Mantlo llegó jovencito a Hulk. Aún no tenía los 30 pero ya llevaba 5 años guionizando para Marvel. Su etapa en The Incredible Hulk empezó en el 245 EE.UU. con una historia en 4 partes que remata la saga de Jarella. De este relato voy a hablar y para ello he seguido la edición de Bruguera (I, 15 y 16), pues es la única edición en España donde esta historia se ha editado de forma autónoma, es decir, no formando parte de tochos. No es una buena edición por su rotulación mecánica (la cual sin embargo me pone tierno porque me retrotrae a mi infancia), porque le faltan portadas y porque se come páginas de cada grapa, pero hay que reconocer que no se nota.
Esta historia la dibuja S. Buscema, antaño un competente artesano y hoy un mediocre y pobre dibujante, el cual da lo mejor de sí mismo en las 3 primeras páginas (una es una splash-page). Así, la historia comienza con mucha potencia y dinamismo. Mantlo empezó su etapa ofreciendo lo que se esperaba de un cómic Marvel de la época, mucha acción y tensión. La primera grapa es puramente formulaica, una pelea que deviene en duelo. La segunda grapa es más de lo mismo. Fórmula. Así que la historia apenas avanza con lo que pierde la potencia y el dinamismo con los que empezó. Mantlo se muestra como un competente rellenador de páginas. De este modo nada hace presagiar la explosión de la historia en su segunda parte.
En la tercera grapa Hulk llega al microscópico mundo de K´ai con el cadáver de Jarella. Un mundo desértico y desolado. Antes no era así. Rápidamente llega la pelea. Un monstruo amenaza a unos inocentes. El superhéroe que hay en Hulk se apresta al combate. Vence. Con la calma llega la puesta al día. El héroe ha demostrado que lo es así como el pueblo ha demostrado que necesita de uno. El relato es inesperado. Resulta que Hulk destruyó K´ai cuando volvió a su tamaño normal. El mundo esta muerto. No hay solución posible. No hay hazaña que realizar. Así que seguimos con el motor de la historia: Hulk quiere enterrar a Jarella en su mundo. Sus protegidos le indican que debe hacerlo en el Valle de la Vida. Viajan hasta allí y Hulk y nosotros descubrimos que es un oasis, un vergel, un paraíso, el Edén. En K´ai no sólo hay rocas y arena. Como el Valle de la Vida es sagrado nadie puede entrar. Hulk ha de dejar el cadáver de su amada Jarella en el límite y marcharse. Naturalmente esto no satisface la mente infantil y testaruda del coloso esmeralda. Así que se interna en el Edén. Hulk no cumplirá su promesa hasta que no entierre con sus propias manos a la reina muerta. Mientras lo hace Mantlo nos muestra su arrebatadora prosa poética y melodramática: Hace mucho mucho tiempo, en otro mundo, en otra vida. Antes de que el niño se convirtiese en hombre, antes de que el hombre se convirtiese en científico, antes de que el científico crease la Bomba Gamma, antes de que la bomba crease al monstruo. Mejor resumen de lo que es Hulk imposible. En cuanto las manos del coloso esmeralda mancillan el Edén este le ataca. No sólo criaturas vegetales, aéreas, acuáticas, arbóreas y diminutas sino también la propia tierra. Naturalmente Hulk vence así que el señor del Edén se ve obligado a hablar con el intruso. El Jardinero le dice que ningún ser inteligente puede entrar en su Valle de la Vida. Después la grapa termina.
En la cuarta, la mejor de todas en una historia construida en crescendo, Mantlo se desata por lo que, como siempre, nos deja alucinados. Dios, no hay duda pues S. Buscema lo dibuja como un dios veterotestamentario, le cuenta a Hulk que los seres inteligentes por indignos tienen vetada la entrada en su jardín. Sólo los inocentes: los pájaros, las bestias y los muertos son bienvenidos. Pero Hulk, como héroe que es, es indomable. No esta dispuesto a obedecer. Quiere expiar sus pecados. Por eso va a forzar a Dios a admitir a sus protegidos. Como esto es un cómic Marvel y Hulk es Hulk va a ser a hostias. Hulk vence a Dios así que le roba su poder y reverdece al planeta hasta convertirlo en un Edén. Después entierra a Jarella. Acto seguido brota una flor verde de la tumba. Maravilla. Milagro. Y no es el triunfo del amor sobre la tumba el material del que estan hechos los milagros? nos dice Mantlo. Tras esto Dios pide disculpas. Las hostias le han hecho ver su error. El paraíso necesita gente. También pide permiso para quedarse. Tras esto Hulk se va. En el paraíso no es necesario pues allí ni se precisan protectores ni se precisan reyes. Por tanto, como todo héroe que ha finalizado su trabajo, debe dejar a su comunidad pues en esas condiciones es superfluo. En este caso más, pues el triunfo de Hulk es absoluto. Ha llevado a su pueblo al Cielo. Hulk ha hecho de Moisés y ha extraído a su pueblo de la Historia (sigue ahí?).
Así comienza Mantlo su etapa en Hulk. Quizás la más decisiva para este pj. Un comienzo que empieza con un final. Parece que Mantlo sintió la necesidad de terminar con el pasado antes de empezar a andar. Esto muestra su sabiduría y su genialidad pues aún era joven.
Así es este espléndido relato. Sencillo y lineal y tosco y largo pero lleno del genio de Mantlo. Como casi siempre este guionista, bajo el simple divertimento y la industrial fórmula, mete Filosofía en su sentido más general. Es una historia un tanto nitzschiana pues en ella el Hombre se revela contra Dios con éxito. De este modo consigue la ruptura definitiva del devenir, del eterno retorno, pues el paraíso es para siempre. También hay mito. Esta historia sigue el esquema de El viaje del Héroe. Hulk tiene condición real como los héroes míticos y es más que humano como los héroes míticos, aunque no por obra divina sino humana. Su aventura comienza en el Mundo Ordinario, en la Tierra. Allí es llamado a la aventura, tiene que enterrar a Jarella. Gracias a un Mentor, el Capitán Marvel, traspasa el umbral que separa este mundo del otro. Allí se encuentra con pruebas, los monstruos, y aliados, el pueblo de Jarella, y así aprende como estan las cosas. Después viene La Prueba, la lucha contra El Jardinero. Como es tradicional es derrotado pero en la crisis (único momento de toda la historia en que aparece Banner), una especie de ordalía de agua, encuentra lo necesario para vencer (Hulk). Así, triunfa de modo que gana el Elixir, una gema del infinito, la fórmula que resuelve su problema. Como en muchos mitos, el Héroe (verde) hace reverdecer la tierra tras vencer el monstruo que retenía las fuerzas germinadoras. Finalmente regresa al Mundo Ordinario. Jarella como reina (verde) es la diosa de K´ai. Así, sin ella este se vuelve baldío y con ella este reverdece para siempre, así es la vida de ultratumba, pues mediante el enterramiento se integra en el planeta. Esto lo simboliza la flor que brota instantáneamente, pues promete la eternidad ya que el amor es eterno. De este modo Jarella es un Osiris femenino. Por último hay religión, es evidente que el cristianismo da forma a esta historia. No sólo esta Dios y el Edén sino que la pelea entre Hulk y El Jardinero evoca la de Jacob y un ser divino pero invertida, pues el israelita representa la astucia y esta enfrentado a su hermano que representa la fuerza.
Por tanto, estos 4 cómics no son mero escapismo y diversión. Como todos los relatos de Héroes hablan sobre nosotros. Son historias que nos enseñan que la vida es sufrimiento pero también un combate que se puede ganar si se es fuerte y pertinaz. Nuestro triunfo es posible si se doblega al destino. Lo curioso es que el vencedor es un monstruo y no un humano. Generalmente los monstruos representan el ego y los vicios que nos torturan haciéndonos sufrir y los héroes la razón y la compasión que nos hacen triunfar sobre ellos de modo que nos llevan a la Felicidad. Aquí no, es la ingenuidad e ignorancia infantil lo que da el triunfo pues Hulk, más que un monstruo, es un niño pequeño. No es mr. Hyde sino un niño que se rebela porque no comprende. Es la inocencia maltratada y maldita con un poder inconmensurable. Es así porque Hulk nace en un mundo que ha condenado la razón y la inteligencia porque estas le han llevado al sufrimiento, el pánico nuclear. Por eso Banner no puede triunfar a pesar de su inteligencia y mesura. Lo hace Hulk a través de la rabia y la falta de entendimiento (recuerda que El Jardinero no quería seres inteligentes en su Edén) porque es inocente y justo. En el fondo Hulk es el héroe ingenuo de los cuentos. Sus desmanes, como los de Heracles, no son volitivos. El no planeó la destrucción de K´ai ni la muerte de Jarella. Hulk es un monstruo que siempre es víctima, cordero. Por eso puede acceder al Edén y blandecer el duro corazón de Dios como hiciera Abraham cuando intercedió por Sodoma, sólo que él lo hace al estilo marvelita, mediante hostias espectaculares. En el fondo esta la naturaleza combativa y justiciera de Mantlo.
En fin, otra fabulosa historia de este guionista maldito que demuestra que es uno de los grandes. Mantlo siguió la estela de Kirby y así se convirtió en el precursor de Moore, Morrison y Miller. Sus historias, como las de ellos, mezclan lo erudito con lo pop y la reflexión con la diversión. Por ello sus cómics son clásicos, es decir imperecederos, y magníficos ejemplos del porqué los superhéroes se convirtieron en mainstream. El género triunfó porque tuvo autores que hicieron historias fabulosas portadoras de conocimiento esotérico y de esperanza, valores y sabiduría pop, es decir, mitos. Por ello, cuando casi todos estos aedos se han ido la decadencia ha llegado. Necesitamos un Héroe Verde.
Comentarios
Es curioso como Pak, el guionista actual del personaje (que ya lleva tiempo trabajando con él y esta, en mi opinión haciendo un magnifico trabajo), esta basando su etapa en conceptos e ideas extraídas de la de Mantlo, mientras que el paso de Peter David por la colección no tiene apenas influencia
Para mi las etapas de Bill Mantlo/Sal Buscema y de Peter David/varios son las dos mejores etapas de Hulk, puede que incluso me guste más la de David, pero creo que la diferencia es que Mantlo si escribió cómics de Hulk y lo hizo crecer como personaje, firmando una etapa gloriosa, mientras que David, que también hizo un fantastico trabajo, termino adaptando más al personaje a sus gustos que no a la inversa, siendo más un comic “de Peter David” que no uno “de Hulk”, por eso creo que Mantlo ha tenido más influencia en el futuro del personaje, pese a que su etapa es menos valorada en general.
Mantlo a mi también me parece un gran guionista, no creo que me guste tanto como a ti, pero si creo que sabía manejar el cómic de supertipos como pocos y sabía meter, sin calzador y con inteligencia, segundas lecturas e ideas interesantes en casi cada cómic que escribía, recuerdo con especial cariño sus Capa y Puñal, tanto en Spiderman como en solitario, dos personaje deliciosos en los que supo meter toda un bagaje social bastante duro haciendo que no solo funcionase si no que encajara a la perfección.
Un saludo.
Yo sobre todo lo que siento por Mantlo es cariño porque es de los que mejor me lo hizo pasar en mi adolescencia. Él sí y no Morrison desbarra de lo lindo. El segundo cuando lo hace es parte del cálculo en cambio Mantlo siempre tira para adelante y nunca mira atrás.
Mantlo no es tan bueno como los grandes pero es el mejor discípulo que tuvieron Lee&Kirby y uno de los precursores del guionista culterano y comprometido de hoy.
Quizás lo único señalar haciendo referencia al malditismo de Mantlo que señalas es que siga siendo un autor a reivindicar y que no goce del reconocimiento de los demás mencionados fuera de círculos "entendidos".
Creo que en parte es debido a que Mantlo a pesar de hacer cómics inteligentes y llenos de referencias en cuanto se le coge el tranquillo en principio no es tan evidente la autoría, primando el entretenimiento sobre los demás. Vamos, en resumidas cuentas, Mantlo hacia tebeos de superhéroes inteligentes y sin complejos sin la necesidad de tener que reivindicarse constantemente como les puede ocurrir a otros autores.
(No sé si al final ha quedado muy claro lo que quería decir).
Impacientes Saludos.
Pienso lo mismo que tu PAblo, Mantlo no es un autor. Lo que le diferencia de los demás es que no tenía conciencia de serlo. El hacía sus guiones siguiendo la fórmula Marvel. Se consideraba un artesano o un asalariado que tenía que contentar antes a los jefes y al público que a sí mismo.