Esta temporada comienza sin tener las cosas claras. Como la anterior todavía su tono, su target, su protagonista y su sidekick están sin definir. Esto se irá concretando a lo largo de su desarrollo, si bien las 2 primeras características irán fluctuando a lo largo de la serie. Así, Hércules queda fijado en esta temporada como un héroe santurrón viudo y con ingenio incapaz de pillar sus propias contradicciones, y Iolus como la pareja oficial del prota. Todo lo demás es igual a la anterior, entretenimiento tan eficaz como mediocre y convencional porque se pone la rentabilidad por encima de cualquier cosa y se dirige al público provinciano de EE.UU. Así, Hércules: Los viajes legendarios es cutre y la cultura de la audiencia contamina totalmente a la de la serie, cosa que hace que sea una suerte de Astérix y Obélix: la Antigüedad es un disfraz del presente.
Esta 2ª temporada empieza muy bien con "El rey de los ladrones" que presenta a uno de los mejores personajes de la serie, aunque sea puro estereotipo, Autolicus (en la mitología el abuelo de Ulises), interpretado genialmente por el entrañable B. Campbell. Es un episodio cómico de historias paralelas muy original y divertido que funciona a base de contrastes: lo tradicional con lo moderno, el egoísmo con la amistad, la singularidad con la generalidad, el delito con la honradez, la culpabilidad con la inocencia, la apariencia con la verdad y algunos otros más. Lamentablemente esta excelencia carece de continuidad, el siguiente es uno de los peores capítulos de la serie, por lo que hay que esperar al episodio 7, "La Madre de Todos los Monstruos", para ver algo por encima del suficiente. Aquí la serie humaniza al monstruo Equidna, una de las genialidades que me hicieron fan de esta serie (una pena que apenas saliese este personaje), para hacer un enfrentamiento entre madres: la madre del héroe matador de monstruos contra la madre de esos monstruos, pues el episodio afronta el tema asumiendo que los monstruos no son seres malvados sino naturales, es decir, que su maldad no es esencial, son monstruos porque son monstruos no porque sean malignos. Interesante idea que se resuelve bien aunque no se profundiza en ella. Simpáticos son "El Otro Lado", donde la serie nos cuenta su versión del mito de Perséfone, que es respetuosa aunque en verdad la historia había ocurrido al principio de los Tiempos, y "La sombra del gigante", que presenta a Tifón, el marido gigante de Equidna (y padre de monstruos), un buenazo ingenuo y por tanto un personaje soso y sin interés y totalmente contrario al original. Otro episodio que me parece destacable es "Érase un héroe". No es muy bueno porque su gran argumento, una búsqueda del Vellocino de Oro II, es demasiado para el episodio. Hubiera sido un fabuloso telefilm, mejor que los que dieron lugar a la serie, o episodio doble pues el argumento necesitaba más tiempo para desarrollarse y un poco más de presupuesto. Presenta a Jasón, uno de los secundarios más importantes de la serie y uno de los héroes griegos más populares. Poco después llega "La Manzana", uno de los 5 mejores episodios de la serie y el que me fidelizó. Una singular y particular versión del Juicio de Paris da el pie a una historia no del todo redonda (y pobremente dirigida por K. Sorbo) pero maravillosa pues, citando a Boticelli (que a su vez citaba al mito), nos presenta a Afrodita, encarnada por A. Tydings, bella sin pasarse aunque cuando junta los brazos para acercar sus pechos el Universo es más feliz, que hace genial de rubia vanidosa y artera aquí y en el resto de los episodios donde sale, tratando de enfrentar entre sí a los adoradores de Atenea y Artemisa (dado el papel de Hera como archivillana esta no podía presentarse, como en el mito, al concurso) en su propio beneficio. Este episodio es muy importante porque por fin la serie rompe totalmente con sus raíces protestantes para representar antropomórficamente a los dioses (genial el diseño pop de Afrodita). Es cierto que Zeus, Hades, Perséfone y Deméter habían salido con forma humana (Némesis también pero no es una Olímpica), pero Hera y Ares, los dioses que más aparecen en la serie, lo hacían simbólicamente, una pluma de pavo real representaba a la 1ª (ave de esa diosa pero al final pues los griegos no conocieron a ese plumífero hasta que Alejandro Magno llegó al Indo) y una calavera para el 2º. Sin duda la exitosa intervención de A. Tydings dio a los productores la idea de dar a Ares forma humana en la siguiente temporada, y eso fue decisivo pues con ello por fin esta serie cuajó ya que Hércules necesitaba un oponente con forma humana capaz de ser su archienemigo. Una serie física o de peleas precisa de un antagonista de carne y hueso. Por eso lo de Hera no tenía sentido en la serie aunque fuese respetuoso con el mito (que por otra parte parece tergiversado ya que los hechos de que Heracles significa famoso por Hera, de que esta diosa era muy popular entre los griegos y de que en la Ilíada y en Argonáuticas aparece como protectora de los héroes aqueos sugieren que originalmente, quizás cuando los micénicos, Hércules era su agente). Después de este episodio clave en la serie la temporada no da ya nada destacable pero si mencionable: los episodios "Rey por un día", la versión de la serie de El Prisionero de Zenda, "La boda de Alcmene", genial todo el tramo en el interior del monstruo marino por la manera en que el equipo de producción reprodujo artesanalmente y sin complejos el susodicho, y "El poder", muy sosainas por su buenismo y exaltación de la gente sencilla y sin ambición, pero parte de una buena idea: el despertar de los poderes de un semidiós. Durante esta temporada también Hércules y Iolus aparecen en un episodio de Xena. Es entretenido, pero como insiste en lo romántico pese a estar eso fuera de lugar podemos olvidarnos del susodicho sin problemas. Así pues, aunque la 2ª temporada es mediocre, como la anterior (y las siguientes), la calidad de la serie sube. Sin duda la confianza y experiencia ayudaron a sus artífices a sacar jugo a la tradicional premisa de la serie (héroes bonachones desfacedores dentuertos errabundos y desinteresados que golpean con la mano abierta) evitando que cayese en lo genérico, vulgar, formulaico e impersonal. Por ello ver la 3ª temporada estaba totalmente justificado.
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