Lo que escribí aquí sobre el primer tomo de Prophet concluye diciendo que tiene grandes valores, originalidad e imaginación, pero que la historia estaba tan pobremente presentada que era imposible intuir si la cosa iba a merecer la pena tras la grata pero difusa sorpresa inicial. Ahora, leídas las 2 siguientes entregas, la cosa está clara. El cómic, la historia, es buena.
B. Graham es un autor rebelde y audaz y por ello muy particular. Sus obras personales, aquí está trabajando libremente pero a partir de ideas de otros, es un trabajo de encargo, son muy particulares y se caracterizan por ser surrealistas, juveniles y caóticas. A mi me han resultado tan ilegibles que las he dejado sin terminar, en cambio, en Prophet es un escritor bastante diferente. Sigue siendo particular, pero es un narrador centrado y accesible, aunque la historia tenga misterio y demasiadas tramas paralelas como para seguirla con facilidad sin leerla de seguido. Así, como la obra no tiene la capacidad repelente de lo particular y autorreferencial de sus obras personales, su imaginación, originalidad y audacia brillan sin resultar desorientadoras.
De momento su trabajo aquí me está pareciendo notable por 2 motivos. El 1º es que el argumento me parece interesante y atractivo. No es original pero no cae en lo convencional y en la fórmula. La historia no es nueva: un imperio galáctico malvado, como todos, que resucita imparable a la vez que una amenaza cthulhiana extraestelar se acerca, pero el relato no es genérico e impersonal. La principal razón de ello es el 2º motivo por el que Prophet me parece un cómic notable. Graham sabe hacer que lo alienígena sea alienígena. Es decir, no estamos ante la típica Ciencia Ficción donde lo alienígena es un humano coetáneo pintado o con chilaba. Aquí lo alienígena es extraño, inhumano y grotesco porque Graham es escatológico, carnal, transgresor, biotecnológico y tiene unos referentes inusuales, además de las ya mentadas audacia e imaginación. Tiene como influencias principales a Moebius y a Miyazaki (también se percibe sin dificultad a Nihei y Otomo) y eso es algo bastante raro en un autor estadounidense de comics mainstream. Por eso le dieron un superhéroe de lo más genérico y él se está marcando una historia de Ciencia Ficción, sin olvidarse de lo anterior, de lo más pura. De este modo Prophet es una space opera singular, ya que no es nada conservadora y amistosa, que se disfruta mucho porque su mundo es singular, marciano y asombroso y su historia intriga.
La serie tiene una ensalada de dibujantes a los que Graham da libertad, aunque él hace los diseños de todo lo que aparece en la serie y el storyboard, en función de su talento. El más destacado es S. Roy, que tiene un estilo clásico, realista caricaturesco, por ser muy eficiente, tener una gran creatividad, algo raro en un estadounidense, y trabajar mucho. El otro dibujante principal, Milonogiannis, es todo lo contrario. Torpe y simple pero su rudeza y sobriedad tienen personalidad, competencia y una dureza que encaja con los aguerridos y lacónicos protagonistas (que curiosamente comparte cosas con los Guardianes de la Galaxia). Dalrymple es un dibujante también clásico mejor que el anterior pero más impersonal. Así en conjunto, al que hay que sumar al propio Graham y su estilo sencillo y limpio con ecos de manga, no es una plantilla espectacular y sobresaliente, también tiene responsabilidad en esto el color funcional del cómic, pero aportan a la obra singularidad y personalidad, que es lo principal cuando se dibuja un guión no convencional y se compite en un mercado saturado. Hay que diferenciarse. Por ello, y porque cada dibujante tiene su propia trama paralela, esta ensalada, a pesar de su modestia visual y su desigualdad en capacidad y estilo, no se revuelve contra el guión.
La edición de Aleta es perfecta. Modesta pero con extras y calidad y, sobre todo, con un precio competitivo que merece un gran aplauso pues es más barato que los productos semejantes de las editoriales más potentes de España.
Así pues, el desarrollo de Prophet ha aclarado y dado atractivo al comienzo de tal modo que ahora es una grata, intrigante y notable lectura de Ciencia Ficción, original y transgresora en la superficie y en los detalles, pero clásica en el fondo que principalmente trata sobre la libertad en un universo extraño, decadente y caníbal.
Comentarios
Ahora, en vista de tu crítica, me has vuelto a provocar curiosidad. No sé si debería hacerme con el segundo tomo...
La serie ya no tiene ese tono. Ahora es más aventura galáctica por lo que ya no tiene ese rollo survival, aunque sigue presentando extraños bichos. El cómic se desliza poco a poco hacia la épica y la formación de grupos aventureros. Así que si sólo te moló por el rollo de hombre solitario contra la Naturaleza no sigas.
En How to Arsenio, enlace en mi blog, puedes acceder al tomo 2 y casi todo el tomo 3...
En mi caso, al menos, tengo impresiones encontradas respecto a Prophet. Reconozco la intención de proponer algo con personalidad, pero al mismo tiempo tengo la sensación de que puede acabar derivando en un planteamiento más confuso que realmente complejo. Creo que releeré los 3 primeros tomos de un tirón antes de decidir si continuar la serie.
Un saludo