Este mes ha tocado Iron Man como novedad de Marvel Now! Este es un personaje que nunca me ha interesado. Por ello, aunque, evidentemente, por ser quien es he leído muchos cómics en los que sale, tengo muy poca idea de su subuniverso. Así pues, esta reseña la hago sin poder comparar ni con lo inmediatamente anterior ni con el canon de la serie.
Iron Man nunca me ha atraído porque a mi ni la tecnología ni los ricachones (y menos si son playboys) me despiertan interés. Me he acercado a él porque es el único personaje importante de Marvel (exceptuando Spiderman) del que no tengo nada, por hacer más grapas (cada vez me cansan más las coles regulares en tomo aperiódicos) y porque Gillen es un buen guionista que aún no me ha decepcionado. El dibujo de G. Land era una dificultad pero he de reconocer que el no-dibujo que practica cada día me gusta más.
El nº1 (27 en el actual volumen español) es doble y viene con sus ARs como los demás. En él Gillen plantea rápido las premisas con las que va a comenzar, aunque esto no significa que sea dinámico y esté repleto de acontecimientos. Es un nº de comienzo lento, como es la moda ahora, bien planteado y menos insulso de lo habitual porque está contado con habilidad. Sin embargo eso no evita que, aunque entretenga, deje frío, más que por no ser nada del otro mundo, por la cantidad de lugares comunes que tiene. No es muy rompedor, incluso se molesta en presentar al personaje (millonario, ex alcohólico, galán cínico, científico loco, luchador, egoísta), y la historia es simple y lineal.
Land hace lo que todos esperábamos, un trabajo malo cuya única virtud es que no perjudica a los guiones. Este tipo no me parece dibujante y si lo consideramos así hay que reconocer que es muy torpe y no tiene ningún recurso. Su narrativa es muy gris y convencional, hace lo que sea por no hacer fondos, abusa de los primeros planos y se le da fatal la acción. Sin embargo empiezo a disfrutar con su trabajo. Es de sobra conocido que este se basa en calcar fotos, las que sean. Es decir, no es como Ross que usa modelos para recrear las viñetas que ha planeado (un recurso de toda la vida, sobre todo de los mejores dibujantes eróticos). Land se pasa más tiempo, eso parece, navegando buscando imágenes que pueda manipular para que encajen con el guión que le han pasado. El resultado es un aspecto tremendamente chocante pues se parece mucho a una fotonovela donde los actores están posando para otro guión. No obstante el no-dibujo de Land me empieza a gustar porque creo que expresa bien lo que es un cómic de superhéroes. Esas caras haciendo gestos estereotipados y exagerados sacados de contexto creo que capturan bien la falsa épica, el melodrama barato, el idealismo infantil, las fantasías adolescentes y la simplicidad propias del mainstream. Tengo que reconocer que disfruto cada vez más con esa falsa e impostada realidad congelada que Land nos propone (a su manera muy fiel al estilo convencional que se gastaba en la Edad de Oro). De todos modos reconozco que le he visto cosas mejores que las que hace aquí.
Esta grapa incluye una pequeña declaración de intenciones de Gillen. No sé si es cosa suya o que a Panini le sobraba una página, pero me ha gustado el detalle. Esta breve nota confirma lo que se percibe leyendo el cómic. El personaje no le interesa mucho a Gillen, tampoco le inspira mucho. Por eso dice que, en contra de su costumbre, esta vez va a escribir improvisando sobre la marcha, que se va a centrar en las mujeres, que va a cuestionar las convenciones de la serie y a plantear cosas nuevas. Vamos, no me identifico con el personaje y no sé qué hacer con él así que lo voy a tratar lo menos posible y le voy a llevar a un terreno que me sea más familiar.
Así pues, es un comienzo gris. Un guión facilón y un dibujo mediocre, pero hay cosas dos prometedoras aunque la entidad del personaje y el Cine sean un nubarrón muy oscuro. Una: Gillen pretende acercar el espíritu de las novelas de caballerías a Iron Man (algo ya hecho de una forma que hoy resulta infumable). Dos: Iron Man es una serie que piensa plantear el Futuro. Esto es un motivo de tensión que puede resultar interesante porque el guionista no puede cambiar con su tecnología futurista el mundo porque la Tierra del Universo Marvel tiene que ser muy similar a la nuestra. En fin, una grapa mediocre pero prometedora. Lo mejor es que el guionista sabe escribir. Menos cosas positivas teníamos al principio de la Era Bendis.
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