Espero questéis todavía ahí. No había planeado un silencio tan largo pero entre el calor, que tenía un montón de lectura pendiente que devolver a corto plazo y que el cambio climático sin precedentes destos días me ha resfriado, no he podido volver hasta hoy.
Lo hago con un tema caducado pero es que a mi esta peli me ha parecido notable. Como debe ser la 1ª argelina que sestrena comercialmente en España me dije de videarla ya que algo debía tener para haber podido superar las concertinas y los mares interiores que nos separan. Ese es mi criterio para ir a cine. Aunque confieso que lo decisivo es que no parecía un melodrama para señoras, que es el único tipo de peli no jolibudiense que sestrena en España. Parecía ser de aventuras y acción y, aunque eso suele ser bastante conservador y convencional, no anula las posibilidades de videar algo ligeramente exótico, novedoso y/o distinto.
Ya desde el principio me llevé una sorpresa con La última reina porque no me había enterado de que es histórica, aunque su argumento es una leyenda argelina. Y además resulta que en el período histórico recreado salimos los españoles como ese poder oscuro y temible que amenaza a las personas de bien típico de las historias maniqueas. En ella somos El Imperio!!! (el único auténtico porque no hay cinematografía terrestre en la que no salga como una amenaza tenebrosa). Por eso me ha dado mucha pena ver que España no ha participado en la coproducción de la peli. Menuda diplomacia de mierda que tenemos. Para una que trata las luchas entre españoles y argelinos en el siglo XVI que hay y nos la perdemos. Si esta inutilidad va a seguir mejor hagámonos todos catalanes o vascos. Dejemos España, seamos Vaquistán o Catalanistán. Así, en esta peli, xenófoba como todas las nacionalistas, los españoles modernos son los peores extranjeros de todos los que salen de modo que no les deja mal (ya quisiera Putin que los rusos den el miedito que dan los españoles en La última reina). Por eso pa mi queste film junto al clásico La kermesse heroica, que es belga y que tampoco coprodujimos, es donde mejor está retratado como veía la peña del XVI a los españoles dentonces. Dudo que salgan mejor en una peli franquista o socialista, recordemos quesa de Alatriste, que no he visto, fue una gran producción del gobierno zapateril. En fin, que La última reina cuenta la toma de Argel por parte del mayor de los Barbarroja, que es pintado como caucásico (lo que era), extranjero (turco), mal musulmán y muy occidentalizado (él y sus piratas visten a la europea, ni a la turca ni a la mora, beben alcohol, follan y bailan, son cosmopolitas...), pero es que sólo el diablo puede salvarte de ... los españoles!
La historia se basa en una leyenda que se cuentan los argelinos para poder tragar que fueron conquistados por unos piratas y por ello acabaron siendo parte del Imperio Turco. Es muy interesante porquestá coprotagonizada por una mujer que no es un bien mueble o una damisela en peligro. Es que ni velo oiga. Enseña su abundante melena negra suelta a todo el mundo. Estamos tan desinformados que no hacemos más que ayudar a los talibanes. Permitir el velo no es respetar el Islam o a unos extranjeros. Esta feminidad hace tragable el nacionalismo tergiversador dorigen francés y la xenofobia típica y justificada de un país cuyos mayores aún recuerdan perfectamente la época colonial de La última reina. Según ella, Argelia, como Francia o Gran Bretaña por ejemplo, es su capital y punto, y era, y por eso es, una república monárquica. Así, como suena. Yo la vi en vose, como debe de ser, y así se dice en argelino. Aunque a un español, y no sólo a él, le vuele la cabeza oír república monárquica sin ironía lo cierto es que lo sorprendente es que un argelino te lo diga en latín. Porque en francés república monárquica es république monarchique. Supongo que al oír eso Barbarroja pensó estos son tan tontos que me los puedo comer. La peli como es de bastante consumo interno, aunque se hizo para estrenarse internacionalmente, no explica bien qué es una república monárquica pero parece que es que el rey no puede ir en contra de su consejo, al menos si su decisión es unánime, y que este es independiente, es decir, el monarca no elige a sus miembros. En fin, La última reina justifica el centralismo argelino y su dictadura como si fuese lo quexistía en la zona en su Edad dOro, una que los españoles y turcos, sin colaborar entrellos, se cargaron. La manipulación es ofensiva pero como la peli es buena y no somos argelinos no duele.
Decía que lo interesante de La última reina es su protagonista porque es un papel muy poco tratado en Occidente ya que sus mujeres no quieren revalorar el pasado machista. Tal personaje es una mujer en un mundo patriarcal y machista pero pese a eso es fuerte y audaz de modo que cuando la es necesario senfrenta a los hombres en el peligroso mundo de la política por otros medios. Así pues no es la típica fantasía inverosímil occidental de heroína de acción ni una versión casposa duna esposa-madre tradicional. Es la segunda mujer de uno que tiene un harén, ambos se aman porque el último rey argelino fue un tipo tan ideal que se pasó de bonachón, pero está marginada porque su familia es menos importante que la de la esposa principal, no puede enfrentarse directamente con sus enemigos porque como es mujer ni sabe pelear ni nadie la va a seguir a la guerra, tiene que proteger a su joven hijo, etc. Es decir, tiene todas las limitaciones que una sociedad patriarcal y machista impone a las mujeres pero pese a ello es capaz dactuar porque es astuta y audaz. Como este personaje de ficción hay muchos históricos pero no se quiere contar sus historias aunque son muy interesantes por no estar trilladas y ser la mejor manera de ver que una mujer vale tanto como un hombre ya que fueron capaces de plantar cara pese a tener que vivir con las piernas atadas y un brazo a la espalda. Así pues este personaje, aunque legendario, se siente más verosímil que cualquier personaje femenino del cine occidental desde que los hombres occidentales dejamos que el feminismo desbordase pensando que las neuróticas e histéricas no eran peligrosas. Esta verosimilitud se ve respaldada por una producción muy cuidada, se nota la coproducción francesa en lo serio que se toma el historicismo. El vestuario, el decorado, las armas, están tan bien recreadas como las relaciones entre las tribus del desierto y las ciudades y la geopolítica de la época, y eso que la peli, como he dicho, es de consumo interno, es decir, explica poco porque da por hecho que su público sabe (el fallo de toda las pelis nacionalistas y la explicación de que nunca triunfen fuera de su país salvo que sean jolibudienses).
Evidentemente un guión tan verosímil y serio es también bueno narrativamente. La historia está muy bien contada ya que no es necesario ser argelino para comprenderla y conectar con ella. Es muy teatral, está dividida en 5 actos, lo que denuncia que es trágica y su intelectualismo dorigen francés, pero, aunque sospecho que es porque sus responsables están más familiarizados con el teatro que con el cine, funciona muy bien. Para empezar oculta perfectamente la falta de medios, no hay cientos dextras y no se domina las escenas dacción, y para terminar encaja perfectamente con una leyenda y con el lirismo, no sé si argelino o musulmán porque la cultura no me llega, y los ligeros toques fantásticos con los que pretende por un lado plasmar la epicidad de la historia, tanto Ilíada como La última reina cuentan la caída de una ciudad ideal a manos de unos heroicos bárbaros sin que el dios supremo pueda evitarlo, y por el otro hacer que la historia avance con buen ritmo. Así pues tanto el guión como la dirección son notables. Al igual que la producción (de la que imagino que Taiwán ha dado los efectos digitales), algo ya dicho, y la actuación. Los personajes por ser legendarios son arquetipos, pero están muy bien encarnados ya que los actores tienen suficiente talento como para no fracasar a la hora de interpretar a gente más grande que la vida o héroes propiamente dichos.
Así pues La última reina es notable de modo que es capaz de interesar a cualquiera aunque sea argelina e histórica (no sé qué la perjudica más a ojos del espectador masa occidental). Es una buena lección de cómo acercarse al pasado con respeto (pero no olvido sus excesos nacionalistas que someten lo pretérito a los intereses de un presente que mañana estará muerto) y permite ver que nada nos diferencia de los musulmanes, norteafricanos o extranjeros. Todos somos humanos y por tanto nos mueve lo mismo y hacemos lo mismo cuando luchamos por nuestros mayores deseos. Desta manera, aunque La última reina no deja de ser una peli particular o singular a nuestros ojos por no ser occidental, es universal. Si bien para mi lo mejor es precisamente lo que tiene de original, un personaje femenino que pese a respetar el patriarcalismo y el machismo de su cultura no deja que se la pisotee, el drama de las madres solteras o viudas, algo también prohibido por el feminismo imperante pese a lo terrible que es (sobre todo que no tayuden las profetas de la sororidad)... Hay que valorar a las mujeres del pasado que pese a tener todo en contra le plantaron cara a sus hombres tanto porqueso tiene mérito como porquenseñan bien las miserias femeninas que han dacabarse. No importa que no tuviesen intención revolucionaria o subversiva, no admitieron ser menores y se levantaron pese a su debilidad incluso contra uno de los piratas más terribles que ha habido demostrando así que una mujer es muy capaz de superar su condición de madre de y esposa de. Por tanto La última reina es tan buena que da pena el saber que el cine occidental hoy no es capaz de hacer pelis tan novedosas y notables y de retratar tan bien a las mujeres y sus problemas universales e históricos. La verdad es que ntras ínclitas feministas palidecen ante la última reina y no porque sea legendaria sino porque pese a tener todo el poder no han hecho nada. Si uno vale no hay condición femenina o patriarcado que te pare.
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