Esta novela es el principio de una de las sagas más influyentes del género Fantástico y producto de uno de sus mejores escritores. La saga sigue la senda menos frecuentada del género, aquella en la que se huye del héroe íntegro y del mundo conservador y tradicional de cuento, donde plebeyos y reyes estan contentísimos con la sociedad donde viven. Así, en esta saga no hay un mal o un bien definido, el prota es un antihéroe, el mundo es más verosímil, etc. Para comprobar la influencia de estas novelas baste con decir que, las novelas del género más populares de hoy en día, Juego de Tronos y la saga de Geralt de Rivia, no se entenderían sin estas. El mundo de Juego de Tronos tiene un antecedente claro en los Reinos Jóvenes y Geralt no es más que una variación de Elric.
Esta primera novela relata la lucha por el trono de Melniboné entre Elric, el atípico rey, y su primo Yyrkoon, el tradicionalista usurpador. Una terrible lucha que tendrá nefastas consecuencias para los Reinos Jóvenes y para Elric.
La prosa de Moorcock es la típica inglesa, precisa, concisa y ágil. Una novela que destaca por su imaginación y creatividad, gracias a las cuales introdujo conceptos novedosos en el género como el Multiverso. Una novela como las de antes, sin ambición y rápida en ir al grano y con un tono maduro, que tiene un antecedente claro en "La espada rota" de P. Anderson de la cual hice un post el 30-12 (por si queréis leerlo).
En fin, una entretenida novela, que se lee en dos patadas, y una interesante principio donde lo mejor esta por venir. Ignoro si ahora es fácil de conseguir estas novelas, pero creo que todo aficionado al género debe leerse al menos una.
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