"El coleccionista" y "Psicosis" son las pelis fundacionales del subgénero psycho, aunque no son las 1º pelis que giran alrededor de un psicópata, ahora se me ocurren "M, el vampiro de Dusseldorf" y "El cebo", notables pelis, y seguramente habrá otras y psicópatas en algunas otras pelis anteriores de otros géneros. Estas pelis, bastante parecidas, lo son por estar muy bien hechas, dar el protagonismo al psicópata e inaugurar el subgénero de forma que, si antes había una peli muy de vez en cuando, desde los años 60 no hay década que no haya contado con un puñado de pelis de este subgénero. Tampoco hay que olvidar que parte de su mérito es estar hechas en el momento adecuado, entre los años que van desde Ed Gein (1957) hasta Charles Manson (1969), de forma que contribuyeron a convertir a los psicópatas en un fenómeno de masas más, así como de terminar la sustitución de los monstruos tradicionales folklóricos (Drácula, licántropos, etc.) por unos más más modernos como protas del género de Terror, al ser más creíbles y reales y por ello más aterradores que los que surgieron de las mentes calenturientas de los campesinos europeos del pasado. La 2º Guerra Mundial con sus nazis y la alienación de la vida moderna pusieron de relieve que el hombre es un ser lo suficientemente terrorífico como para bastarse por sí solo para acojonar al personal.
"El coleccionista" es, quizás, la peli más elegante del subgénero ya que fue dirigida por Wyler (el de "Ben hur" y "Vacaciones en Roma"). Es una peli nada truculenta, tranquila, en fin, hecha con buen gusto, lo que lejos de perjudicarla la hace lo suficientemente singular como para destacar, ya que nos relata un secuestro por amor que acaba mal y pone el peso de la peli en la relación entre el psicópata y su víctima y no en la violencia, la captura o en el morbo de una personalidad desquiciada y pasada de rosca.
La dirección de Wyler es clásica, sin aspavientos o enfatizaciones (la mayoría de los planos son amplios), y con un ritmo tranquilo. Una dirección que carga sobre los hombros de los actores la misión de conmover al público. Una dirección que, como digo, no juega en contra de la peli como puede parecer a priori, porque es lo que le da fuerza al sorprendente, jocoso, tremendo y genial final que es lo mejor de la misma. De todas formas Wyler tuvo suerte, pues los actores hicieron un trabajo brillante. T. Stamp, Freddie, esta impresionante, impecable, apoteósico, interpretando a un N. Bates mejorado y la actriz sin estar a esa altura a mi parecer (ella fue nominada al Oscar y él no, pero ambos fueron premiados en Cannes), resiste la confrontación y esta muy valiente haciendo un papel complicado y, en cierta forma, duro para la época. Lo más flojo es el guión (basado en una novela) porque es él el que ha pagado la factura del tiempo. Aunque la peli esta muy bien desarrollada y el que el hobbie de Freddie sea coleccionar mariposas es algo brillante para caracterizarle (sí, "El silencio de los corderos" debe bastante a esta peli), su retrato es demasiado deudor del de Bates y además bastante básico e ingenuo, de forma que si Stamp no lo hubiera bordado, la peli hubiera fallado, ya que hoy en día el pj es poco serio.
Lo importante de la peli es, como dije, la relación depredador-víctima. Lo cual la da un aire teatral, ya que esta transcurre casi en un mismo decorado (el sótano de la casa de Freddie) y prácticamente solo cuenta con los 2 protagonistas. Es una relación de confrontación y tensión, pues ambos intentan seducir al contrario por propósitos egoístas. Es una relación que destaca la diferencia social y personal de los contendientes, más que la torcida psique de Freddie. De esta forma la peli muestra el enfrentamiento entre una persona humilde, apocada, infantil y fantasiosa con una niña bien y popular. Entre una persona marginada y que no entiende el mundo moderno y otra integrada y gustosa de lo moderno (como se ve en la discusión sobre Arte Moderno/Contemporáneo). De esta forma, la historia es casi más una representación de la dialéctica de clases que otra cosa. Pero también este enfrentamiento contiene la confrontación del feminismo con el machismo, de la fantasía con la realidad y de la libertad con las exigencias de los demás, de donde emana la tragedia de que no siempre los sentimientos de afecto son correspondidos por mucho que uno se esfuerce y quiera y de un desarrollo incorrecto y por tanto insano que convierte a uno en marginal y, sobre todo, en un marciano. Por eso el valor de "El coleccionista" es que asistimos a la génesis de un psicópata. Freddie, al principio no es un psicópata, es un tipo raro enloquecido por el amor, hoy en día parece más un maltratador en potencia que un psicópata. Es su derrota ante su víctima lo que le hace dar el último paso, un paso que pasa desapercibido a los ojos del espectador que se encuentra con los hechos consumados de forma sorprendente, que es lo que a uno le deja boquiabierto, y acongojado porque el final es abierto, y lo que hace subir enteros a la peli.
En fin, "El coleccionista" es una peli original que ha aguantado bastante bien el paso del tiempo. Una peli que merece verse porque su buena factura, originalidad y su condición de clásico resulta bastante satisfactoria, por lo que no merece el olvido del que es objeto por mucho que no vaya en la actual línea gore y fantasmona del subgénero ("Seven" hizo mucho mal).
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