Por fin podemos contar con la pieza del puzzle que nos faltaba. 6 años después podemos dejar de tener un hueco, grande, en la continuidad de La Liga de los Hombres Extraordinarios. Este "Dossier Negro", parte cómic, parte prosa, surge de la necesidad de Moore y O´Neill de explotar su creación. No es una historia que estuviese pensada sino que dado que iba pasar tiempo entre la 1º parte de la LLHE y la 2º había que hacer algo para tener ingresos mientras tanto, y también contentar a los fans así como mantenerlos calientes. A Moore se le ocurrió que ese algo podría ser todo el material surgido de su basto proceso de documentación para hacer LLHE. Así, decidió publicar todo lo que un escritor elabora para una obra pero que no necesariamente va en ella. La historia anterior al comienzo del relato y las biografías de los personajes principales normalmente es lo que es ese material, pero cuando hablamos de Fantasía hay que añadir la cronología, los mapas y todos los detalles sobre los países y culturas que el autor ha imaginado. Todo ello no suele aparecer en las obras pero es necesario para que el autor no se despiste u olvide y para ayudarle a dar forma, solidez y verosimilitud a la historia fantasiosa que quiere difundir. En el "Dossier Negro" tenemos todo eso, pero dado que Moore ya tenía mucho relato avanzado cuando decidió publicarlo, lo que contiene no se limita hasta los momentos anteriores del inicio de la 1ª miniserie de LLHE sino que llega hasta a 1958, por lo que sobrepasa a la 2ª miniserie y la 1ª parte de la 3ª, que en el momento de aparecer esa obra en el mundo anglosajón estaba todavía por publicar. Así, este "Dossier Negro" es a la vez prólogo y continuación de todo eso por lo que ayuda a comprenderlo ya que añade información.
Lo 1º que hay que tener en cuenta es que toda esa información metaficcional Moore la ha convertido en ficcional. Así, el "Dossier Negro" no son extras. No es simplemente la reproducción de las notas del autor. Es un relato, pero no uno escrito por el autor destinado a su público sino "escrito" por los personajes de ficción para sus compañeros. Así, en cierta forma, es una obra coral y sesgada pues no se nos transmite la información directamente sino a través de la subjetividad de sus "autores". Esto es lo que hace que sea una obra híbrida, parte cómic, parte prosa, y variada. La parte de prosa son los informes redactados por distintos agentes secretos (recuerden que los miembros de la LHE son agentes de una agencia de inteligencia) o testimonios redactados por testigos de las hazañas de la LHE. En estos últimos Moore hace el ejercicio artístico de imitar estilos de otros escritores, que es parte juego, parte homenaje y parte interés narrativo: reforzar la ficcionalidad y la "historicidad" del Dossier pues el tema de LLHE es lo real que es lo imaginado. Así, emula a Shakespeare, a Woodhouse (un autor desconocido por aquí) y a Kerouac, por lo que sé bastante bien. Esta es la razón de que el Dossier sea tan complejo: diferentes tipografías, diferentes estilos, diferentes documentos. La parte de cómic principalmente es una narración al uso, es decir, Moore y O´Neill nos cuentan las peripecias de Allan, Orlando y Mina, los únicos miembros de la LHE victoriana vivos y en activo en 1958. El problema de que la información metaficcional esté bien integrada en la ficción lo solventa Moore mediante el simple truco de crear el famoso Dossier Negro. Un documento de ficción como el Necronomicón que es el expediente en el cual la agencia de inteligencia de la Gran Bretaña de LLHE mete toda la información que consigue sobre las LHE que ha habido (recuerden: la barroca comandada por Prospero, la deciochesca comandada por Gulliver y la victoriana comandada por Mina, la más exitosa; también se nos cuenta que hubo una a después del final de la 2ª Guerra Mundial pero que sólo consiguió durar 1 año). Así, Moore convierte la metaficción en un objeto de ficción para poder informar de forma ligera y entretenida. Es, por tanto, una forma de superar de alguna forma sus pesadas notas de From Hell. Así, a la vez que Mina y Allan leen el Dossier, nosotros lo leemos también enterándonos, por tanto, a la vez que ellos, del origen, objetivo y desarrollo de las LHE.
La intención de Moore con LLHE (ahora que caigo hubiera sido más exacto decir caballeros a pesar de que en castellano esa palabra hoy en día remite más a guerreros medievales que a señores de una sociedad clasista) es integrar toda la ficción anglosajona en un mundo con su propia historia con la intención de revindicar la imaginación humana. Así, lo que ha hecho es apropiarse de toda la ficción anglosajona para darle la forma que él quería. Por ello no se pueden considerar a los personajes que salen en LLHE como nuevas apariciones de estos sino como versiones alternativas, por ello personales y originales. Moore no roba o copia sino que usa creaciones populares de una época para hablar de aquella y de la nuestra, sólo en la posmodernidad Mina puede ser líder y aventurera, pues muchas siguen vigentes. Esto es vital entenderlo para poder seguir la obra. Por otro lado esto es todo lo que hay que saber. No es necesario conocer ni siquiera la mitad de todas las referencias y citas que Moore y O´Neill hacen en LLHE. Ni es vital para seguir el relato y ni para comprender las intenciones de los autores. Eso simplemente es un extra, un divertimento, un juego, un pasatiempo al que nosotros por edad y nacionalidad no podemos entrar, LLHE es muy inglesa y muy generacional por ello en realidad sólo los ingleses de la edad de Moore tienen la posibilidad de pillarlo todo, por lo que no nos debemos obsesionar con ello. Eso es un árbol y LLHE es un bosque. Para entender la obra no es necesario estar familiarizado con la ficción anglosajona en sus múltiples formas (que se remonta hasta el siglo +XI fecha de redacción del célebre poema de Beowulf que, si no estoy equivocado, es la obra de ficción anglosajona más antigua citada por Moore) que surge de la grecolatina (lo cual nos lleva a rebajar las fechas al -VIII a cuando se redactó la Ilíada, la 1º obra de ficción escrita de la cultura europea y por ello la más antigua de las citadas en el "Dossier Negro") y recibe influencias extranjeras de ahí que aparezcan en LLHE Quijote y personajes y elementos de Verne así como del expresionismo cinematográfico alemán entre otras ficciones no inglesas. Por ello no hace falta conocer a Godofredo de Monmouth, Shakespeare, Verne, Haggard, Stevenson, Wells, Lovecraft, Orwell, Burroughs y Moorcock, por otro lado leer algo de ellos no hace daño a nadie, por citar sólo las fuentes principales de Moore en el Dossier, a los que hay que añadir, ya que el siglo XX es el siglo de los espías y estamos hablando de documentos secretos, a Flemming y a G. Green, los autores ingleses de novelas de espías más populares de la 1ª mitad del pasado siglo XX.Tener conocimientos de algo siempre ayuda, pero Moore es un gran narrador, aunque elitista y adulto, por lo que siempre se asegura de dar a su lector toda la información que necesita para entender lo que él quiere contar. Si no, para qué hacerlo?
En ese aspecto lo que revela el "Dossier Negro" es el panorama donde se inserta la LHE victoriana. Comienza combinando el Génesis con los mitos de Cthulhu para dar una explicación, no necesariamente exacta (bastante parecida a la ambientación del juego de rol de culto Falkenstein), del porqué existen hombres extraordinarios y continúa con la vida de Orlando, que nació un poco antes de la mítica Guerra de Troya, porque es la forma que ha encontrado Moore para contar toda la cronología del mundo de LLHE. Importante porque revela que ha habido otras ligas: la de los guerreros aqueos que atacaron Troya (-XII), la de los caballeros de la Tabla Redonda (+V) y la de Robin Hood (+XII) así como muchos hombres extraordinarios, como el mentado Beowulf, y para demostrar que estos siguen ciertas constantes que les convierten en arquetipos, por ejemplo siempre hay un tío muy fuerte y violento (Ayax, Lanzarote, Hyde...) y otro muy astuto y mentiroso (Odiseo, Robin Hood, el Hombre Invisible...), y que estos siempre tienen un carácter ambiguo o caótico por su condición de híbrido por lo que más que héroes, plural de una palabra que hoy tiene un carácter bondadoso pero que no era así en los tiempos ancestrales, son extraordinarios. De ahí que Moore los escriba más salvajes que los originales. También nos cuenta que el origen de la las LHE modernas tienen su origen en Isabel I de Inglaterra, que en el mundo de LLHE tiene algo de hada, para mediar entre 2 mundos, el metafísico y el físico. De este modo, tras leer el "Dossier Negro", podemos comprender mejor a las LHE para poder pasar al siguiente nivel, la 2º parte de LLHE, más complejo: que el mundo de la LLHE está conectado al nuestro, lo cual sugiere que para el mundo de LLHE el mundo metafísico es el nuestro, que es el tema de "Century", que al haberlo leído antes aquí nos sonó un poco a chino ya que nos saltamos un paso y Moore es un tipo muy ordenado. Por tanto, el "Dossier Negro" es una lectura imprescindible para seguir LLHE, lo que compensa su origen fenicio.
En él Moore está a medio gas como narrador pero lo compensa deleitándolos con su saber, creatividad, audacia, inteligencia y talento. La historia de la Allan y Mina es funcional y sencilla pero el objetivo del "Dossier Negro" no es su historia sino su metahistoria, y en ella Moore está sobresaliente pues su forma de unir la ficción anglosajona y darle un aspecto coherente y sólido para poder contar una historia que revindique la imaginación y la Fantasía como motores de la humanidad, es genial, si bien no es un relato. O´Neill está perfecto como siempre con su estilo surgido de la unión del expresionismo y el cubismo. Es grotesco pero capaz de dibujar cualquier cosa rápido y claro por lo que es uno de los pocos capaces de afrontar el inmenso trabajo de dibujar esta historia tan compleja por desarrollarse en diferentes épocas y a través de distintos géneros y necesitada de un aspecto singular para diferenciarse de sus fuentes de inspiración, si bien la mayoría son literarias.
La edición de Planeta está al mismo nivel que estos autores pues no la caga editando esta compleja obra. Traducirla debe haber sido un infierno pero Diego de los Santos triunfa y por ello se merece salir del anonimato, la serie tiene muchas fuentes pero los rotuladores no se confunden o Planeta simplifica, la obra tiene un complejo diseño que los maquetadores reproducen sin problemas y las páginas en 3D están bien. Por tanto, la edición de Planeta no tiene erratas ni errores y por ello se me antoja una edición barata por el curro que ha tenido. Hay en el mercado obras del mismo volumen hechas con la misma calidad pero más sencillas de hacer y son más caras y no tienen 3D ni son de Moore, el mejor autor en activo actualmente.
Así pues, aunque el "Dossier Negro" es más interesante que entretenido, facilita la comprensión de LLHE, una obra larguísima y complejísima que aún está por terminar por lo que no podemos hacer valoraciones definitivas sobre ella. Ahora lo que toca es leerse todo desde el principio y en orden para poder apreciar la cosa mejor.
La edición de Planeta está al mismo nivel que estos autores pues no la caga editando esta compleja obra. Traducirla debe haber sido un infierno pero Diego de los Santos triunfa y por ello se merece salir del anonimato, la serie tiene muchas fuentes pero los rotuladores no se confunden o Planeta simplifica, la obra tiene un complejo diseño que los maquetadores reproducen sin problemas y las páginas en 3D están bien. Por tanto, la edición de Planeta no tiene erratas ni errores y por ello se me antoja una edición barata por el curro que ha tenido. Hay en el mercado obras del mismo volumen hechas con la misma calidad pero más sencillas de hacer y son más caras y no tienen 3D ni son de Moore, el mejor autor en activo actualmente.
Así pues, aunque el "Dossier Negro" es más interesante que entretenido, facilita la comprensión de LLHE, una obra larguísima y complejísima que aún está por terminar por lo que no podemos hacer valoraciones definitivas sobre ella. Ahora lo que toca es leerse todo desde el principio y en orden para poder apreciar la cosa mejor.
Comentarios
Pues, en mí caso al menos, me ha decepcionado bastante. La historia que sirve de hilo conductor me parece intrascendente y las paralelas, presentadas a través de las partes del informe, tan recargadas de referencias que resultan casi herméticas. Aunque siento gran simpatía por la idea final, que has resumido muy bien, de reivindicar la fantasía, creo que no es necesario semejante esfuerzo para llegar hasta allí. Es desarrollar una arquitectura gigantesca para algo que vive mejor al aire libre y no la necesita. Al fin y al cabo, precisamente la urgencia por que todo quede conectado, relacionado y autoexplicado puede entenderse, paradojicamente, como una falta de genuina imaginación. Estoy de acuerdo, en que puede suponer un plus a una historia, pero siempre y cuando ésta funcione: en este caso me sentido tan frustado como si hubiera comprado el DVD de una película solo por unos extras que, además, cabalmente no entiendo.
Un saludo.
Parcialmente coincido contigo. La historia-hilo es muy simple, mero vehículo para lo que le interesa a Moore aquí: presentar su creación. Lo del hermetismo no lo comparto, pero a lo mejor porque soy ingenuo en este tema. Yo no pillo ni la mitad de las referencias pero no creo que eso me impide enterarme de algo. No hace falta saber de dónde han salido, sino saber que no son invenciones de Moore. En este caso me he leído las anotaciones que hicieron unos aficionados y mirado la wiki de LHE así que puedo asegurar que nada aportan a la lectura. En cuanto a lo de la arquitectura creo que tienes razón, pero Moore es así. Es un tío que siempre crea gigantescas estructuras y por defecto siempre busca conexiones y teoriza sin importarle si sabe lo suficiente para ello, cuando se pone histórico por ejemplo casi siempre flojea. En fin, no creo que haya que entender nada, las referencias son principalmente un juego para la quinta de Moore, más allá de que el mundo de LLHE está en contacto con otro, que posiblemente es el ntro. (cosa que confirmó Century) y que las LHE se crearon para lidiar con la influencia desestabilizadora del otro mundo. No sé, estoy de acuerdo en que para este viaje no hace falta tanta alforjas, pero Moore se ha documentado tanto que o lo saca a la luz o revienta, pero no veo el hermetismo, mejor dicho, no creo que este esté en niveles peligrosos.
Es una lectura difícil pero llena de imaginación, referencias y conexiones con toda su obra. Es increible como consigue relacionar todos y cada uno de los volumenes a través de los textos e historias sin cometer errores.
Es cierto que puede hacerse pesado debido a la magnitud y complejidad pero es completamente disfrutable.
En mi caso siempre me han gustado este tipo de obras y tengo la paciencia de leerlo todo.
Ojala que otros autores que se vanaglorian o etiquetan de arquitectos como Jonathan Hickman aprenderieran del maestro. Al menos él no alarga tramas de forma innecesaria ni promete revelaciones vacias.