La otra peli que vi en el 4+1 fue Meek´s cutoff (el atajo de Meek) del 2010. La ponían bien y su originalidad, intenciones y rigor histórico la hacían prometedora. Al final no resultó la cosa tan bien pero es interesante y diferente.
No es un Western
Los críticos de cine la presentan como un Western pero en realidad sólo lo es desde una mirada ignorante. El Oeste empieza en 1866. Cuando EE.UU. ha terminado su guerra civil. Es decir, cuando por fin puede centrarse en colonizar el Oeste, principalmente las tierras del interior, pues ya ha resuelto tanto su identidad como su forma de gobierno y, por tanto, puede mirar al futuro. Esta peli en cambio se sitúa en 1845. Una época tan diferente del Western que por no tener no tiene ni revólveres ni Winchester 73. Trata de un viaje de colonización a través de un territorio indio desértico, pero al ocuparse de un período preWestern Meek´s cutoff no tiene ninguno de los tropos del cine del Oeste. No hay conflicto entre ganaderos y campesinos, entre progreso y tradición, entre libertad absoluta y orden social, entre blancos e indios, entre Bien y Mal. Tampoco cuenta una historia ambientada en un pasado idealizado y autocomplaciente protagonizada por un pistolero. Hay desierto pero es el de Oregón, hay indios pero no son apaches, comanches o sioux, hay armas pero no hay violencia, hay una mirada al pasado pero no es sesgada y etnocéntrica. El Western (sin matices como crepuscular o espagueti) ante todo es una narrativa interesada donde los vencedores escriben la Historia, es decir, remodela el pasado tanto para adornarlo como para justificar el presente, mientras que Meek´s cutoff usa el pasado tal y como fue para referirse al presente.
Arqueología Experimental
A pesar de ser estadounidense y hablar sobre el presente esta película es arqueología experimental pues no sólo recrea un hecho histórico sino reconstruye el pasado para ver como funcionaba. Así, todo lo que sale en el metraje, hasta el lenguaje, no es una recreación es una reproducción de lo que se usaba en 1845. De este modo Meek´s cutoff tiene el gran valor de ser una máquina del Tiempo. Por tanto no es la típica peli estadounidense donde los actores interpretan pjs contemporáneos al año de producción de la misma pero disfrazados de romanos. Es así porque para sus autores los estadounidenes blancos apenas han cambiado. La Biblia es omnipresente (los colonos buscan guía en ese libro pero la personalidad favorita de Bush jr. era Jesús, EE.UU. combate al Eje del Mal y muchos apoyaron la Guerra de Irak porque ese país alberga a Babilonia), su etnocentrismo y codicia les meten en problemas cuando se mueven por territorios que desconocen (el Oeste o Irak) y tratan con culturas extrañas (la de los indios de Norteamérica o la musulmana) y es una sociedad mesianista, es decir, siempre está buscando un mesías para que le saque del desierto y le lleve a la tierra prometida (Meek o Obama). Lo único que ha cambiado, y por eso es el aspecto histórico subrayado, es el machismo. La peli se centra en los pjs femeninos, no en vano la directora es mujer. Esta es otra característica que hace que Meek´s cutoff no sea un Western. Este género (con o sin matices) es machista. Pero sin falsear su condición relegada ni centrarse en una mujer que, por excepcional, no sirve como ejemplo. En el fondo filmar como a las mujeres nunca se las tenía en cuenta, hacer patente esa distancia entre hombres y mujeres, no es más que otra forma de mostrar la distancia entre indios y blancos, de evidenciar los límites de una mentalidad egoísta e incapaz de comprender y valorar al otro. Por eso K. Reichardt optó por filmar en 4:3. La verticalidad de ese formato es una metáfora de la estrechez de miras de los blancos al igual que la de las mujeres de aquella época, sus cofias eran una especie de anteojeras pues las impedían la visión periférica, de modo que también la verticalidad es metáfora de la condición de animal doméstico (no sólo hogareño sino también instrumental y servil) de la mujer occidental premoderna. Así pues, no sólo es una forma de contrarrestar la horizontalidad del desierto y disimular la sobriedad de la producción.
Mesianismo
Hasta aquí Meek´s cutoff es interesante, singular y emocionante pero al supeditar la reacreación de una caravana perdida en un territorio desconocido y desértico (algo posible pues se han conservado los diarios de algunos de sus integrantes) incapaz de salir de su aprieto por su etnocentrismo (el desprecio a los indios por conceptuarles como malvados salvajes paganos) a la creación de una alegoría del presente (la peli se rodó durante la campaña electoral del 2008), la hacen aburrida porque no hay pjs ni historia. La intencionalidad de los autores de comparar a los colonos con los estadounidenes actuales fagocita el relato sin necesidad pues la Historia no es anarrativa. Así, no hacia falta convertir la peli en una árida alegoría para resaltar como ambos cegados por su deseo por una nueva vida confiaron para llevarlos a través del desierto a la tierra prometida los unos en Meek, a pesar de su total ignorancia tanto del terreno como de las tribus indias que lo habitaban, y los otros en Bush jr., otro cowboy ignorante y arrogante pero carismático como Meek o Reagan. Por otro lado un tema tanto universal, pues filma el borregismo propio de las sociedades humanas el cual es más acusado, por razones obvias, en las cristianas, como pertinente, el drama de la crisis no debe cegarnos a la hora de escoger mesías. Por esta razón esta peli no tiene final para decepción del gran público. Es así porque Meek´s cutoff no puede terminar porque no es un relato, no puede resolver el problema que origina la narración, el mesianismo ciego o lemingnismo de los estadounidenses en particular y los humanos en general. La peli solo puede denunciarlo y apuntar que la solución pasa por abrir miras y responsabilizarnos de nuestro propio destino. Por eso no nos dice si los pjs al final siguen al indio (del mismo que no podían saber quien resultaría elegido como nuevo presidente de EE.UU.). Esa respuesta la tenemos que dar nosotros.
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