sale por ningún sitio. En fin, que si la imagen de la portada española hubiera sido la original o la inglesa la cosa para mi estaría clara. De todos modos no estoy sugiriendo que Aaron se haya leído el libro, basta con que haya oído el título para que le haya inspirado. Es cierto que lo que le interesa al guionista estadounidense es el tema de la Ecología, es decir, lo que ataca con su historia es a las prácticas contaminantes de las empresas no al neoliberalismo, y que él ha dicho que no es un escritor simbólico, no esconde nada o hay subtexto en sus relatos, pero lo raro que es la condición de androtauro de Dario Agger y la publicidad que ha tenido Varoufakis en los últimos tiempos, si bien seguro que no tanta en EE.UU., pueden indicar que el parecido entre el libro y el personaje no sea casual. Sea como sea, en el nº 6/51 Aaron da detalles sobre el origen de Agger, que resulta parecido al de la Elektra marvelita, poniendo como lugar donde acontece el origen la cueva de una islita griega relacionada con el Minotauro, personaje mítico que existe en el Universo Marvel pues apareció en el nº 17 EE.UU. del vol. I de Los Vengadores.
Comentarios
Mezclar el toro con el poder económico enfatizando su carácter sexual aberrante mediante un yuppie psicópata parece muy bueno. Y si el Thor que aparece en ese número es la mujer que he visto anunciado mejor que mejor: la señora del laberinto recuperando el centro paradisiaco. Algo así como recuperar el orden natural revelando (denunciando) la mistificación de los 'organismos' económicos.
El último nº publicado, el que me ha dado el pie, tiene lugar en la fortaleza del Minotauro y todo gira en torno a su cámara del tesoro en la que se encierra el susodicho.
Yo también pillaré lo de Morrison!