Cuando uno lee la introducción de C. Trillo a El Eternauta es inevitable sospechar que las cacareadas bondades de ese clásico argentino del Cómic se deben al contexto en el que se ha publicado (1º el hecho de contar una historia habitual de Londres o NY en Buenos Aires, 2º la dictadura argentina y 3º el poder invisible y lejano pero poderoso del imperialismo capitalista poscorralito) y no a la calidad del relato dibujado en sí. La lectura lo confirma. La cosa no es para tanto. Es tan entretenido como rancio.
El Eternauta es una apuesta de Oesterheld, el más prestigioso de los guionistas de cómics argentinos, ya que a finales de los 50 decidió contar una historia durante muchos meses sin tener una idea muy clara sobre ella. No vamos a decir que fue improvisando sobre la marcha, pero sí que empezó sin saber a dónde iba y que planeaba de 50 en 50 páginas. El resultado es una historia entretenida pero, lógicamente, irregular que da 2 bandazos fuertes, el 1º al principio y el 2º al final, de suerte que se puede dividir en 3 partes. La 1º, el inicio, responde claramente a las intenciones iniciales del guionista, contar la historia de una familia de robinsones en el presente. Una historia postapocalíptica en un momento en que eso era algo raro. Pronto desechó esa idea porque vio que tal como la había planteado no había nada que rascar de modo que giró la historia para convertirla en un relato de género bélico, algo muy de moda en todo Occidente en aquella época (la otra parte de la Tierra tenía la guerra en la calle así que no necesitaba ficción sobre el tema). Así, si en la primera parte Oesterheld tenía en mente a Robinson Crusoe de Defoe, en la segunda parte, el nudo y casi 2/3 de la obra, es La guerra de los mundos de H. G. Wells. De este modo casi todo el cómic nos cuenta la lucha de lo que queda del ejército argentino de la época (con unos cascos "robados" al ejército alemán de Hitler) y unos voluntarios civiles contra un despiadado invasor extraterrestre. Esta parte está bien pero sin exagerar. Son destacables las ideas de poner la cabeza de puente de la invasión en un país subdesarrollado ya que son lugares débiles y alejados de las potencias de modo que es más fácil afianzarse en terreno enemigo, de que los invasores empleen la guerra química para acabar con los humanos, cosa inédita en gran parte de la ficción sobre invasiones conquistadoras alienígenas, sobre todo de esa época, de que no aparezcan estadounidenses sino franceses y, por último, de no presentar a los invasores, sólo a sus subordinados. De otra forma jamás habrían parecido tan terribles. Esto quizás esté inspirado en El fin de la infancia de Clarke. La novela se publicó por 1ª vez en castellano precisamente en Argentina en 1956, no sé el mes, pero El Eternauta comenzó en septiembre de 1957 por lo que hubo tiempo suficiente, el libro es breve y de fácil lectura, para que Oesterheld lo leyese. A la novela pudo llegar sin problemas porque era famosa. El relato literario y el comiquero no se parecen salvo si vemos al 2º como la versión negativa del 1º. En todo caso a lo que yo me refiero es a que en el libro de Clarke los superpoderosos extaterrestres que conquistan la Tierra en realidad son subordinados de otros que nunca aparecen. A pesar de esas buenas ideas Oesterheld cometió errores típicos, disculpables por la época pero que no obstante deslucen el relato, la base alienígena es terrestre en vez de espacial (si cruzan la galaxia por qué no tener la base en órbita?) y su tecnología es demasiado parecida a la humana, la brecha tecnológica debería ser tan abismal como la que hay entre nosotros y nuestros antepasados prehistóricos como mínimo. La pelea casi de igual a igual y la necesidad absurda de los mandos extraterrestres de estar en 1º línea son indigeribles por mucho que la cosa esté bien contada, si bien de forma demasiado literaria. La última parte es una huida hacia adelante de un Oesterheld que sabe que tiene que terminar El Eternatuta pero no sabe como. Intentó dar la victoria a la humanidad, pero al final no se atrevió porque no lo vio verosímil. Luego intentó dar un destino trágico a sus protagonistas, pero tampoco se atrevió, se nota que se encariñó con ellos, después de todo representan al argentino burgués de la época. Así que finalmente optó por una pirueta temporal, que huele a truco desesperado aunque sea un final aceptable, además de dejar la sensación de que se nos ha contado la parte menos interesante del relato. El cómic se titula El Eternauta a pesar de contar la lucha entre unos supervivientes bonaerenses militarizados contra una fuerza invasora extraterrestre porque al final el protagonista, en una pirueta que desafía mucho la credibilidad, escapa por el Tiempo. Oesterheld nos dice que eso le llevó a errar por aquel: no tiene usted idea [...] a qué seres de pesadilla les he preguntado si sabían algo de ellas. Mucho, mucho tiempo me llevó la búsqueda hecha con medios que me llevaría semanas tratar de explicarle. Conocí seres innombrables. Asistí a acontecimientos fabulosos hasta que el azar de los continuum me trajo aquí. Esto es más interesante y diferente que el relato bélico bastante convencional y vulgar que es el cómic por mucho que lo trate de forma más humana de lo habitual, sobre todo para esa época. Así que, tras cerrar el cómic, es inevitable pensar: jo, el tío tenía que haber concentrado las 350 páginas de la obra en unas 100 y haberse puesto a contar la fuga temporal. Cosa que hizo en su, celebrado si bien no es para tanto, Mort Cinder.
Acompañó en la aventura a Oesterheld Solano López, otro clásico argentino. Este en esa época practicaba un estilo realista un tanto torpe en el que prevalece la línea sobre la mancha, cosa que hoy resulta rancia pero que no está mal pues la historia lo es, ya que al ser realista está muy ligada a su época. La tecnología y la mentalidad (la historia es muy machista), el sentir de una época en definitiva, presiden todo el relato de modo que el estilo de la época no resulta dañino. No obstante, el dibujo de Solano López es convencional y mediocre y su realismo no le permitió diseñar ni unas especies extraterrestres singulares y vistosas ni una tecnología extraña y asombrosa (sus naves son pobrísimos círculos o huevos), si bien es digno de alabanza el curro que le puso. Así pues, el dibujante cuenta bien la historia pero sin originalidad y tiene un estilo soso del que sólo sale cuando usa agresivamente el negro y cuando dibuja ojos porque los hace muy inquietantes.
La edición de Norma, me regalaron estas Navidades la 4º pero ahora está disponible la 5º, no es una buena edición aunque aparentemente lo sea. El objeto en sí es de calidad, pero su tamaño apaisado y grosor hacen imposible leerlo si no se apoya previamente en una superficie. Además este último factor, que viene por la moda editorial actual de editar de forma unitaria obras que se concibieron para ser serializadas para aprovechar el fetichismo o la ignorancia, le quita mucho sabor a la lectura. En el momento en que El Eternauta se publicó semanalmente nadie sabía cuanto iba durar de modo que Oesterheld pudo jugar eficientemente con el suspense, la principal herramienta que usa para narrar esta historia, pero aquí sabemos que todo va a quedar en agua de borrajas al saber exactamente lo que nos queda por delante. De esta forma, como todas las ediciones unitarias, deslucen la historia a los ojos del lector que lo lee por 1º vez como era mi caso.
En fin, El Eternauta (1957, 1959) es una historia añeja bien realizada de modo que sólo gustará a aquellos que le guste la Ciencia Ficción pop de los 50, en la que este cómic destaca porque Oesterheld la trató de una forma más seria, adulta e inteligente de lo habitual. Sea como sea El Eternauta es un clásico de la Ciencia Ficción occidental del calibre de Ultimátum a la Tierra (The day the Earth stood still 1951), La humanidad en peligro (Them 1954) y La invasión de los ladrones de cuerpos (Invasion of the body snatcher 1956), las 3 mejores pelis de Ciencia Ficción pop de los 50 .
Comentarios
Eso sí, el dibujo, aunque coincido contigo en que tiene un estilo más bien rancio, también tiene sus bondades: es duro y realista, no parece desacertado para una historia de suspense de este tipo.
Anónimo, no conozco mucho a Oesterheld pero es cierto que en su época alguien tan leído, tan serio y tan humanista no había en el Cómic. Se adelantó un poco a su tiempo, era un guionista para adultos en un momento que casi todo el cómic era infantil. Es buen escritor y consigue dar calidez a los personajes pero se ha quedado viejo y para escribir comics era demasiado literato. En fin, no creo que hoy se pueda decir que es uno de los 10 mejores pero sí es uno de los importantes.
Ahora bien, sobre Mort Cinder sí que discrepo abiertamente; el relato de la batalla de las Termópilas me sigue pareciendo uno de los más bellos que haya leído. En mi opinión, al menos, no creo que exista sobrevaloración. Sobre todo viendo, por comparación y reduciéndolo a esa historia, el notable número de ediciones que lleva 300 de Frank Miller.
Un saludo
Karinski, yo digo que Mort Cinder es Obra Maestra en su segunda mitad, la cual incluye la batalla de las termópilas.
Ok anónimo.
Yo debería releerme Mort que lo pillé cuando el hype por lo que no me gustó, yo me esperaba algo grande.
con respecto al título tiene que ver conque se trataba de una serie abierta, jamás fue pensada por HGO como una obra cerrada, era muy común que comenzara las series con arcos argumentales largos, pongo de ej. Mort Cinder (obra posterior cuando ya no era editor sino guionista asalariado) comienza con "ojos de plomo" que setupea la serie. ticonderoga, rolo el marciano adoptivo, los marcianeros, todas comienzan con arcos largos y luego continúan en episodios unitarios.
Esta era la idea para el eternauta, el final donde el personaje queda perdido en los diferentes continuums era el pie para empezar diferentes aventuras que han quedado desaparecidas con el pobre HGO, aunque algunos guiones han salido a la luz y sospecho que parte de lo que tenía pensado fue reconvertido en Mort Cinder.
En cuanto a la discusión de si HGO es mejor que Alan Moore es totalmente inerte porque para la epoca en que explota Moor Héctor estaba desaparecido por la dicatura argentina de los años 70.
si me preguntan a mí leer algunos episodios de Mort Cinder como el de la torre de babel (donde especula con los alienigenas ancestrales años antes de que se pusiera de moda el tema) o los dos que transcurren en la carcel de EEUU de los años 30, realmente hacen pensar que el trabajo de HGO fue leído sobretodo por el tono por algunos autores ingleses.
Por último sobre el eternauta diré que si bien coincido contigo conque la obra al ser serializada pareciera que pega bandazos, tiene una planificación encomiable porque la historia comienza en los suburbios de capital federal continua por la general paz y el clímax (no el final ojo) donde vemos el núcleo de la invasión transcurre en el km cero de la capital, a medida que avanzan se van encontrando con peligros peores.
saludos.
El detalle del urbanismo de Buenos Aires lo desconocía totalmente y es muy importante. Pero lo que quería decir con los bandazos es que la unión de las 3 partes de las que hablo no es orgánica. La parte bélica del Eternauta está bien planificada por eso contrasta con lo previo y lo posterior.
En Parque Chas su guionista explotaba ese gran detalle eternautero de situar la narración en calles argentinas. (Parque Chas son dos tebeos caros de encontrar, pero tuvo distribución por los madriles y las barcelonas.) Intenta leer el Ciudad de Barreiro y Giménez, porque ahí la figura y las palabras de el Eternauta aparecen para desaparecer desde el centro de una ciudad, en un ascensor, que puede interesarte para Alita.
Este Eternauta (la historieta) alimentó a un buen montón de argentinos y resulta lastimoso comprobar lo poco que se ha sabido aprovechar editorialmente. Precisamente lo último que sacaron desarrollaba el mundo extraterrestre y recuperaba concluyéndola por fina la que para mí ha sido la única historia interesante tras la trama principal, la aventura titulada El perro llamador. -Tengo imágenes robadas en mi blog.-
[No sé lo digas a nadie, a mí la versión posterior de Breccia padre (más cortita y directa) me resulta más inquietante. Desde la nevada, no solo por los aliens.]
Ismamelón Sobrino