Pues nada, unas breves critiquitas sobre un par de tomos de DC que, aunque sólo son correctos, tienen alguna cosilla interesante que, en mi opinión (estas palabras son redundantes en un blog no?), los hacen destacar sobre la masa mediocre que se saca a la venta y leemos todos los meses.
La Mujer Hipótesis, G. Simone y J. L. García López, Planeta DeAgostini 2007.
La Mujer Hipótesis, G. Simone y J. L. García López, Planeta DeAgostini 2007.
Es un cómic de la JLA que estaba destinado a publicarse en el tramo final del penúltimo volumen de la colección dedicada a este clásico supergrupo, pero no fue así. Acabó en la cole (suma de miniseries) paralela de la JLA, JLA: Clasificado. Es un cómic típico de Simone, es decir, bien pensado y bien escrito con cierto clasicismo, comicidad y agilidad, por lo que resulta una lectura grata. El cómic es bastante entretenido, pero va de más a menos, lo que es una pena porque de no haber sido así, habría sido un cómic notable. Lo interesante e inteligente de esta miniserie es que el protagonista es el villano. Pero no cualquier villano, no el típico supervillano colorista, convencional y pop del género, sino un dictador tan cruel como exitoso que recuerda a muchos de los que han pasado por la historia reciente. Lo interesante es que este villano, una vez "destronado" por la JLA, consigue establecer una entente con sus semejantes aún en el poder para aunar esfuerzos para acabar con las injerencias internacionales de la JLA, así como con cualquier veleidad anti status quo que esta tenga. Esfuerzos que consisten en recoger los despojos que las victorias de la JLA van dejando por todo el planeta. Así pues, utilizando restos de tecnología avanzada, genéticos o extraterrestres, este villano se curra una amenaza que parece que puede volver a llevar la seguridad a los hogares de los tiranos de la Tierra. Una idea interesante, muy bien desarrollada, sobre todo porque Simone consigue hacer un villano carismático capaz de oponerse con éxito a toda la JLA, que da lugar a la Mujer Hipótesis. El problema empieza a partir de aquí porque la Mujer Hipótesis apenas es desarrollada (yo aún me pregunto el por qué de tal nombre), la pelea final es harto convencional (excesivamente clásica) y el final es absolutamente contradictorio y hasta absurdo porque la JLA acaba sustituyendo al villano por su hijo, un jovenzuelo con principios y escrúpulos educado en EE.UU. que renunció a su padre tiempo ha. Contradictorio porque lo que hace la JLA es cambiar al gobernante sin consultar a la población que va a sufrirlo, o sea, un cambio propio de cualquier potencia imperial. Absurdo porque hace hereditario el poder, derribando con ello el buen y fresco entramado de thriller político que tenía la historia y contradiciendo el american way of live que la formación protagonista defiende, y porque necesita de la suerte para finalizar. Si no se diese la casualidad de que el villano tiene un hijo que es muy diferente a él (a pesar de que adopta los mismos ropajes), parece que la JLA no tendría solución al problema. Así pues, el notable trabajo de Simone queda desecho por ella misma, pues es la única responsable de rebajar la miniserie de algo notable a un cómic facilón más. Aunque bueno, el final de esta especie de parábola a Irak que nos presenta Simone, igual esta hecho aposta para hacer una críptica crítica al conservadurismo del género y a las tácticas imperialistas y por ende, a su país. García López hace su trabajo como siempre, sólo que aquí es entintado por K. Janson, lo que hace que su habitual aspecto elegante, clásico y apolíneo se torne en algo rudo y agresivo. De todas formas, Janson no impone su personalidad con tanto descaro como otras veces. Así pues, el resultado visual es tan sólo solvente ya que García López no tiene demasiada creatividad, su dictador parece uno de los años 30 del siglo XX, no uno de ahora, y su narrativa, aunque compone bien y ayuda al ojo discurrir por la página, tiene un aire rancio que no le viene bien al cómic. Aunque en esto también tiene culpa el color digital, sencillo, claro y plano, algo muy alejado de lo que es habitual encontrar en las páginas de las coles regulares actuales. En suma, "La Mujer Hipótesis" es una propuesta interesante y entretenida porque desaprovecha los mimbres que tenía para hacer algo notable, fresco y original.
La Muerte de los Nuevos Dioses, J. Starlin, Planeta DeAgostini 2009.
Es una miniserie dictada por las circunstancias. Como la miniserie de Crisis Final, convertida en macroevento por la ingeniería editorial, presuponía la muerte de los Nuevos Dioses, Didio decidió que DC no podía permitirse no contar eso. En eso anduvo acertado y también en encargársela a Starlin, autor clásico que, por sus preocupaciones metafísicas y tendencia trágica, es uno de los pocos adecuados para tratar personajes con una fuerza arquetípica tan grande como los Nuevos Dioses. Y este autor ha estado a la altura pues ha hecho una notable ambiciosa miniserie (8 números de 30 páginas). Le ha salido una obra correcta y sólida pero fría por lo que desaprovecha un argumento con mucho potencial, pero Starlin trata el material impecablemente tratado, sabe mantener el suspense hasta el final y hace que el aura arquetípica a los Nuevos Dioses, algo muy difícil de hacer pues para ello hay que saber mitología, brille. Es paradójico que para contar un götterdämnerung aquel autor haya optado por una estructura narrativa vulgar, convencional y burguesa como es el quién lo hizo. No sé porque eligió tal cosa pero se lo podía permitir porque no es Agatha Christie. Así, la rutinaria y clásica investigación de una serie de asesinatos perpetrada por un psycho aquí es algo original y épico puesto que las víctimas son Nuevos Dioses y los investigadores principales son Superman y Mr. Milagro. Uno muy diferente del habitual pues posee la Ecuación Antivida, es decir, es casi omnipotente, y ha perdido a Barda y que me juego el cuello a que ha sido la inspiración para ese desastre que es el Mr. Milagro de King. Starlin años antes que ese guionista ya convierte a este mítico personaje, el dios de la Libertad de DC, en un burgués ruin que es incapaz dafrontar el apocalipsis de su vida. La introducción de Superman es muy acertada no porque es el único superhéroe divino que hay, sino porque al ser el dios de los protectores hace resaltar más la dureza de los mundos míticos pues su particularidad es que en ellos no hay buenos y malos, la desesperanza y la rabia de los Nuevos Dioses que saben que su extinción ha llegado, el espíritu guerrero de Orión, el deseo de venganza que se come la bondad característica de Mr. Milagro (mayor que la de Superman) y como siempre el megalómano despotismo de Darkseid. Estos contrastes aportan mucha tensión a la historia de tal modo que sustituyen bien la ausencia democión que es caraterística de Starlin porque es un tipo bastante cerebral. En sus historias la gente maquina o reflexiona más que otra cosa y los personajes que mejor le salen son precisamente los racionales amorales como Metron o Darkseid. Ese autor es un tipo con temperamento y tristón y por ello sus personajes sufren y son iracundos pero lo que predomina en su obra son tipos taimados y calculadores como Thanos o Warlock. Así pues la historia no es original, pero no es el típico Quién lo hizo porque Starlin le mete a ese tipo de narración esos conceptos metafísicos de los 60 que ha desarrollado más en Marvel y la fuerza arquetípica de lo mítico. Por eso tiene sus sorpresas y sus momentos de brillantez además de mostrar lo que hace tan potente y alucinante a Superman y a los Nuevos Dioses. No obstante falla en no responder a algunas de las preguntas fundamentales de la historia, o sea, no explica satisfactoriamente porqué las cosas ocurren así y no dotro modo (por qué el psycho no se carga 1º a Darkseid que es el más peligroso de todos, más quel último kriptoniano?). También falla el dibujo. Starlin es un dibujante mediocre y por ello no puede ocuparse de 240 páginas. Uno sacaba cansando de un dibujo que quiere ser realista pero está lleno de fallos anatómicos y de perspectiva y que quiere ser dinámico pero es acartonado. Le salva, como a F. Miller, que es un sobresaliente narrador. Lamentablemente con el tiempo se ha hecho bastante clásico pero aquí cuando quiere te juega con las viñetas de forma genial de tal forma que usa toda la potencia del Cómic para contar una historia. Es un gusto ver a un dibujante que no piensa que un cómic es un storyboard ya que eso es lo que más abunda hoy en EEUU, sobre todo la mainstream. Así, el Starlin narrador salva al Starlin dibujante. Gracias a que sabe contar bien una historia tanto con palabras como con viñetas su dibujo flojete y ya viejuno (puro 70s) no molesta nunca. Y eso que su estilo no es nada apropiado para un ragnarök. También lo es el color simple y funcional que los dibujos de Starlin han recibido. Por eso la torpeza de Starlin y el convencional tratamiento de las tintas, la iluminación y el color privan a esta miniserie de un aspecto visual que plasme la carga trágica y ominosa de tan magna historia. No obstante, como he dicho, los fallos destas grapas no las impiden ser destacables ya que Starlin plasma la grandiosidad de las creaciones de Kirby. Autor que es reverenciado tan solo gráficamente cuando debería por creador de conceptos. Esta miniserie de Starlin es un buen ejemplo de lo tremendo que son los conceptos del Cuarto Mundo que creó. Creo que ahora, justo cuando el género esta renunciado a esa grandiosidad, pretenciosidad y cariz mitológico que Kirby le dio, es cuando mejor se puede observar que fue algo más que un dibujante revolucionario, genial y adelantado a su tiempo. Debería a empezarse a valorar más su faceta como cocreador de universos porque en eso aún es más rompedor y único. Un buen ejemplo de su excelencia en ese aspecto es que sus personajes precisan de guionistas sobresalientes para poder mostrar su potencia. Se necesita un bagaje cultural y una inquietud intelectual muy por encima de la que tiene un estadounidense típico, que son la mayoría de los guionistas de DC dahora y de siempre. Si esto no fuese así EEUU no necesitaría de británicos para poder elevar los Superhéroes por encima de su típica acción maniquea y convencional que les ha dado con razón tan mala fama entre la gente que no aprecia la rudeza del pop para chicos. Los conceptos de Kirby son complejos y tremendos y por ello no puede manejarlos cualquiera y dello es prueba cómics como este. Hay que ser mejor que muchos para que lograr que los Nuevos Dioses sean Nuevos Dioses y no unos justicieros con poderes cualquiera. No es fácil dar a unos personajes una aura mítica, arquetípica, metafísica y, en cierto modo, inspiradora, sobre todo, cuando tienen un aspecto torpe y convencional, y aquí lo hace Starlin porque es uno de los pocos buenos guionistas estadounidenses.
Comentarios
De la Mujer Hipotesis, no me acuerdo mucho la verdad, si recuerdo que me dejo buenas sensaciones, pero que la haya olvidado casi del todo no creo que sea buena señal.