Regreso al blog. Espero poder retomar ya el ritmo habitual, 2 post por semana, o al menos el ritmo veraniego, 1 post semanal, que tengo cosas acumuladas como este post que llevo como 3 semanas queriendo escribir. Lapso de tiempo que va a hacer que este post no sea exactamente lo que tenía pensado ya que, como saben, el tiempo es enemigo de la memoria. Por cierto, versa sobre una peli española. Si no me equivoco la primera que posteo y es que yo soy de esa inmensa mayoría silenciosa que piensa que nuestro cine (y tv) es una mierda. Tiene peliculones (por ejemplo "Furtivos") pero soy de la opinión que desde los 80 nuestro sistema de subvenciones sólo produce de forma aplastante mediocridades o mierda.
En fin, "Fata Morgana" era una peli totalmente desconocida para mi. Una breve indicación sobre esta en el programa de mayo de la Filmo de Madrid me dio a entender que sería o muy mala o muy buena, es decir, que tenía buena pinta. Por 2.5€ siempre estoy dispuesto a arriesgarme. Y me alegro porque es una peli que me gustó bastante. A ver, es superpedante y surrealista (la forma políticamente correcta de decir absurda) pero en el buen sentido. Es decir, que es una peli tremendamente gafapasta pero que se disfruta mucho al salirse de lo habitual y ser muy simpáticas y cómicas sus ínfulas pedantes. No hay nada más gracioso que la pretenciosidad y la seriedad. Además, una cosa buena que tienen las gafapastadas cinematográficas es que suelen ser estupendas visualmente, justo lo contrario que en los cómics. Por qué será? En fin, que os la recomiendo, sobre todo para verla en compañía porque así sacarán todo el jugo a la peli.
-Tener miedo a morir asesinada sí.
"Fata Morgana", con guión de G. Suarez (el director de la última gran peli española: "Remando al viento"), es una peli muy difícil de clasificar ya que es de CF pero también surrealista, policiaca o, incluso, un giallo (subgénero que no he videado pero sobre el que he leído algo). En realidad es cine de Arte y Ensayo que en vez de ser ombliguista está imbricado en su tiempo. Se puede videar y disfrutar descontextualizadamente pero es evidente que es un producto de su época a pesar del aislamiento y conservadurismo de la España de Franco (si bien es en los 60 cuando empieza abrirse y a pretender fingir que, aunque sea una dictadura, la gente vive como si estuviese en una democracia, es decir, con libertades). En los 60 hay un grupo de pelis dispares que, sin embargo, pueden agruparse bajo la etiqueta de cine machista crepuscular. Este cine tiene en común el representar el acoso a una mujer joven y bella y moderna simplemente por serlo. Quizás sus pelis fundacionales podrían ser "Psicosis" y "El fotógrafo del pánico". En este saco también se incluyen pelis como "Belle de jour", "Repulsión", "La semilla del diablo", "El coleccionista", "El carnaval de las almas", "El estrangulador de Boston", "Crimes of the future"... Pero son los italianos, a través del giallo, quienes convirtieron esta crisis social, la irrupción de la mujer moderna en la sociedad patriarcal occidental, en un subgénero pop de proyección internacional. Lógico que fuese un país mediterráneo y tradicional el que elevase a categoría lo que en otras cinematografías no era más que una tendencia. El giallo básicamente son pelis en las que un psicópata (por ejemplo esta peli empieza con una escena en que unos adolescentes despedazan un anuncio con el objetivo de atesorar la parte en que sale la modelo) persigue a mujeres jóvenes y bellas y modernas (por ejemplo la prota de esta peli es una modelo). Es la sublimación del conflicto social provocado por unas mujeres que quieren cambiar y unos hombres que quieren lidiar con ellas pero que no saben como hacerlo ya que se les ha educado para tratar con mujeres tradicionales (madre, esposa, puta, novia, hermana, monja). Las mujeres buscan ser autosuficientes con lo que, al no aceptar los roles impuestos por los hombres para poder entenderlas (y controlarlas), los desafían y se vuelven más incomprensibles. Creándose así una confusión en la que, por ejemplo, el desnudo femenino deja de ser una prueba de liberación y modernidad para convertirse en otra forma de explotación machista. El desnudo que buscaba desobjetivar a la mujer paradójicamente la objetiviza más en cuanto la industria (no sólo la del espectáculo sino la cosmética, la automovilística, etc.) puede utilizarla para sus fines.
"Nada tiene lógica en esta historia pero ya hay tres mujeres asesinadas". R. Alcover Oti en "El Dirigido" de este mes propone esta frase de la peli "Siete orquídeas manchadas de rojo" como la perfecta definición de un giallo. A esto yo añadiría el sometimiento de la historia a la forma y cierto aire intelectual. Estos 3 puntos son los pilares de "Fata Morgana", así que se la podría considerar un giallo, pero como las similitudes provienen de la coetanidad y no porque Aranda y Suárez quisieran hacer uno, esta peli no pertenece a ese subgénero. Además, en 1965 el giallo estaba gestándose pues no es hasta "El pájaro de las plumas de cristal" (D. Argento 1970) que el asunto se convierte en un subgénero reconocible y, por tanto, expotable. Así pues hay que videarla sin ese prisma.
-Todo asesinato es la historia de un encuentro. Todo encuentro es una historia de amor.
"Fata Morgana" me parece una gran peli. Atractiva y desconcertante desde el primer minuto y rabiosamente gafapasta (un espectáculo donde no pasa nada es un espectáculo donde todo pasa dentro). Gracias a que está realizada con gran habilidad y sumo gusto. La evidente falta de medios se convierte en un aliado ya que su constante pelea con la imaginación y la estética potencia el suspense de "Fata Morgana" al producir tensión. Lo único es que esta termina más tarde de cuando debió hacerlo. Vamos, el epílogo sobra. Se sitúa en un futuro inconcreto y en un momento apocalíptico (una plaga que esta barriendo a la humanidad de la faz de la Tierra, elemento que no tiene ninguna importancia para la trama pero sí poderosos efectos estéticos pues los escenarios urbanos están desiertos) para así poder ser una fábula crepuscular. Por esta razón su tono surrealista y onírico queda plenamente justificado. Por ahí transcurre la surrealista historia de una modelo (que juega al ajedrez y recita a Shakespeare) acosada por la población masculina de una ciudad vacía y sobre la que pende la amenaza de un psicópata. Esta parte es la más giallana de la peli, pues el motor de la historia es la teoría de que hay personas que nacen para ser víctimas (todas bellas jóvenes porque la belleza se posee o se destruye) y otras para ser asesinos (creo que la peli en ningún momento dice que estos siempre son hombres), pero el encuentro fatal puede evitarse reeducando a las víctimas para que su subconsciente deje de elegir morir. Como ven un argumento que hoy convertiría a sus artífices en víctimas de un linchamiento mediático furibundo (aunque la fui a ver con una chica la cual en ningún momento se ofendió por el machismo del film). Así, "Fata Morgana", aunque absurda o, quizás, loca, se construye a través de la intriga de saber si el teórico tiene razón y, así, la mujer que él ha identificado como la próxima víctima, la modelo, será asesinada.
-Cuando nos despertamos todos vivimos en el mismo mundo. Pero cuando soñamos cada cual vive en el suyo.
Este es un hilo que aunque no dota de coherencia a "Fata Morgana" sí hace que no sea un cajón de sastre (es evidente que parte del surrealismo de la peli parte de la inexistencia de un argumento sobre el que edificar un largo). De este modo las tremendas pedanterías de Suárez (el sentido poético nunca puede ser un sentido común al alcance de multitudes chabacanas) y el delirio esteticista de Aranda tienen algo firme que evita que esta opera prima sea una tontería. Así, tras el absurdo de una peli construida por Aranda para ser una boutade y la intelectualización de lo pop por parte de Suárez hay una reflexión sobre las relaciones modernas entre mujeres y hombres, es decir, sobre la búsqueda del equilibrio entre objeto de deseo y persona. Una reflexión machista que sin embargo reconoce a la mujer moderna. "Fata Morgana" puede ser resumida como Gim corriendo por la ciudad tratando de encontrar algún tipo de consuelo en un mundo donde todos están contra ella. Por tanto, estas pelis reconocen a la mujer moderna como una habitante de un entorno hostil (-Ese hombre me odiaba. Todos me odian) porque además de amenazarla la impide desarrollarse. Es esta sensibilidad o reconocimiento del otro, la mujer, como una víctima y no como un culpable (es una bruja, es que vestía como una puta...) por lo que todas estas pelis hoy son aceptadas (menos los giallo, supongo, ya que no son fácilmente accesibles). Por tanto, este cine es machismo crepuscular pero también una reflexión sobre la mujer moderna y una dramatización de la eclosión de esta. De este modo no son pelis reaccionarias sino catárticas, pues a través de ellas el público masculino sublimamos nuestro odio hacia la mujer moderna (-No te odian. Te desean).
-Merece la pena que sigan quedando idiotas.
En fin, una peli que merece la pena por ser diferente y tan desconcertante como interesante. Es totalmente sesentera pero, precisamente por eso, fresca y lozana. Su corta duración (87'; tengan cuidado porque la más accesible es una versión de 82' y a esta peli genial! no le sobra ni un minuto), su grata forma y su sorprendente demencia medio poética medio intelectualoide hacen que sea imposible aburrirse videándola por muchos prejuicios antigafapasta que se tengan. De todos modos se puede videar, como mi acompañante dijo, como una peli de morenas contra rubias. Puede que "Fata Morgana" no les guste pero, desde luego, desde el principio hasta el final tendrán la boca abierta, unas veces por la desvergüenza de sus artífices y otras por sus salidas de tono. Lo cual es de lo que trata el Cine. Tanto el cine más comercial como el cine vanguardista lo que busca siempre es dejar patidifusos a sus espectadores.
Comentarios
Vi esta película hace muchos, muchos años. Tenía un amigo en el instituto que era fan de Vicente Aranda y me prestó algunas de sus primeras películas. El recuerdo que conservo es el de un título muy irregular y, como dices, pedante pero también interesante (aunque no creo que llegue a fascinar) por su personalidad. Demostración de que otro cine español es posible (o era, al menos). Con todo, de Aranda me quedaría con su notable "Amantes".
Por cierto, me ha llamado la atención que cites a la Dirigido por. ¿La compras con asiduidad o sólo por el reportaje del giallo? Reportaje, por otro lado, correcto, pero algo flojo (a falta de leer la 2ª parte) e, incluso, diría que redundante por parte de Antonio José Navarro (el coordinador).
Ya desde hace unos años la política de Dirigido por ha cambiado bastante. Dossiers dedicados al peplum o al giallo denotan un intento de acercamiento a la cultura popular, una especie de reinvindicación de ésta desde su postura de revista "seria".
La marcha de sus plumas más ilustres (y a la postre, interesantes) como Carlos Losilla, Hilario J. Rodríguez, José Enrique Monterde o Ángel Quintana han provocado un vacío que no se ha podido llenar todavía. Los nuevos nombres acreditados son de escaso interés (con alguna excepción, relativa, como Tonio L. Alarcón) y no me animan a leerlos, cuando no me repelen, como Israel Paredes. Sigo comprándola (llevo diez años), pero su adquisición ya no me provoca el entusiasmo y ansias de leer de antaño.
En cuanto al reportaje del giallo, yo no me atrevería a decir que es ilegible, pero sí escaso. Limitarlo a un artículo introducctorio (muy bueno, eso sí), unas pocas antologías y un par de entrevistas sabe a poco y a no querer profundizar en el subgénero, a parte, claro, del mayor o menor interés de cada artículo que ya es algo más personal (yo con Oti no puedo).
Buff, creo que me he excedido una vez más. Lo siento.
Yo no utilizo pedante como peyorativo porque yo lo soy. No hay más que leerme. Pero a veces esa pasión por la nota que tienen me parece excesiva al igual que la tendencia a la intelectualización excesiva de algunos pero desde luego mejor eso, que así uno aprende, que otra cosa.
Estoy de acuerdo contigo en lo del dossier. Yo lo que quería decir es que no me lo he leído entero porque me ha resultado imposible porque el estilo de algunos para mi era insufrible así que no puedo ser muy crítico. Pero estoy de acuerdo que es escasamente analítico. Por eso no he hecho el esfuerzo de leerlo entero. Yo estoy contigo, para mi que algunos de los colaboradores no tenían mucho interés.