Uno de los legados o bombas de relojería de la Era Image fue poner a los autores por encima del cómic, la editorial y los pjs y mostrar que se podía ganar muuuucho dinero en este medio. Naturalmente, en una sociedad como EE.UU., plagada de gente que quiere ser el centro de atención y/o enriquecerse rápido (y fácil), su efecto fue devastador. De todas formas, hay que reconocer que esto por si sólo no lleva directamente a cómics malos, puede ser que si, como LNV, y puede ser que no, como los Ultimates, el caso que nos ocupa.
Los Ultimates nº 3, M. Millar y B. Hitch, Panini 2006 nos ofrece dos historias bastante independientes entre si, casi que te las puedes leer en desorden sin problemas. La primera historia es la decepcionante pelea entre Thor y los Ultimates ayudados por los europeos y la segunda, es un buen chiste a cuenta de unos patéticos flipados que quieren ser superhéroes para hacerse famosos (llamar la atención).
Se nota (sobre todo por que lo dice él), que Millar es un tipo que esta escribiendo cómics para que al menos una porción de la humanidad le reconozca y para intentar enriquecerse, pero menos mal para todos que no es mal guionista. En los guiones de los Ultimates se nota las prioridades de Millar, primero él, luego el dinero (se lo pone fácil a Hollywood) y luego ya, el cómic. Si bien hasta ahora disimulaba bien, para mi en este número se le ha visto el plumero por dos motivos, la tontería esa de su Thor/Jesucristo y por la 2º grapa, la de los Defensores que argumentalmente no pertenece a los Ultimates, apenas aparecen y los sucesos que tienen que ver con ellos, se podían haber explicado en un par de viñetas en un cómic de los Ultimates. Lees el estupendo número de los Defensores y te das cuenta de que Millar nos esta diciendo: "mirad como molo, mirad que ocurrente soy, mirad, yo también se hacer reír con los superhéroes, mirad soy capaz de hacer una JLI, mirad el tamaño de mi ego gracias al cual soy capaz de colar una grapa de otra colección en los Ultimates sin que nadie diga nada, mirad soy el puto amo". La primera es una idea grandilocuente pero que Millar ha sido incapaz de llevar a buen término, puesto que ni nos ha presentado a un Thor profeta y ni, por mucho que le diga a Hitch que le dibuje con los brazos en cruz, ni por mucho que pensemos que Thor es el hijo de Odín, el símil tiene algo sólido donde sostenerse. Menos mal que guioniza bien, que aunque en este número español la tensión se desinfla y la calidad es menor que los anteriores, sigue dialogando muy bien, sigue siendo ocurrente, caracterizando bien a los personajes, desarrollando bien la historia, sin embargo podía aportar ideas más originales, por que prácticamente todas estan sacadas de los Vengadores tradicionales, y demuestra como se ha de escribir una serie "regular" de cómics del género (aunque sea en su versión posmoderna). En definitiva, hace un buen trabajo, esta vez mejor que el que hace Hitch en su parcela. Un buen cómic que brilla aún más (y más de lo que se merece), por que es simultáneo a cosas como los flojos LNV.
Es público y notorio que Hitch se esfuerza menos en este volumen que en el anterior, no sé si por casancio, desinterés o por que como ya tiene fama, se ha echado a dormir, aún así, hace un buen trabajo. Con un estilo, aunque superheroico, bastante realista, muy bien entintando, con esfuerzos puntuales en algunas viñetas (sobre todo cuando se trata de edificios), una narrativa bastante clásica y un buen talento para capturar gestos. Lástima que en el número más importante de los 6 primeros, no nos ofrezca la espectacularidad que era necesaria. La pelea entre Thor y los demás merecía algo más, unas viñetas más grandes, una narrativa más acelerada y onomatopeyas simonsonianas. Una de pelea de esta magnitud tiene que oírse, hay que oír como suena una hostia de Thor para percibir adecuadamente su poder. En fin, Hitch no saca toda la fuerza que tiene la pelea y es Millar quien se luce más, con cosas como la marrullería de la Viuda o la manipulación de Wanda a Mercurio. En el número de los Defensores lo hace mejor, con un diseño muy bueno de pjs (ayns!, Esa Valquiria) y una narrativa mejor que es capaz de sacar bastante jugo al guión graciosete de Millar.
Pues eso, Ultimates, un cómic muy entretenido y divertido y muy bien manejado por sus autores, pero desde luego no es cómic de superhéroes clásico, es como el reverso conservador de Authority. No obstante, es lo mejor que ha publicado Panini en este año, ya que esta muy bien dibujado y Millar sabe en lo que es una grapa. De todas formas, hay que tener en cuenta que esta serie perderá en las siguientes lecturas, puesto que una vez conocido todas la sorpresas que nos depara este volumen, la tensión y las pajas mentales que tanta alegría nos estan dando, desaparecerán.
Comentarios
La pelea contra Thor, la verdad es que pierde si la comparas con la pelea del Vol.1 contra Hulk.
Parece que el único propósito de Millar es burlarse de todo el mundo. Bueno, eso y hacer tebeos con skrulls.
por otro lado, a mi me encanto cuando el thor le da en la boca, no una, sino dos veces al enterado de mercurio. y otra que me impacto es que crei que el brutote de thor habia masticado a la pobre avispa cuando se le metio en la boca. eso si que hubiera sido una forma chunga de morir, y estupida ya puestos.
y mientras siga haciendo comics asi, el tipo este puede tener el ego tangrande como australia, que a verdad es que me da igual.