Hace mil años hablé de la 1ª parte en el blog. Por fin este mes la 2ª y última ha llegado a España. Parece ser que la tardanza se debe al dibujante. La espera no ha merecido la pena.
Este cómic es la enésima explotación de los Metabarones, la historia más exitosa de Jodorowsky quien, a pesar de lo que trata de vender, es como todos: un mammonista. Por ello no tiene reparos en ordeñar la vaca hasta la última gota, de exprimir la gallina de huevos de oro. Jodorowsky tiene a su favor que es original, audaz y salvaje, pero por desgracia es simple, irreflexivo y limitado. Lo 1º le hace diferente y lo 2º aburrido. Además hoy en día su multiculturalismo y espiritualidad oriental es pura convencionalidad por lo que ha perdido todo impacto. Por todo ello era imposible que este cómic fuese algo más que un mediocre pastiche de múltiples fuentes, desde el Antiguo Testamento a Salgari, atravesado por una historia simple, lineal y tópica que sólo se sostiene porque Jodorowsky la guioniza lacónica y enérgicamente. La cosa no aburre porque es breve y avanza con rapidez, pero el resultado denuncia de nuevo que Jodo es guionista por casualidad pues no sabe narrar de forma especialmente habilidosa. Como no rechaza nada, todo lo que se le ocurre le vale, y no tiene método su relato siempre es simple. Estas carencias se agravan a estas alturas de la Historia porque sus referencias son ya demasiado rancias y sus prejuicios contra la tecnología suenan a ludismo más que a una opinión racional.
Por eso hoy el sostén de un cómic de Jodo es el dibujante, en realidad siempre lo ha sido (qué hubiera sido de él si no le hubieran dibujado sus guiones los mejores dibujantes franceses del último 1/3 del siglo pasado?). Así, fue por Das Pastoras, ya os lo dije hace mil años, por lo que me pillé esta nueva entrega de los Metabarones. Este dibujante, aunque no le he seguido, esto de Castaka es lo único que tengo de él, porque no hace cómics que me interesen, me encanta desde que en mi adolescencia vi por 1ª vez un trabajo suyo: las portadas de los suplementos y las ilustraciones interiores (ahora no recuerdo si el básico cuenta con alguna suya) de la 1ª edición de Joc de Stormbringer, el juego de rol basado en la novelas de Elric de Melniboné escritas por Moorcock. Son de lo mejor que yo he visto en un libro de rol, un sector donde el apartado gráfico habitualmente es tosco, convencional y aburrido. Esos dibujos, que debieron ser de lo 1º que hizo el dibujante, se me han grabado en la memoria por el talento de Das Pastoras para lo inquietante y grotesco, y porque no se cortó un pelo (la editorial tampoco), dibujó desnudos y ultraviolencia. En fin, que aquí el dibujante hace un gran trabajo; si bien esta vez no me ha encandilado como el del álbum anterior. Puede ser que me esté haciendo viejo y por tanto más gruñón; puede ser que Das Pastoras no le haya puesto tanto interés como en el trabajo anterior; o puede ser, mi favorita, que su estilo no es para el Espacio. Aquí Jodo ha obligado a Das Pastoras a dibujar naves, robots y combates especiales pese a que eso no es lo que se le da bien; además que el Espacio es frío y al dibujante le van los colores cálidos. A ver, Das Pastoras no lo hace mal y demuestra originalidad en el diseño de naves, pero no es lo suyo. Él no destaca haciendo naves viajando por el Espacio, robots construyendo cosas y combates estelares, sino en la Fantasía: monstruos, paisajes extraños, combate cuerpo a cuerpo... Es en eso, como demostró en la anterior entrega, donde se sale hasta el punto de no tener rival ahora mismo. Así, esta 2ª entrega, y quizás última pues Jodo tiene ya 85 años así que no está para que le tarden 6 años en dibujar un guión, es mediocre salvo en los escasos momentos en que el chileno le da a Das Pastoras peleas o paisajes planetarios. Ahí es cuando este cómic brilla gracias a lo bien que dibuja el español el movimiento, a su personal paleta de colores y a ese gusto por lo gore que siempre deja viñetas para el recuerdo como esa, puro Das Pastoras, en que se ve sin tapujos como una adolescente le mete a un fiero pirata con 4 brazos una espada por el culo.
Por tanto, no hacía falta esperar tanto para esto. Casi que hubiera sido mejor dejar la historia inconclusa, cosa nada horrible pues se trata de una precuela, pues el final está por debajo del principio. Jodo está ya tan seco que ya nadie puede levantar un guión suyo. Ahora, Das Pastoras; aún en el Espacio; un festival.
Comentarios
Vale, creo que con está frase ya no necesito desayunar. ¡Ojalá pudiera imprimirse en la contracubierta o las solapas de un tebeo!