En cuanto me enteré de la existencia del superequipo Excelsior me hice con este cómic. Es el primero que leo de Runaways y la verdad es que esta bien, no es una obra maestra, pero es muy entretenido.
Runaways es una especie de mezcla entre un tebeo friki y un tebeo para adolescentes. Es para adolescentes porque sus protagonistas son adolescentes, el tono es para el adolescente de hoy y es un cómic para iniciarse en esto, no hace falta saber nada para seguirlo. En fin, que tiene todos los elementos que tienen esos productos. Pero sobre esta base, hay un tebeo friki gracias al guión de Vaughan, que lo llena de referencias al universo Marvel e incluso a lo que pasa en otras coles, pero eso sólo no le convierte en friki, también lo hace detalles como Excelsior, una magnífica idea que sólo se le podía ocurrir a un friki.
Excelsior lo forman superhéroes adolescentes de Marvel que no cuajaron. Por eso es un grupo de autoayuda que busca superar el ser unos superhéroes fracasados. Pero no sólo quieren purgar su fracaso, sino también el hecho de haber perdido su infancia o adolescencia al vivir como superhéroes. Esto, es aprovechado por Vaughan para hacer metacómic convirtiendo así a Excelsior en una gran idea. A través de Excelsior el autor habla del mercado (cuando explican porque fracasaron entre líneas se lee una opinión sobre el mercado de los cómics) y del género, lo que nos permite descubrir el frikismo de Vaughan. Pues no sólo conoce a unos pjs que, ni en su momento, fueron populares, sino que la idea de la autoayuda esta en la línea de esas cosas que sólo se plantean los frikis como la continuidad, lo de las moléculas inestables, quién es más fuerte, cómo sería ser superhéroe, qué pasaría si los supers fuesen reales, etc.
El trabajo de Vaughan no es una gran obra, pero sí es tremendamente entretenido, desenfadado y divertido, además de respetuoso con el género y con el pasado Marvel, ya que se sirve de él sin traicionarlo o defomarlo. Ha intentado combinar un guión para adolescentes con una historia que disfrutarán, sobre todo, los que llevan años en esto para contentar a todos, a los adolescentes que se suponen que son la gran mayoría compradora y no les importa los detalles y los que llevan aquí ya mucho tiempo que viven para los detalles. Creo que esto explica el relativo fracaso de esta serie. La serie en sí misma no destaca por nada a 1º vista, no tiene ni un dibujo molón, ni pj conocidos, por lo que ha pasado despercibida para su público objetivo, eso fue su fracaso. Pero fue relativo porque a los aficionados sí les llegó el mensaje y, llevados por esa pasión que todo friki tiene, gracias al ruido y el boca boca que hicieron lograron una segunda oportunidad para Runaways (esto es una deducción mía). Ha sido a estos los que les ha encantado el cómic, porque es un buen cómic de género que, al no estar viciado por el éxito, en él puedes encontrar la frescura y la sensación de que puede pasar cualquier cosa que tenía uno cuando no sabía de que iba esto. El no tener en esta cole a nadie superventas, ni hiperfamoso, ni que salga en tropecientos comics a la vez, deja mucha más libertad al guionista, al no tener a un editor diciendo a este no le mates, a este no le cambies el no sé que, etc.
Si tiene algo Runaways, es ese tono que tienen los cómics cuando dejan al autor a su aire, como Miller en DD o Starlin con el Capitán Marvel por decir ejemplos. En fin, que no tiene ese aspecto de rigidez y previsibilidad que tiene muchos cómics de ahora y encima tiene ideas que sólo el friki puede captar, comprender y disfrutar en toda su dimensión. Por ejemplo, otra idea cachonda muy bien llevada, le saca un hijo al Martinete de los Destructores. Y otro detalle más para al aficionado de toda la vida, la mayor de Power Pack crecidita ya, muy, muy guapetona y que quiere ser actriz (como muchas chicas de hoy en día!). Vamos, un guiño que sólo aquellos que hemos leído alguna de sus aventuras podemos disfrutar, porque la hemos visto como niña.
Alphonsa hace un buen trabajo. Tiene un estilo preciso, limpio, que recuerda al de los dibujos animados porque sólo dibuja los contornos (el entintador sólo se dedica a calcar me parece) y los fondos son sencillos y despejados. Es un estilo sencillo pero complicado de hacer, un estilo realista pero también caricaturesco e influenciado por el manga, no sé si por gusto personal o por imposición editorial para atraer a los otakus, porque la verdad es que 3 de los protagonistas parecen salidos de un manga. En la narración es bueno pero monótono (casi siempre hace 5 viñetas por página y las reparte igual) y estático. En las peleas los pj dan la sensación de que no se mueven salvo cuando les toca salir en la viñeta, lo que no es muy dinámico la verdad, pero a cambio sabe captar muy bien la moda de hoy en día, no es el típico dibujante que o viste siempre a la gente convencionalmente o les viste de forma hortera. Cuando la moda cambie, por como visten los personajes se podrá saber de que época es este cómic.
En fin, la verdad es que es un cómic muy recomendable para los que aficionados del género. Esta muy bien, es imaginativo, fresco y desenfadado. Parece que no será un Watchmen o algo así, pero desde luego es una lección de como se debe hacer un cómic de superhéroes. Bueno, pero que tiene un estilo actual, eh? A ver si alguno va apensar que esto es como una BM pero en color, nada de eso, es un cómic del siglo XXI, pero que no ha renunciado a aquello que ha hecho al género llegar hasta este siglo.
Lo que no sé es que va a hacer Panini ahora, porque sólo hay 12 meses de espacio con USA y claro, al ritmo de 2 por mes enseguida nos comeríamos a los americanos.
En fin, un cómic con el que se pasa un buen rato (y largo, que Vaughan escribe mucho y son 2 números) que dará mucho que hablar con los amiguetes frikis. Y es que ver a los de Excelsior, tras haber desaparecido, deprimidos, traumatizados, contando porque fracasaron y ver a Julie Power así de atractiva y sensual, cuando la última vez que la viste no tenía más de 10 años, es algo que sólo puede emocionar a un friki.
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