Este cómic me picó la curiosidad, pero su precio me disuadía de comprarlo sólo por eso. Así que. antes de adquirirlo, quería asegurarme de que valía su precio por lo que fui a leerlo a la (bendita) FNAC.
El cómic es una miniserie abierta (pero con pinta de no tener muchas posibilidades de continuar), independiente de cualquier universo superheroico conocido, que cuenta como el superhéroe principal de EE.UU. (un cruce entre el capi y el super) se da cuenta de que ha estado luchando en favor de unos pocos malvados y sin escrúpulos capitalistas megamillonarios, en vez de por el pueblo estadounidense y entonces se rebela con la intención de que todo el mundo se entere de lo que ha estado pasando.
El guionista es un tipo desconocido, por lo que no se hasta que punto es el progresista (cla$$war es guerra de cla$e$, os lo remarco por que pasa un poco desapercibido, al no haberse traducido el título) antiestadounidense que deja traslucir su guión. Si bien este esta bien construido y desarrollado, por lo que proporciona una entretenida lectura con buenos momentos, esta sustentado en una serie de teorías conspiracionistas que el guionista utiliza para criticar a EE.UU. y en especial su versión más radical, que es la del Bush post 11S. No es que me parezca mal que alguien le de semajante patada en los huevos a la ideología estadounidense y más ahora que esta en crisis y sonada, pero es que recurrir a burdos tópicos conspiracionistas a estas alturas ya me cansa. Me parece bien que el grupo de superhéroes de EE.UU. se llame Enola Gay (como se llamaba el avión que lanzó las nucleares a Japón), que este país en el cómic invada Glenada (que es la Granada que invadió Reagan, la de la pésima "Sargento de hierro") o que el presi se pase todo el cómic con un mentiroso grabado a fuego en su frente (toma Bush! Esta va con efecto) y otros detalles que denuncian los excesos y la chulería estadounidense. Pero es que todo esta regado de tópicos manidos, como que el presidente estadounidense sea un gilipollas, creído y chulesco, que era idealista de joven pero al que el poder acaba corrompiendo o absurdos, como que este es marioneta de unos villanos ricachones que representan lo peor del capitalismo y la moral protestante, con la típica política de adormecer y mentir al público con una sociedad de consumo maniquea (algo a lo "Nixon" o a lo club Bidelberg). El guionista, de haber sido menos burdo, podía haber contado una buena e interesante historia, en vez de acabar firmando una caricatura de un cómic comprometido, pues tiene capacidad y buenas ideas, el Cómic es un tan buen medio para hacer crítica social como cualquiera y los superhéroes es otro tipo de american pie, pero lo fácil acabó por dominarle.
El apartado gráfico también esta bien para unos relativos primerizos. Son dos dibujantes, de acabados distintos pero de estilos superheroicos. Hairsine es el más hecho de los 2, aunque no se emplea mucho en los fondos, narra bien y tiene cierta espectacularidad. Lo malo es que hace las viñetas grandes (aunque igual esto es exigencia del guión) y asi la lectura de cada episodio es rápida y su carga argumental ligera. Foreman tiene que mejorar aún pues tiene bastante potencial. Posee un trazo fino, limpio, elegante y polivalente y además, tiene la suerte de que le toca la mejor parte del guión, que es el 1/3 final de la historia, donde se precipitan los acontecimientos siendo así, la parte más dinámica, emocionante y potente de la obra.
Pues eso, "Cla$$war" no me ha parecido un panfleto (aunque igual a Aznar si se lo parecería), pero a veces cae en un discurso simplón anti EE.UU., con detalles que no vienen a cuento como, las caras podridas de presidentes de EE.UU. en la transformación de unos de los pjs o que todos los supers escepto el prota, esten pasados de vueltas y corrompidos por el poder. A lo que hay que añadir cosas como que los superhéroes han sido creados por un científico nazi (el mejor pj del cómic) y una caterva de ayudantes nerds con camisetas de superhéroes. En fin, cosas que acaban por convertir el EE.UU. del cómic, en una caricatura tan exagerada que no se puede tomar en serio, por lo que la obra resulta fallida para los intereses (supuestos por mi) de su autor.
Lo gracioso del tema es que Williams utiliza los supers para criticar, si buen puerilmente, lo que se viene a llamar la american way of live. Esta bien, puesto como dije los supers es otro american pie, esto es, otro producto genuinamente estadounidense. Otro producto donde se ve la ombliguista y megalómana concepción del mundo de EE.UU. Pero como fan del género no creo que lo haya hecho bien, sobre todo por que no debe ser un aficionado al género. Parece que es uno como tantos, que ve al Capitán América y ya piensa que todo el género es un vehículo para un discurso hiperpatriótico y republicano, cuando no fascista. Así, como he dicho, hace con este cómic una falsa caricutura del género por lo que el mensaje se pierde. En vez de criticar a EE.UU. poniendo en solfa la visión simple y absolutamente autoreferencial del mundo y el complejo de sociedad perfecta y superior a todas las demás que subyace en el género, recurre a la típica caricatura de un poder político, dominado por un poder omnímodo a la sombra que gobierna para los hiperricos, que ha creado a los superhéroes, por lo que la historia no funciona a mis ojos. Puesto que es un cómic del género que no sigue el esquema de este, ya que la historia se podía haber contado sin necesidad de que los pjs sean supers (de hecho, el super bueno parece más un arma dirigida por su sidekick humano antisistema, que un ente autoconsciente). En suma, Williams da la impresión de que quería denunciar la errónea visión neocon del mundo y el lacayismo del pueblo de EE.UU. a través de uno de sus creaciones pero, al no haberlo sabido interpretarlas bien, no le ha salido la jugada. Así queda una interesante historia que sabe a poco, por lo que no merece, ni una edición tan lujosa, ni un precio tan caro. Lástima, por que se partía de una buena e interesante idea.
Comentarios
En cuanto al dibujante Hairsine, es un tipo que me encanta cómo hace las cosas. Me parece un dibujante con una narratividad espectacular.
Un apunte, critiquitas: no es lo mismo leerlo en la FNAC que en tu casa. Uno siempre está más incómodo y se es proclive a que ese comic NO guste... porque no tenemos dinero. Muchas veces podemos enmascararlo de esa manera. A mí me ha pasado alguna vez, que me han dejado un cómic, me lo he leído con desgana porque no tenías ganas de leerlo en ese momento (en dueño insistía en que me lo leyera) y después, con el tiempo, se lo he vuelto a pedir, y casi siempre he opinado diferente.
Oye, eso no quiere decir que sea un comic simplista ¿eh? :)