Network significa emisión en cadena y hace referencia a un hecho televisivo estadounidense por el cual un mismo programa se emite en distintas cadenas del país, cosas de los usos horarios y de que no todas las cadenas emiten para todo EE.UU. Por ello en España se añadió "un mundo implacable" al título. No aclaraba nada pero le daba mucha ominosidad. El resultado es que me he pasado toda la vida pensando que era una película de Ciencia Ficción. No ha sido hasta que me he propuesto ver esta película porque tiene muy buena reputación que me he enterado de que tiene que ver con el periodismo, la tv y los negocios.
Network filmicamente hablando es una película normalita. No es espectacular, no tiene escenas o planos brillantes. Tampoco tiene interpretaciones excepcionales, salvo las dos que se llevaron el Oscar, una tremenda F. Dunaway que borda el papel de "villana" y un sólido P. Finch que lo da todo haciendo de profeta, ni unos diálogos memorables, el guión es demasiado complejo y los diálogos unas veces son muy literarios y otras muy abstractos. Además, fue dirigida pensando sólo en la pantalla grande de modo que en tv se disfruta poco porque hay demasiadas escenas clave rodadas con planos generales. En pantalla grande todo se ve bien y se aprecian las interpretaciones, pero en pequeño la cosa queda demasiado pequeña y por tanto distante y como de juguete. Pero a pesar de todo ello es impresionante y brillante. Clave para entender tanto los 70 como el mundo actual, hijo de aquellos, porque abre la mente por ir directa al alma de Occidente y ser clarivedente. Esto hace que Network sea una obra fundamental del Cine.
LOS 70 = CAOS
La década de los 70 fue la mejor década del siglo XX porque fue una época anárquica y desmadrada. Ahí está el glam rock y David Bowie, pero no voy a hablar de música porque no controlo. Me centraré en otros datos culturales. En los 70 nadie mandaba. La URSS se estaba yendo por el sumidero y la gerontocracia que lo gobernaba estaba muy chocha y EE.UU. estaba derrotado y ahogado en su propia mierda. Así, el mundo fue libre de verdad por un momento. Pero también fue una época muy dura. Muy parecida a la nuestra pues sufría una gravísima crisis económica. La diferencia con nuestro momento es que esa década fue muy violenta, muchos países occidentales sufrían terrorismo (Alemania, Italia, Gran Bretaña, España, EE.UU.). EE.UU. en concreto, además, padecía disturbios sociales, niveles altísimos de criminalidad, psicópatas por todas partes, etc. En definitiva las "fuerzas del orden" no controlaban nada. Se ve muy bien en el Cine. Es la década en el que las películas de género de poco presupuesto viajaban a todas partes. A pesar de que la globalización aún no era evidente, cine popular de todas las nacionalidades se podía ver en cualquier sitio. En ese sentido las carteleras nacionales eran más internacionales que hoy. Además, se podía ver cualquier cosa en el mainstream. Ahí tienen un peliculón como Cuando el destino nos alcance donde el bueno de la peli, el inconmensurable C. Heston, le cruza la cara con la mano abierta a una negra o donde se elogia el suicido (de los mayores). Imágenes y conceptos que en los "tolerantes" y "modernos" tiempos actuales no vas a ver salvo en el cine más alternativo y, por ello, marginal. Pero este descontrol-libertad asustaba a mucha gente, ya de por sí acojonada por la crisis y la violencia. Muchos miedicas eran estadounidenses, cómo no, por ello surgieron los justicieros cinematográficos. Harry el Sucio apareció en 1971 y vovió en 1973 y 1976, el mismo año que Network. Este último año es especial pues 1975 seguramente fue el momento más bajo de EE.UU. ya que fue el año en que el país fue humillado por Vietnam del Norte. El Conflicto de Vietnam había terminado en 1973 con la retirada del ejército estadounidense de Vietnam del Sur a cambio de que el Norte no apoyase a los guerrilleros del Sur y se celebrasen unas elecciones donde ese país ficticio decidiría sobre la unificación. En 1975, los norteños, viendo que el Sur estaba muerto por dentro y EE.UU. era un caos por el asunto de Nixon, se anexionaron a sus compatriotas demostrando al mundo lo poco que pintaban los yankis en ese momento. Las imágenes de la gente huyendo como ratas de la embajada de EE.UU. en Saigón es el mejor ejemplo de lo bajo que había llegado el poder de ese país. No hay que olvidar esto a la hora de disfrutar con Network.
EL CAPITALISMO VA A LLEGAR
Network es una película airada por la situación que se acaba de describir, un EE.UU. débil en lo económico y en lo político, que trata de remover conciencias. Es, por tanto, una película política que tan solo critica. Lo dice todo su lema: estoy más que harto y no pienso seguir soportándolo que nace de la idea soy un ser humano, maldita sea. Mi vida tiene valor. La película trata de animar a la gente a protestar y a no refugiarse en sí mismos. A comenzar el cambio desde abajo, diciendo no, en vez de pretender cambiar las cosas desde arriba, el modelo. Con no permitir ciertas cosas la situación cambiaría. Es tan sencillo como eso. Por tanto Network trata de agitar conciencias y por ello plantea su historia como si fuese un Evangelio. Por ello se centra en la tele. Un programa en prime time es la mejor forma hoy en día de predicar a las masas. Quien no lo vea acabará oyendo sobre él de modo que por mera presión social lo verá aumentando así su audiencia. Otro motivo para centrarse en la tele es que en los 70 claramente ya es un negocio y, por tanto, ya no sirve a la sociedad como contrapoder sino que sirve a las empresas como cadena de transmisión de intereses corporativos. Así, Network trata de despegar a la gente de la tele al mostrar que la verdad es incompatible con la tele de los 70 (y la actual). A las empresas no les gusta la verdad primero porque le gusta operar en secreto y segundo porque no da dinero ya que la masa no le gusta la verdad sino es agradable. Por ello esta película se rodó en los 70. El poder no controlaba nada por ello se podían rodar películas desagradables: no tengo que decirles que las cosas están mal porque todo el mundo lo sabe. Hay crisis. Mucha gente está sin empleo o con miedo de perder el que tiene. [...] Los bancos quiebran, [...] Nadie sabe qué hacer. Y lo que es peor, no se ve una solución. [...] Seguimos sentados delante del televisor. Esta verdad desagradable será conjurada por el evangelio del Capitalismo Cosmológico. El predicador de la película, el único telepredicador laico en una tierra de telepredicadores religiosos, proclama el bravo nuevo mundo que está surgiendo de los escombros del anterior, el mundo del capitalismo, para que sea abrazado. Un mundo perfecto (según los grandes empresarios visionarios) en el que no habrá guerra ni hambre ni opresión ni brutalidad. Donde habrá una Compañía Universal Global, donde trabajarán todos y todos tendrán una acción, que satisfacerá toda necesidad, tranquilizará toda ansiedad y evitará todo aburrimiento. Para ello no hay que detener el flujo del dinero ya que ya no existen ni patrias ni gobiernos. El dinero hermana como demuestra el que en el mundo de los negocios sólo hay socios, los árabes autócratas y los chinos neocomunistas. Esta es la tesis de Network. La evolución del capitalismo conduce a un lugar muy parecido al comunismo. Las fusiones y lo universal del dinero acaban con la competencia y por tanto con la libertad y la diversidad. Por ello la película tiene especial empeño en demostrar que el comunismo está acabado y no es una alternativa (Reagan no tuvo nada que ver con ello a pesar de lo que los neoliberales quieren hacernos creer) y que los comunistas son igual que los capitalistas, solo están interesados en ganar más dinero. Lo difícil de digerir es que esa utopía capitalista supone la muerte de la democracia y del individuo, que existe gracias a que tiene derechos y libertad. Abrazar el paraíso capitalista pasa por aceptar tener cuerpos transistorizados sin olor ni color totalmente asépticos y estar oprimidos, costreñidos, anulados como seres humanos. Mecanizados como vulgares robots. La Nueva Carne (Cronenberg comenzó su carrera como director de largos en 1977) y el ciberpunk está a la vuelta de la esquina. Esto hay que relacionarlo con la formalización el año anterior, 1975, de la Comisión Trilateral. Una organización que en aquel momento reunió a banqueros, altos ejecutivos y expolíticos del Primer Mundo los cuales, para resolver los problemas de las democracias de aquella época, muy parecidos a los actuales, propusieron supeditar lo político y lo social a lo económico, entendido de forma capitalista, permanentemente. También entendía que el antagonismo capitalismo y comunismo había dejado de tener importancia. Esta organización sigue existiendo.
EL CAPITALISMO VA A LLEGAR
Network es una película airada por la situación que se acaba de describir, un EE.UU. débil en lo económico y en lo político, que trata de remover conciencias. Es, por tanto, una película política que tan solo critica. Lo dice todo su lema: estoy más que harto y no pienso seguir soportándolo que nace de la idea soy un ser humano, maldita sea. Mi vida tiene valor. La película trata de animar a la gente a protestar y a no refugiarse en sí mismos. A comenzar el cambio desde abajo, diciendo no, en vez de pretender cambiar las cosas desde arriba, el modelo. Con no permitir ciertas cosas la situación cambiaría. Es tan sencillo como eso. Por tanto Network trata de agitar conciencias y por ello plantea su historia como si fuese un Evangelio. Por ello se centra en la tele. Un programa en prime time es la mejor forma hoy en día de predicar a las masas. Quien no lo vea acabará oyendo sobre él de modo que por mera presión social lo verá aumentando así su audiencia. Otro motivo para centrarse en la tele es que en los 70 claramente ya es un negocio y, por tanto, ya no sirve a la sociedad como contrapoder sino que sirve a las empresas como cadena de transmisión de intereses corporativos. Así, Network trata de despegar a la gente de la tele al mostrar que la verdad es incompatible con la tele de los 70 (y la actual). A las empresas no les gusta la verdad primero porque le gusta operar en secreto y segundo porque no da dinero ya que la masa no le gusta la verdad sino es agradable. Por ello esta película se rodó en los 70. El poder no controlaba nada por ello se podían rodar películas desagradables: no tengo que decirles que las cosas están mal porque todo el mundo lo sabe. Hay crisis. Mucha gente está sin empleo o con miedo de perder el que tiene. [...] Los bancos quiebran, [...] Nadie sabe qué hacer. Y lo que es peor, no se ve una solución. [...] Seguimos sentados delante del televisor. Esta verdad desagradable será conjurada por el evangelio del Capitalismo Cosmológico. El predicador de la película, el único telepredicador laico en una tierra de telepredicadores religiosos, proclama el bravo nuevo mundo que está surgiendo de los escombros del anterior, el mundo del capitalismo, para que sea abrazado. Un mundo perfecto (según los grandes empresarios visionarios) en el que no habrá guerra ni hambre ni opresión ni brutalidad. Donde habrá una Compañía Universal Global, donde trabajarán todos y todos tendrán una acción, que satisfacerá toda necesidad, tranquilizará toda ansiedad y evitará todo aburrimiento. Para ello no hay que detener el flujo del dinero ya que ya no existen ni patrias ni gobiernos. El dinero hermana como demuestra el que en el mundo de los negocios sólo hay socios, los árabes autócratas y los chinos neocomunistas. Esta es la tesis de Network. La evolución del capitalismo conduce a un lugar muy parecido al comunismo. Las fusiones y lo universal del dinero acaban con la competencia y por tanto con la libertad y la diversidad. Por ello la película tiene especial empeño en demostrar que el comunismo está acabado y no es una alternativa (Reagan no tuvo nada que ver con ello a pesar de lo que los neoliberales quieren hacernos creer) y que los comunistas son igual que los capitalistas, solo están interesados en ganar más dinero. Lo difícil de digerir es que esa utopía capitalista supone la muerte de la democracia y del individuo, que existe gracias a que tiene derechos y libertad. Abrazar el paraíso capitalista pasa por aceptar tener cuerpos transistorizados sin olor ni color totalmente asépticos y estar oprimidos, costreñidos, anulados como seres humanos. Mecanizados como vulgares robots. La Nueva Carne (Cronenberg comenzó su carrera como director de largos en 1977) y el ciberpunk está a la vuelta de la esquina. Esto hay que relacionarlo con la formalización el año anterior, 1975, de la Comisión Trilateral. Una organización que en aquel momento reunió a banqueros, altos ejecutivos y expolíticos del Primer Mundo los cuales, para resolver los problemas de las democracias de aquella época, muy parecidos a los actuales, propusieron supeditar lo político y lo social a lo económico, entendido de forma capitalista, permanentemente. También entendía que el antagonismo capitalismo y comunismo había dejado de tener importancia. Esta organización sigue existiendo.
LA TV MECANIZA
En los 70 es cuando la tele, inventada a finales de los 20, comercializada a finales de los 40 y electrodoméstico en los 60, inicia el reinado que está decayendo ahora (al menos su forma tradicional de operar). Es decir, en 1975 la tele es una parte íntima de las vidas de todos, el centro de los hogares y la ventana al mundo de todos. Por ello algo estratégico en una sociedad ya que configura el pensamiento de la mayoría de sus miembros. Por eso el evangelio del Capitalismo Cosmológico se transmite por la tele (que obra el milagro de la omipresencia), después de todo ya es parte del sistema. Por eso la tele es responsable de que criaturas que tienen aspecto de humanos no lo son [...] y todos los habitantes del mundo se están transformando en objetos fabricados en serie, programados, numerados, despersonalizados. La definición de zombi en La noche de los muertos vivientes es la de criaturas que parecen personas y la fusión entre la tele y el hombre es el evangelio de Videodrome. El discurso de Network es reaccionario pero no por ello equivocado. Para entenderlo bien hay que saber que al principio la tele era blanca y honrada y que eso desapareció en los 70 porque los índices de audiencia hicieron que la competencia intercadenas pusiera el negocio por delante de la programación. Había que ganar dinero (no sólo por codicia sino para mantener el negocio) y por ello todo comenzó a valer. Todo lo que es reprobable o peligroso se transforma en aceptable y conveniente en cuando lidera la audiencia, es decir, da dinero. También hay que ser consciente de que agudizó la brecha generacional. La tele cambió de forma diferente a los jóvenes y a los mayores porque los primeros se criaron con ella. Esto es algo que podemos entender hoy muy bien con Internet. Para los jóvenes hoy el mundo digital y real son uno y eso les diferencia de los que, por edad, les parecen dos cosas distintas. Esto ha cambiado la forma de relacionarse y la sentimentalidad de la juventud de tal modo que no les entendemos bien. Lo mismo pasa en Network. En ella los mayores están preocupados porque los jóvenes consideran igual de real lo que sale en la tele que lo que ocurre en sus casas y la cantidad de información ha entumecido su empatía haciéndolos más distantes y fríos. Así, la peli atribuye a la tele el protoyupismo de los ejecutivos cuando este viene sobre todo de la competitividad, el individualismo y el culto al líder propios de la sociedad estadounidense. La reaparición de los ejecutivos tiburones no se debió a la tele sino al tremendo desarrollo económico mundial posbélico. No obstante, el efecto deshumanizador de la tele es innegable. Por último hay que tener en cuenta que el punto de partida de Network es el suicidio en directo de la presentadora Christine Chubbuck tras decir: De acuerdo a la política del Canal 40 de brindarles lo último en sangre y entrañas a todo color están a punto de ver otra primicia: un intento de suicidio en 1974. Claramente la mujer tenía muchos y graves problemas psicológicos, pero los mayores vieron a una mujer de la generación de la tele que se mataba por culpa de la tv y lo añadían a todos esos jóvenes terroristas anticapitalistas, drogadictos, delincuentes y psicópatas que salían en las teles para asustarlos, después de todo atentaban contra el mundo adulto, y olvidaron que la gran mayoría de los jóvenes eran normales (este es el efecto del sesgo de la información televisiva, sólo se emite lo extraordinario; lo cotidiano y corriente no importa) y, en vez de culparse a sí mismos, le echaron la culpa a la tele. En nada hemos cambiado.
DIANA LA NEOHUMANA ENCARNACIÓN DE LA TV
A pesar de que Network es una peli coral porque cuenta muchas historias paralelas se puede considerar que la personaje de Diana es la protagonista. Así lo entendieron los Oscars pues dieron a la hermosísima F. Dunaway el Oscar a la mejor actriz protagonista. Esta Diana es presentada como el ejemplo de la humanidad deshumanizada por la tele. Sus problemas sentimentales y personales vienen de que ese electrodoméstico la ha destruido por dentro de tal modo que en realidad ya no es una mujer. La Diana de Network dice de sí misma: Por lo visto tengo un temperamento masculino. [...] Al parecer soy inepta en casi todo menos en mi trabajo. Es decir, no soy ni buena esposa ni buena madre. Para valorar esto recuerden que estamos en los 70, la familia tradicional-patriarcal aún no ha sido desmontada, y en EE.UU., un país mucho más conservador-machista que Europa. Seguramente por eso su nombre no sea casualidad. Diana es Artemisa, la diosa virgen de lo salvaje de los griegos. Debido a que estos vivían en un mundo dialéctico, si no es una cosa entonces es la contraria, una virgen era un hombre ya que lo que definía una mujer era la maternidad. Así, la mujer que renunciaba a ello, es decir a conocer hombres, como Artemisa y Atenea, los griegos la asimilaban a un hombre. Por ello ambas son diosas armadas y defensoras, la primera defiende las reglas que separan lo salvaje de lo civilizado y la segunda a la ciudad, y no se dice que las leyes y las ciudades se violan? Los griegos armaron a sus diosas vírgenes para que pudiesen defender su virginidad (ambas tienen mitos que cuentan agresiones sexuales fallidas) porque era la única forma en la que eso pudiese ser así en el mundo violento donde vivían. Por ello podemos concluir que Diana es la diosa de la tele corportativa. Eres el aspecto negativo de la televisión. Por ello la dura crítica que le hace su pareja sentimental, un hombre adulto mayor, no es a ella sino a la tele: Eres indeferente al sufrimiento. Insensible a la alegría. La vida para ti se reduce a cosas triviales. Guerra, asesinato, muerte. Todo esto para ti no significa nada. La vida cotidina para ti es una comedia corrupta. Incluso troceas la sensación del tiempo, del espacio y lo conviertes en segundos y réplicas instantáneas. Tu eres una locura Diana. Una locura virulenta. Todo lo que tocas muere contigo. Un discurso reaccionario aunque no exento de verdad. La tv deforma pero sólo si no se tiene cultura y cariño y todos vivimos, antes y ahora, indiferentes a la pobreza y sufrimiento global que nos rodea. La tele no es el diablo que Network cree que hay que exorcizar sino ciertas características de la sociedad occidental que son magnificadas por la tele entendida como negocio exclusivamente de distracción. Recuerden que una de las cosas de las que el Capitalismo Cosmológico nos va a liberar es del aburrimiento (que él mismo nos provoca dándonos un trabajo alienante).
Y AL FINAL, REAGAN
Empecé este post diciendo que esta película es clave para entender el mundo actual. Lo dije porque Network sintentiza muy bien la situación actual: la crisis ha fortalecido al capitalismo y debilitado a estados e individuos y la tecnología ha alumbrado una nueva forma de ser humano. La ventaja que tenemos los actuales espectadores de esta película, porque todo esto es para que se tomen la molestia de videarla (hacerlo es hacer la revolución), es que nosotros sabemos que es lo que no hay que hacer: hacer lo mismo que los mayores de 1976 hicieron pues eso es lo que ha hecho que ahora estemos en el mismo pozo que ellos. "Nuestros" abuelos y padres optaron por Reagan después del fracaso de Carter, que proponía un modelo flexible y tolerante que fracasó porque tenía delante a muchos fanáticos, como Jomeini (es casualidad que esté ahora en la cartelera una peli sobre ello?), que no iban a ceder o negociar. Reagan fue un tipo viejo y simple que ganó al poder porque la gente, manipulada por la tv, le gustaba su mensaje (la verdad desagradable no mola). Él dijo que se podía vivir ahora, en los 80, como antes, en los 50, la Edad de Oro yanki. No se podía esperar otra cosa pues Rocky I ganó el Oscar a la mejor película en 1976. El error de nuestros mayores, por tanto, fue creer que se podía jugar a la versión moderna del juego con las reglas antiguas. Eso es lo que nos ha llevado al mismo pozo pues por esa creencia ni se tapó ni se dejó atrás. Igual que nuestos ancestros no debieron ni negar las transformaciones sociales ni económicas que ocurrieron en los 60 y cristalizaron en los 70, el desbarajuste de esa época se produjo porque el sistema no estaba preparado para ordenar la nueva situación, nosotros no debemos negar los cambios del inmediato pasado. Así, no hay que pretender resucitar el pasado porque eso no funciona cuando las transformaciones han llegado hasta la médula. Por ello no podemos volver atrás si a la vez no eliminamos todos los avances tecnológicos y demás novedades posteriores a Reagan (él llegó al poder cuando los ordenadores personales estaban en pañales). Hay que buscar algo nuevo, no mirar atrás y simplificar el mundo a un Blanco y Negro distorsionador de nuestra realidad multicolor. Así pues, Network alerta sobre la tentación de creer que retroceder en el tiempo es posible. Por eso sigue siendo una película vigente. El secreto está en que, hablando de una crisis concreta, habla de todas las crisis occidentales de la Historia. Por ello es un clásico.
En los 70 es cuando la tele, inventada a finales de los 20, comercializada a finales de los 40 y electrodoméstico en los 60, inicia el reinado que está decayendo ahora (al menos su forma tradicional de operar). Es decir, en 1975 la tele es una parte íntima de las vidas de todos, el centro de los hogares y la ventana al mundo de todos. Por ello algo estratégico en una sociedad ya que configura el pensamiento de la mayoría de sus miembros. Por eso el evangelio del Capitalismo Cosmológico se transmite por la tele (que obra el milagro de la omipresencia), después de todo ya es parte del sistema. Por eso la tele es responsable de que criaturas que tienen aspecto de humanos no lo son [...] y todos los habitantes del mundo se están transformando en objetos fabricados en serie, programados, numerados, despersonalizados. La definición de zombi en La noche de los muertos vivientes es la de criaturas que parecen personas y la fusión entre la tele y el hombre es el evangelio de Videodrome. El discurso de Network es reaccionario pero no por ello equivocado. Para entenderlo bien hay que saber que al principio la tele era blanca y honrada y que eso desapareció en los 70 porque los índices de audiencia hicieron que la competencia intercadenas pusiera el negocio por delante de la programación. Había que ganar dinero (no sólo por codicia sino para mantener el negocio) y por ello todo comenzó a valer. Todo lo que es reprobable o peligroso se transforma en aceptable y conveniente en cuando lidera la audiencia, es decir, da dinero. También hay que ser consciente de que agudizó la brecha generacional. La tele cambió de forma diferente a los jóvenes y a los mayores porque los primeros se criaron con ella. Esto es algo que podemos entender hoy muy bien con Internet. Para los jóvenes hoy el mundo digital y real son uno y eso les diferencia de los que, por edad, les parecen dos cosas distintas. Esto ha cambiado la forma de relacionarse y la sentimentalidad de la juventud de tal modo que no les entendemos bien. Lo mismo pasa en Network. En ella los mayores están preocupados porque los jóvenes consideran igual de real lo que sale en la tele que lo que ocurre en sus casas y la cantidad de información ha entumecido su empatía haciéndolos más distantes y fríos. Así, la peli atribuye a la tele el protoyupismo de los ejecutivos cuando este viene sobre todo de la competitividad, el individualismo y el culto al líder propios de la sociedad estadounidense. La reaparición de los ejecutivos tiburones no se debió a la tele sino al tremendo desarrollo económico mundial posbélico. No obstante, el efecto deshumanizador de la tele es innegable. Por último hay que tener en cuenta que el punto de partida de Network es el suicidio en directo de la presentadora Christine Chubbuck tras decir: De acuerdo a la política del Canal 40 de brindarles lo último en sangre y entrañas a todo color están a punto de ver otra primicia: un intento de suicidio en 1974. Claramente la mujer tenía muchos y graves problemas psicológicos, pero los mayores vieron a una mujer de la generación de la tele que se mataba por culpa de la tv y lo añadían a todos esos jóvenes terroristas anticapitalistas, drogadictos, delincuentes y psicópatas que salían en las teles para asustarlos, después de todo atentaban contra el mundo adulto, y olvidaron que la gran mayoría de los jóvenes eran normales (este es el efecto del sesgo de la información televisiva, sólo se emite lo extraordinario; lo cotidiano y corriente no importa) y, en vez de culparse a sí mismos, le echaron la culpa a la tele. En nada hemos cambiado.
DIANA LA NEOHUMANA ENCARNACIÓN DE LA TV
A pesar de que Network es una peli coral porque cuenta muchas historias paralelas se puede considerar que la personaje de Diana es la protagonista. Así lo entendieron los Oscars pues dieron a la hermosísima F. Dunaway el Oscar a la mejor actriz protagonista. Esta Diana es presentada como el ejemplo de la humanidad deshumanizada por la tele. Sus problemas sentimentales y personales vienen de que ese electrodoméstico la ha destruido por dentro de tal modo que en realidad ya no es una mujer. La Diana de Network dice de sí misma: Por lo visto tengo un temperamento masculino. [...] Al parecer soy inepta en casi todo menos en mi trabajo. Es decir, no soy ni buena esposa ni buena madre. Para valorar esto recuerden que estamos en los 70, la familia tradicional-patriarcal aún no ha sido desmontada, y en EE.UU., un país mucho más conservador-machista que Europa. Seguramente por eso su nombre no sea casualidad. Diana es Artemisa, la diosa virgen de lo salvaje de los griegos. Debido a que estos vivían en un mundo dialéctico, si no es una cosa entonces es la contraria, una virgen era un hombre ya que lo que definía una mujer era la maternidad. Así, la mujer que renunciaba a ello, es decir a conocer hombres, como Artemisa y Atenea, los griegos la asimilaban a un hombre. Por ello ambas son diosas armadas y defensoras, la primera defiende las reglas que separan lo salvaje de lo civilizado y la segunda a la ciudad, y no se dice que las leyes y las ciudades se violan? Los griegos armaron a sus diosas vírgenes para que pudiesen defender su virginidad (ambas tienen mitos que cuentan agresiones sexuales fallidas) porque era la única forma en la que eso pudiese ser así en el mundo violento donde vivían. Por ello podemos concluir que Diana es la diosa de la tele corportativa. Eres el aspecto negativo de la televisión. Por ello la dura crítica que le hace su pareja sentimental, un hombre adulto mayor, no es a ella sino a la tele: Eres indeferente al sufrimiento. Insensible a la alegría. La vida para ti se reduce a cosas triviales. Guerra, asesinato, muerte. Todo esto para ti no significa nada. La vida cotidina para ti es una comedia corrupta. Incluso troceas la sensación del tiempo, del espacio y lo conviertes en segundos y réplicas instantáneas. Tu eres una locura Diana. Una locura virulenta. Todo lo que tocas muere contigo. Un discurso reaccionario aunque no exento de verdad. La tv deforma pero sólo si no se tiene cultura y cariño y todos vivimos, antes y ahora, indiferentes a la pobreza y sufrimiento global que nos rodea. La tele no es el diablo que Network cree que hay que exorcizar sino ciertas características de la sociedad occidental que son magnificadas por la tele entendida como negocio exclusivamente de distracción. Recuerden que una de las cosas de las que el Capitalismo Cosmológico nos va a liberar es del aburrimiento (que él mismo nos provoca dándonos un trabajo alienante).
Y AL FINAL, REAGAN
Empecé este post diciendo que esta película es clave para entender el mundo actual. Lo dije porque Network sintentiza muy bien la situación actual: la crisis ha fortalecido al capitalismo y debilitado a estados e individuos y la tecnología ha alumbrado una nueva forma de ser humano. La ventaja que tenemos los actuales espectadores de esta película, porque todo esto es para que se tomen la molestia de videarla (hacerlo es hacer la revolución), es que nosotros sabemos que es lo que no hay que hacer: hacer lo mismo que los mayores de 1976 hicieron pues eso es lo que ha hecho que ahora estemos en el mismo pozo que ellos. "Nuestros" abuelos y padres optaron por Reagan después del fracaso de Carter, que proponía un modelo flexible y tolerante que fracasó porque tenía delante a muchos fanáticos, como Jomeini (es casualidad que esté ahora en la cartelera una peli sobre ello?), que no iban a ceder o negociar. Reagan fue un tipo viejo y simple que ganó al poder porque la gente, manipulada por la tv, le gustaba su mensaje (la verdad desagradable no mola). Él dijo que se podía vivir ahora, en los 80, como antes, en los 50, la Edad de Oro yanki. No se podía esperar otra cosa pues Rocky I ganó el Oscar a la mejor película en 1976. El error de nuestros mayores, por tanto, fue creer que se podía jugar a la versión moderna del juego con las reglas antiguas. Eso es lo que nos ha llevado al mismo pozo pues por esa creencia ni se tapó ni se dejó atrás. Igual que nuestos ancestros no debieron ni negar las transformaciones sociales ni económicas que ocurrieron en los 60 y cristalizaron en los 70, el desbarajuste de esa época se produjo porque el sistema no estaba preparado para ordenar la nueva situación, nosotros no debemos negar los cambios del inmediato pasado. Así, no hay que pretender resucitar el pasado porque eso no funciona cuando las transformaciones han llegado hasta la médula. Por ello no podemos volver atrás si a la vez no eliminamos todos los avances tecnológicos y demás novedades posteriores a Reagan (él llegó al poder cuando los ordenadores personales estaban en pañales). Hay que buscar algo nuevo, no mirar atrás y simplificar el mundo a un Blanco y Negro distorsionador de nuestra realidad multicolor. Así pues, Network alerta sobre la tentación de creer que retroceder en el tiempo es posible. Por eso sigue siendo una película vigente. El secreto está en que, hablando de una crisis concreta, habla de todas las crisis occidentales de la Historia. Por ello es un clásico.
Comentarios
Existen programas de denuncia o investigación que te hacen ganas de gritar estoy harto. Ese es el caso de Salvados de Jordi Evole que nos descubre las estructuras del poder y sus mentiras.
Tengo ganas de ver un análisis de Rollerball con J. Mcann, una de mis películas preferidas por su temática.
Estos días he tenido la ocasión de visionar Network por segunda vez. Todavía me quedan algunos más para poder sacarle buena parte del jugo a la peli. Más si cabe al leer tu análisis contextual de aquellos años.
Yo nací cuando se estrenó, y mis conocimientos de aquellos 70 son insuficientes. Es a partir de Reagan, de los ochenta, cuando voy algo más enterado.
El impacto que ha provocado en mí ha sido más por la identificación tan enorme que veo con el presente en cuanto al nefasto papel multiplicador de la alienación (como muy acertadamente indicas al incluir el término) de la masa, no ya occidental, sino mundial, por la televisión.
Pese a Internet, la TV sigue siendo la Reina, como antes lo fue la prensa, sobre todo en los USA.
Antes como ahora, la verdad no gusta y aquellos que estamos construidos y constituidos con tendencia a buscarla, no podemos hacer otra cosa para poder dar siquiera con trazos de ella.
Repasaré también con atención tu artículo e iré entroncando con lo que vaya consiguiendo sobre aquellos años.
La no reelección de Carter parece ocupar, ciertamente, un lugar privilegiado en la explicación de aquellos años. Sobre todo del consciente colectivo (amén del inconsciente colectivo junguiano) norteamericano.
Un buen tipo, Carter, sin duda. No podía durar...
Un saludo y que sepas que el Todopoderoso Google te tiene bien mirado en los resultados de la búsqueda.
Iván Vasílievich