Gracias al blog me he dado cuenta de que (por el momento) la década que más pelis tiene que me gustan es la de los 70. Aunque claro, por edad estas las he visto ya en los 80 y, desgraciadamente, la mayoría en la tv. No es el caso de este film, ya que hace unos meses la repuso la Filmoteca de Madrid. Por lo que pude verla, al fin, en pantalla grande y VOS. Por cierto, esta peli me confirmó la sospecha de que las dobladas hay que verlas también con subtítulos en castellano porque cuando no la caga la versión doblada lo hacen los subtítulos. Si no sabes bien inglés no puedes tener la absoluta certeza de que te han contado bien la peli. Por qué será tan difícil traducir? En fin...
Esta peli se puede describir perfectamente como cine medieval crepuscular pues dio punto y final a esa Edad Media jolivudiense de décadas anteriores de cartón piedra y gente con buen aspecto disfrazada. Aquella terrible época en adelante iba a ser como aún ahora lo es: sucia, pobre, cutre y brutal. Pero esta peli no es crepuscular sólo porque despoja a la Edad Media de la fantasía visual y desenfado con que venía siendo rodada, sino también, como el Western coetáneo, porque la abordó de forma desmitificadora y triste. No puede ser de otra forma cuando está protagonizada por unos Robin Hood y Marian en la cincuentena en una Inglaterra que no ha cambiado nada a pesar de los esfuerzos en pro de más justicia social del primero (sigue el feudalismo, sigue el sheriff y reina Juan). Este enfoque crepuscular fue decisivo en el Cine porque es uno de los aspectos más brillantes de la peli ya que, además de presentarlo, supo desarrollarlo y transmitirlo. Así pues "Robin y Marian", de forma precisa, breve y elocuente, nos sumerge en una Edad Media bastante histórica ya que está ambientada en tiempos poslegendarios o posteriores al final del cuento. Desde luego la peli se puede tomar como el epílogo de un cuento. Qué pasó años después del final del cuento? Es verdad que fueron felices y comieron perdices? Eso es lo que se plantea la peli a cerca de la 2ª leyenda más famosa de la Edad Media (la 1ª es la de la Tabla Redonda). Cómo estarían Robin y Marian a los 50 años? Y la contesta basándose en la Historia (es decir, teniendo en cuenta el devenir histórico). Naturalmente la respuesta que da la peli no es la única, pero sí es de las posibles, una de las más brillantes y, quizás, la más cinematográfica.
Aquí, como suele pasar en todo gran film, en la base de todo hay un buen guión. Este es ingenioso (-Qué haces con ese hábito? -Vivo en él"), irónico (-No he perdido ninguna batalla pero no sé lo que he ganado), preciso, sucinto, sobrio y, sobre todo, emotivo y conmovedor (-No me escribiste, -No sé escribir). Asi define y da profundidad a los personajes y desarrolla muy bien la historia de forma directa y ágil. Destaca sobre todo por haber sabido capturar y transmitir (quizás contagiar) el desencanto, y por la construcción de unos personajes totalmente desmitificados, desde Ricardo Corazón de León (el peor tratado y el auténtico villano de la peli) hasta Pequeño Juan (como lo llaman en la genial versión de WD), pero no por ello menos carismáticos y, sobre todo, con los que se empatiza y de los que se apiada uno, no como sus otras versiones, ya legendarias, ya jolivudienses.
Con este guión los actores lo tuvieron fácil, también es cierto que el casting estuvo acertadísimo al encontrar entre los grandes actores del momento a los mejores para hacer esta peli (con un guión así no les costaría convencerles). Sobresale A. Hepburn, Marian, el personaje más complejo y profundo del film. Está magnífica, tierna, precisa, sutil, sobria y conmovedora consiguiendo que, pesar de que su personaje es una japuta, no la odies. N. Williamson (actor más de tv que fue el genialísimo Merlín de "Excalibur"), Pequeño Juan, esta también muy bien, sólido encarnando perfectamente al seguidor ideal, leal y fiel, aquel que ha entregado su vida a otra persona (genial su paralelismo con Marian) sin darse cuenta. Igual de solvente se muestra R. Shaw, sheriff de Nottingham, interpretando a un exvillano que ha de seguir siendo un villano (en una relación análoga a la de Joker y Batman de la "Broma asesina", es una lástima que el guión no explorase esta pareja de Robin*). S. Connery me parece el más flojo, aunque no las tengo todas conmigo. No es fácil destacar en esa peli y quizás el que parezca una mediocre interpretación es la prueba de que hizo un gran trabajo. A este actor le favoreció que no había (ni hay) nadie mejor que él para interpretar un pícaro, optimista e infantil héroe de acción, y que sus limitaciones interpretativas encajan muy bien con el Robin de la peli, pues por el contraste de su actuación con las de sus partenaires, su personaje parece un tipo pasmado que no se entera muy bien de las cosas. Su Robin es un tipo infantil que vive en su mundo particular gracias a sus cualidades heroicas ya que, a diferencia del resto de los personajes de la peli, estas le salvan de estrellarse con la realidad. De todas formas, Connery está perfecto en las escenas cómicas y de acción.
La dirección de Lester es muy sobria y funcional. También muy competente ya que saca provecho de lo que tenía, pero demasiado sosegada, dura y gris para el juego que dieron el guión y los actores. Una dirección que hubiese arropado más a los actores y que se hubiese implicado más era lo que hubiese precisado "Robin y Marian" para estar entre las mejores. Una dirección que continuase la línea del primer tramo de la peli que, con el mismo estilo, supo componer planos hermosos y cautivadores como ese del cortejo funerario de Ricardo, magnífico por su sobriedad que hace contrastar aún más con el fondo gris y pétreo el colorido y el movimiento del cortejo.
A pesar de todo lo anterior estoy seguro de que la peli no podría ser tan buena sino hubiese tenido un diseño de producción impresionante. Con poco dinero, o quizás tan sólo el suficiente, se encontraron localizaciones perfectas y se elaboró un vestuario perfecto y un decorado minimalista, tanto que la mayoría de la peli se rodó en bosques y campos, pero perfecto, lográndose con ello convertir a "Robin y Marian" en una auténtica máquina del tiempo. Tampoco hay que olvidarse de la b.s., perfecta para la peli al conjugar lo divertido con lo nostálgico, triste y decadente.
En fin, "Robin y Marian" es un film maravilloso que evoca a las tragedias griegas no sólo por su devastador final, sino también porque al meterse en la cotidaneidad de los personajes legendarios los desmitifica al descubrir sus sombras y sus fallos, los hace humanos. Ese es el tema de la peli, el de una leyenda en el mundo real. Robin está cómodo con ser una leyenda así que no quiere dejarlo a pesar de su vejez PERO está rodeado de gente a la cual esta le ha perjudicado sin que él se haya dado cuenta: es odiado por Ricardo porque su leyenda está por encima de la suya, ha hecho que el Pequeño Juan renuncie a su vida, al sheriff de Nottingham, un noble con honor, le ha condenado a ser un villano y a Marian, sobre todo a ella, la ha condenado a una vida de infelicidad. Así este Robin es, por tanto, un personaje trágico inconsciente de esa condición y además marginal porque es una leyenda y porque su exitosa rebeldía le impide encajar en la sociedad. Marian es su antítesis ya que ella en ningún momento, a diferencia de Ricardo o Robin, ha querido ser y vivir como una leyenda. Esta terrenalidad irredecutible (muy femenina) de Marian es la chispa de la tragedia ya que ella quiere vivir como una persona y no como una leyenda. De ahí deriva tanto el choque irreconciliable entre estas 2 personas destinadas a amarse, como el terrible final. Marian quiere que Robin ponga los pies en la tierra y renuncie a ser quien es, tarea en la que está sola porque a los demás les encanta participar de la leyenda: al Pequeño Juan porque así no tiene que pensar, los compañeros de Robin porque así no son unos marginados, el pueblo porque les hace creer que un mundo mejor es posible y a los antagonistas porque vencerle les haría legendarios, pero Robin no se percata de eso amén de que no quiere renunciar a la gloria, al combate y a ser una leyenda, un héroe. Por eso terminan las cosas como lo hacen. Esa es la única solución posible para la pareja protagonista de este film.
En conclusión, "Robin y Marian" es una peli magnífica incluso aunque hoy en día le perjudican el haber sido una producción con el dinero muy ajustado y sus peleas, si bien son muy realistas y emocionantes (el duelo final es excelente en cuanto verosimilitud). También es la mejor interpretación fílmica del legendario Robin Hood. Podía estar mejor pero eso no le impide ser maravillosa, diferente y conmovedora ya que brillan su acertadísimo guión, sus excelentes interpretaciones y su impactante y agrio final que remata perfectamente la historia al conciliar poéticamente lo legendario con lo terrenal y, por ello, caduco.
_____________________________________________________
* Es curioso que Robin sea un personaje que se define por las parejas que forma. Además de estar emparejado con el sheriff lo está con Marian, con Pequeño Juan y con el rey Ricardo. Quizás esto responde a que su condición legendaria le hace irreal y, por tanto, sean sus amigos y enemigos, más reales, los que le den corporeidad.
Comentarios
sigo leyendo el blog pero lo de escribir no es lo mío.
Pongamos este post como ejemplo. Esta película me encanta, pero ¿qué escribo?
El bueno de Sean me parece que está genial, de hecho no se ocurre otro actor que pudiese interpretar este papel.
Audrey tan deliciosa como siempre, incluso más.
En general todo el casting está muy bien en sus papeles. En películas como ésta te das cuenta de lo mucho que aporta un buen casting, no solo es coger un actor y darle el guión.
Por cierto si no recuerdo mal, Victoria Abril interpretaba un papelillo por eso de rodarse la peli en España: de puta del rey, si es que los del casting lo clavaron.
Pues eso, que sigo leyendo el blog, pero escribir no es lo mío.
Un saludo.
Si Victoria Abril sale, hace de la reina-niña que el pedófilo de Juan se tira.
No conocía tu blog y me ha gustado a lo largo del día te enlazo para no perderte la pista.
Impacientes Saludos.