Aquí tenemos el nº2 por fin. Esta serie la cogí con ganas en su momento, el grupo me gusta bastante y del guionista, aunque no había leído nada de él, su serie Babylon 5 si me gustó mucho. De entrada me decepcionó un poco, porque no era lo que esperaba. Yo quería una continuación de los personajes Marvel que creo que han pasado suficientes cosas como para resultar interesantes. Pero en Marvel no tuvieron la misma idea que yo, optaron por borrar todo y empezar de nuevo y además, meter los personajes en su sello Max (adulto, es decir más violencia, sangre, palabrotas, desnudos y sexo que en los cómics normales). Pero bueno, el experimento no les ha salido del todo mal, aunque para que venda más le han sacado del sello Max, pero de momento lo que podemos leer (con 14 meses de retraso respecto a EE.UU.) pertenece a ese sello, no temáis por las tetas.
Digo que no les ha salido mal porque es una historia interesante. Deberíais saber que Supreme Power es un supergrupo basado en los personajes más destacados de DC, así encontramos, de momento a Superman, Wonder Woman, Green Lantern, Flash, Batman y Aquaman. Por lo que esta serie es la revisión de estos personajes en clave más adulta, más realista y más actual. Por ejemplo, aquí Superman, perdón, Hyperion (el prota), no ha sido criado por unos buenísimos granjeros sino por el gobierno de EE.UU., que si fue capaz de detectar el meteorito.
Así tenemos una historia planteada en un tiempo presupers, es decir, en la Tierra donde se desarrolla la historia no hay supers a su comienzo. Así que se va contando como el mundo va cambiando al ir apareciendo supers y estos interviniendo en él y como esto les cambia a su vez, sobre todo dirigidos por el gobierno americano (de momento todos los supers son ciudadanos americanos), que aquí es el típica versión de gobierno malvado (para algunos neoconservador) americana, sin escrupulos, cruel, ambicioso, egoísta, oscurantista, pragmático, en fin, un ente autónomo sin conexión con el pueblo al que representa y gobierna. Por tanto, podemos decir que la historia se desarrolla en un mundo más oscuro que el actual y mucho menos ingenuo, superficial y simple que el de los cómics supers habituales y sobre todo, de aquellos que contaron el origen de estos pjs. Quizás, por esta particularidad, aún no hay villanos, ni supers al uso, sólo gente con poderes que aún no sabe que hacer exactamente con ellos, aunque eso va cambiar ya en el siguiente tomo a tenor de lo que se insinúa al final de este. Parece que de momento vamos a asistir a una versión de la famosa historia de Gruenwald, por cierto, reedición ya!
En suma, tenemos unos guiones de Straczynski más reales y adultos (en el sentido de que ni todo es blanco y negro, ni la gente es buena o mala porque si), que actualiza a los pjs y los hace más acordes con el estilo del momento, a la vez que los independiza de ese extenso pasado difícil de encontrar, pues son unos pjs que han aparecido en muchas colecciones durante mucho tiempo. Estos guiones cuentan una historia interesante y con puntos novedosos (joder con la WW, perdón con la princesa Zarda), pero que se desarrolla un poco lentamente, sobre todo en este tomo. A mi esto me parece peligroso, porque se olvida de que si no vende, la cole se acaba, y con estos números (sobre todo en cadencia mensual) un tanto insulsos no creo que fidelize a muchos lectores independientemente si la historia es buena.
En cuanto al dibujante es un profesional bastante conocido. Con un estilo, realista y espigado, que ha evolucionado hasta casi ser un clon de Fabry (el de Predicador), alguien sabe porqué? El caso es que ahora me gusta menos que en su primera época de éxito, cuando dibujaba Hulk. Ahora es un estilo menos limpio, más rayado, parece que en algún momento de su carrera se asustó porque su dibujo no era lo suficientemente tridimensional en su opinión, así que para remediarlo se fijó en Fabry desgraciadamanete, al menos para mi. En este cómic se ve muy bien lo que digo, sólo hay que ver algunas caras, al ojearlo creí que algún número lo dibujaba Fabry. Esta influencia es un tanto nefasta en los rostros, pero en cuanto a lo demás Frank es mejor, como antes, que Fabry y además ha mejorado. Tiene un gran dominio de la anatomía y de la perspectiva lo que le hace poder adaptar unos puntos de vista más variados en las viñetas y no temer los planos generales. En cuanto a la narrativa, utiliza pocas viñetas por página, como es habitual y además, muchas páginas-ilustración (una sola viñeta) lo cual esta acorde con la lentitud que mencionaba antes. A pesar de eso, es un trabajo estimable y consigue espectacularidad.
En cuanto a al edición, es el típico tomo Panini, práctico. En cuanto al precio, un poco caro (a subido respecto al anterior, las ventas?). Encima en este, quizás por el número de páginas, amenaza ruina en un futuro. Habrá que cuidarlo por que sino, me temo, las páginas se caerán.
No obstante, lo recomiendo a cualquier fan de supers, porque se cuenta la misma historia desde un punto de vista diferente y si bien, de momento no parece que vaya a revolucionar el género, si es una bocanada de aire fresco.
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