Videados 17: The Killer, J. Woo, 1989

Peli de culto, como no podía ser de otra forma, puesto que casi todo el cine Hong Kong lo es, y la mejor "ensalada de tiros" del Cine. Aunque después de otro videado más, esta vez en V.O.S., he comprobado que ya no me hace tanto tilín como antes. En fin, ya tengo otra edad, más cine a mis espaldas e igual el día en que la vi no era el mejor para una peli como esta.

"The Killer" es seguramente la mejor peli de J. Woo, el hombre que renovó el modo de representar la violencia en el cine postPekimpah, al añadirle la coreografía de las peleas de artes marciales orientales a los tiros. Es pues, una peli de acción que lleva dentro de sí una peli de gángster, que a su vez lleva dentro un western. Aún así, el argumento no es complicado: el mejor asesino profesional de Hong Kong se ha enamorado, por lo que la mafia de esa ciudad considera que ya no sirve, así que decide matarle, y a su novia también, porque sabe demasiado.

J. Woo hoy es un buen director estropeado por el modo de hacer y entender el cine que tiene Hollywood. Ayer era un buen director y paradigma del cine de Hong Kong. Un cine parecido al spaguetti western en el sentido de que son pelis que resultan de la integración de un género cinematográfico estadounidense en una cultura distinta. Así, si el spaguetti es la italianización del cine estadounidense, el cine de Hong Kong es su sinización. Por ello, no creo que yerre al decir que J. Woo es el S. Leone chino. En esta peli, cuyo guión también es suyo, se nota, tanto estilísticamente como temáticamente.

Las pelis de J. Woo siempre giran entorno a la amistad y el honor, temas tópicos y típicos del western o el cine de gángsters (por eso no extraña que Leone se hiciese un nombre practicando esos géneros). En sus pelis, la amistad (siempre una muy estrecha entre dos hombres heterosexuales) y el honor siempre son puestos a prueba y siempre triunfan, pues para Woo (o al menos para sus historias) el tener un amigo que moriría por tí y un honor a prueba de bombas es lo que nos hace héroes.

Bueno que me estoy perdiendo. En esta peli es bastante evidente el homenaje de Woo a esos dos géneros estadounidenses. El pj de Chow es el típico pistolero de las versiones extranjeras del cine estadounidense (que luego acabaría pasando a ese cine). Un pj totalmente estilizado, puesto que al espectador chino o italiano no le importa la dimensión humana de este, lo que le atrae es lo duro y lo buen pistolero que es. Por eso, igual que el Clint de Leone (que si no me equivoco después de 3 pelis seguimos sin saber su nombre), el prota de la peli es un ser enigmático, prácticamente despojado de todo rasgo y atributo salvo el de ser una máquina de matar. Un humano con una habilidad suprema para matar lo que le hace semidivino y sin miedo y lo demás da igual. En ese sentido, el prota que interpreta Chow (que por cierto, desconocemos su verdadero nombre, casualidad? No lo creo) a quien más recuerda es al pj de Alain Delon de la interesante peli de J. M. Melville "El silencio de un hombre" ("Le Samouraï" en el original, como véis un título mejor y menos ambigüo). Un tipo elegante, guapetón, duro, que vive en una casa con lo mínimo (como "León el profesional"). Por eso, el pj interpretado por Chow, Jeffrey/Mickey Mouse, parte de ese punto, pues Woo lo considera sabido por el espectador.

En el comienzo de la peli, Woo le hace enamorarse de una cantante de canciones tristes de amor (que suenan como exitazos de karaoke para nuestros oídos occidentales) y así mete el melodrama, que es algo que la cultura de Extremo Oriente gusta mucho, que es lo que le permite aumentar el componente trágico de la peli. Este amor que le humaniza va a ser la causa de su ruina, puesto que como asesino profesional que es, ha de ser invisible, no puede tener vida, ni casa, ni identidad (es sólo evidente para mi la relación con León el profesional?). El tener un amor, un ancla, una constante en su vida, provoca que le salga un talón de Aquiles, una debilidad que puede ser aprovechada por la policía o un gángster enemigo, puesto que es una vía de aproximación a él. Por eso, para la mafia deja de ser útil y procede a matarle, en parte por ser una aberración (un asesino que ama, en qué cabeza cabe!). Así que, para salir vivo, va a necesitar a sus amigos, con lo que llegamos a la amistad.

En esta peli la amistad es tratada mediante 3 relaciones de ese tipo. La que tiene la pareja de polis, la que tiene la pareja de asesinos y la que tienen el prota y uno de los polis. Lo que a Woo le interesa es contar como surge una amistad masculina, esa que esta basada en la lealtad hasta la muerte, y eso es lo que narra la peli. Por eso, aunque son así las 2 primeras amistades, no son perfectas pues estan desequilibradas, ya que la relación es entre un secundario y un protagonista, por tanto no prosperan, pero la del poli (Dumbo) y el asesino (Mickey Mouse) sí y además triunfa, ya que es una amistad inquebrantable y leal entre 2 iguales (en eso se basa Woo para que creamos que a través de una relación antagonista y una charla de 5 minutos surge una amistad así de fuerte).

En esta historia, el honor sirve para demostrar lo buenos que son los protas y para añadirle otro punto trágico más a la peli. Pues es aquí donde reside el homenaje al western que es esta peli. Para mi que Woo, teniendo en cuenta que en Hong Kong no podía rodar uno, se montó un guión de western crepuscular ("Grupo salvaje", "Dos hombres y un destino", "Sin perdón", etc.) y lo disfrazó de una peli de acción de gángsters (otro mundo donde la amistad y el honor son importantes y si no, ved "El padrino" de F. F. Coppola). Así, presenta a los protas como seres marginados en sus propios mundos porque ellos aún creen en el honor (es decir en la lealtad y la fidelidad a la palabra). Personas incomprendidas por un mundo de gentes sin palabra (es por eso que quieren matar a Chow, porque no pueden creer que no les traicionará). A pesar de que esto es realmente lo que más le interesa a Woo, todo esto del honor chirría en la historia al no estar bien integrado.

Buenooooooooo, la parrafada que me estoy marcando, reconduzcamos esto aunque ya creo que es tarde (queda alguien ahí?). J. Woo consigue su mejor peli ya que parte de un guión sencillo, tópico pero que funciona, sólido y bien desarrollado, lo que le salva de sus excesos que llevan al resto de sus películas al aburrimiento. Su estilo esta influido por el de S. Leone, como se ve claramente en la cantidad de congelados, relantizados, intercalaciones, montaje picado, movimientos de cámara de los que se sirve para provocar tensión y emoción a cambio de dilatar el tiempo. Una dirección basada en unos efectivos primeros planos y un gran aprovechamiento de la profundidad de campo, como demuestra la brillante escena en que Chow apunta al poli que esta bajando por una tubería. Junto a esto, estan las preocupaciones estéticas propias del cine extremo-oriental (bastante comedidas por ser el cine de Hong Kong mestizo) y una buena estructura que hace que el ritmo pausado del excesivo metraje (145 minutos! Aunque por ahí circula una versión de 106) no se convierta en una tortura para el espectador (aprende P. Jackson!!), al estar salpicado, en los momentos oportunos, por tiroteos que lo revulsionan. En suma, una dirección magistral que fue copiada e incorporada por Hollywood como la forma canónica de hacer pelis de acción.

Los actores proceden de un casting perfecto (sólo con verlos ya nos imaginamos como son los pjs). Estan todos correctos, con ese punto histriónico tan del gusto oriental. Destacan Chow Yun Fat que, como siempre, utiliza muy bien su aspecto carismático y su muy expresivo rostro, el poli, que consigue no deslucir junto a Chow y el asesino manco, perfecto en su interpretación (quizás la más occidental) de pj trágico. Todos hacen que funcione un guión muy sencillo y tópico, lleno de homenajes en los que destacan por evidentes el de "Crying freeman" en la figura del jefe mafioso siempre herido y con vendas y en los tiroteos y el de "Dos hombres y un destino", de donde extrae el espíritu de la peli y el final que llega a hasta copiar, frases, situaciones, planos y movimientos de cámara. Tampoco debemos olvidar ni a la B. S., que cuenta con una eficaz canciolla de sonido oriental que cumple la misma función que las hechas por E. Morricone para S. Leone y la producción, muy ajustada de presupuesto, pero que todo el equipo, encabezado por Woo, sabe utilizar sabiamente para que no canten esas ambiciones que superan el presupuesto.

Todo esto consigue una gran peli y la mejor ensalada de tiros de todos los tiempos, ya que lo que brilla en ella con luz propia son los tiroteos que llegan a convertirse en minibatallas. Unos tiroteos geniales, perfectamente rodados (muy bien el director de especialistas) y montados, excesivos, ultraviolentos (nadie muere con menos de 5 balas en el cuerpo) y fantasmones (el prota sólo recarga una vez en toda la peli! Qué las he contado!), que, casi 20 años después y varios videados, sigue dejando boquiabierto al espectador. Tampoco me olvidaría de la genial escena de comedia (a pesar de que Woo no debe ser un tipo gracioso) en la que los protas se conocen y tienen que disimular que se estan apuntando ante una ciega. Genial escena por su originalidad, comicidad y coreografía, probablamente lo más redondo de todo el film. Y cómo no hablar de ese intenso, excesivo y emocionante final, donde acaban explotando la epicidad y el melodrama ante los ojos incrédulos del espectador? Porque la verdad es que es un final sorprendente por su contenido, su exageración, su cuadrutura del círculo y por la cantidad de tópicos por fotograma incluidos. Un final perfecto para la peli y para los objetivos de J. Woo. En fin, una peli que encantará a todo aficionado de estas cosas, una peli inolvidable y todavía insuperada en su género.