Aquí continuamos con este coleccionable de uno de los grandes clásicos de todos los tiempos. En una edición que está bastante bien, pero no es la definitiva por algunos defectillos en la traducción (vamos, la que hizo Bruguera hace más de 20 años que retoca ahora PDA).
El número 8 contiene 3 historias. La primera, la más larga, es sobre un pitufo que también quiere hacer magia, pero como papa pitufo no le deja, le "enseña" Gargamel. La segunda historia es otra maldad de Gargamel y la tercera es el regreso de la pitufina a la aldea por primavera. El 9 es una colección de historias graciosas de una sola página.
Ya he dicho que Peyo en esta cole hace un estupendo trabajo que brilla por su pureza. Pues este autor parece que ha destilado el Cómic y se ha quedado con la verdadera esencia de este y así, sin florituras ni paja, hizo cómics que ahora son clásicos, si bien estos han decrecido en calidad desde el principio. Si los 4 primeros son obras maestras con lecturas a varios niveles y los 3 siguientes son buenos cómics de entretenimiento y evasión estos 2 últimos, aunque siguen con la línea de los inmediatamente anteriores, son flojos. Supongo que fue por el intenso trabajo que tuvo Peyo en aquellos años a cuenta de los pitufos (tuvo que dejar el resto de cómics que hacía), aunque tal vez fuese que Peyo no se encontraba del todo cómodo con los pitufos, pues habían derivado hacía el público infantil y por ello se sintió limitado a la hora de elaborar historias. Sea como sea, estos 2 cómics han perdido la gracia que tenían los anteriores. Las historias son simples, sosas y bastante inocuas, no aburren, pero se quedan a un pelo. Son historias de trámite, en las que incluso el genial y graciosísimo humor de Peyo esta muy diluido.
En cuento al dibujo, donde realmente destaca Peyo, pasa lo mismo, aunque quizás este bajón de calidad se deba a que en estos número ya le ayudaba su estudio y por tanto, no hacía todas las viñetas. Lo mismo pasa con la narración excelente y muy cinematográfica (lo cual, junto a su admirable estilo cartoon, delatan los comienzos en la animación de Peyo). Así tenemos, un trabajo gráfico más comedido, sobrio y sencillo que los anteriores, que no hace sino evidenciar la época de vacas flacas en los guiones.
Pues eso, un par de cómics decepcionantes, si tenemos en cuenta los anteriores. Estos números si que los calificaría yo de infantiles, mientras que los anteriores yo diría que son para adolescentes e incluso para adultos ( hay que ser adulto para ver todos los niveles de lectura de "El rey pitufo" y de "La pitufina"). Siguen siendo una lectura agradable, pero estos números no son capaces de satisfacer cualquier paladar como los anteriores. Solo destacaría las 2 historias breves del 8, por ser bastante graciosas, sobre todo la de la pitufina con alguna genialidad y algunas de las gracias de una página del 9. Las primeras y las últimas, al dejar traslucir la querencia hacia lo absurdo y surrealista rayando en lo poético del humor de Peyo, del que son magníficos y geniales ejemplos la primera y la última historia.
Comentarios
y probablemente me este perdiendo una hombre cumbre del comic universal, pero...