Semana del Escuadrón Supremo: Relecturas XLV: Escuadrón Supremo de Gruenwald. Parte II, tragedia griega
Este post continua el anterior, donde podéis encontrar una anécdota autobiográfica a modo de introducción, una contextualización temporal de "Escuadrón Supremo", una explicación de su importancia y un análisis de su calidad formal. Si seguis leyendo, encontraréis un (delirante) análisis profundo sobre la obra y su temática.
Gruenwald pudo hacer de ES una obra revolucionaria, gracias a la gran libertad creativa (circunstancia que comparte con las otras 2 obras) que daba el ES. Este, es la versión marvelita de los más populares héroes de DC. Como tales, tenían poco pasado (continuidad) en el UM y además, no compartían planeta con los superhéroes de la casa. Ellos vivían en una Tierra paralela que además, tenía muy pocas personas con poderes. De este modo, Gruenwald no tenía ninguna cortapisa editorial o comercial para contar su historia, una gran historia.
Esta, comienza con la Tierra del ES víctima de una crisis mundial, profunda y absoluta, que la ha dejado sin liderazgo político alguno. Aprovechando la falta de autoridad de los gobiernos y la crisis humanitaria que ello ha provocado, el ES toma el poder en EE.UU. con un auténtico golpe de estado, no cruento y consentido eso sí, derrocando a un gobierno pésimo pero elegido democráticamente (una situación parecida a la que vivió Alemania con el Partido Nazi). El asunto era tomarlo sólo por un año, plazo que el ES se autodaba para reconstruir el país, con prerrogativas absolutas, pues no hay ninguna medida democrática para aceptar o limitar sus decisiones políticas (una situación parecida a algunas que vivieron Atenas y Roma en la Edad Clásica), al término del cual dejarían el poder.
Esta decisión ya desata las primeras dudas morales y la primera ruptura del ES, pues alguno de sus miembros no la ve éticamente bien y se marcha. Con ello, se planta la semilla de la tragedia pues, lo que escribió Gruenwald fue una auténtica tragedia clásica (salvando las distancias por supuesto). En ES, como en estas tragedias, los personajes protagonistas se enfrentan a un grave conflicto provocado por la alteración del orden (EE.UU. sumido en el caos), se mueven inevitablemente hacia un desenlace fatal (muerte o locura) por su orgullo (tienen la arrogancia de creer que sólo ellos tienen la solución), son excepcionales (recordad que hablamos de superhéroes), poseen un profundo sentido ético (estan concebidos como referentes morales y el meollo de la serie es una cuestión moral) y les caracteriza una gran pasión (Gruenwald retrató a sus pjs en esta obra como superhéroes inusualmente, para entonces, pasionales y carnales). También, como la mayoría de los personajes de la tragedia griega, son reyes o tiranos (son miembros de un gobierno no democrático que, muchas veces a lo largo de la maxiserie, ejecutan sus decisiones utilizando la fuerza) cuyos defectos y soberbia les llevan irremisiblemente hacia la fatalidad (pues los griegos creían en la predestinación, y esta inevitabilidad del destino convertía en infructosos los intentos de los personajes por evitarlo, lo cual, refuerza más lo trágico del asunto). Aquí encarnada en las inviolables, para Gruenwald, leyes del género. Esencialmente la de que su deber es ayudar a la humanidad a mejorar, no dirigirla o tutelarla. Es decir, lo que en términos políticos podríamos denominar no intervencionismo (lo cual es parte fundamental de la ideología política de EE.UU.).
Esta decisión ya desata las primeras dudas morales y la primera ruptura del ES, pues alguno de sus miembros no la ve éticamente bien y se marcha. Con ello, se planta la semilla de la tragedia pues, lo que escribió Gruenwald fue una auténtica tragedia clásica (salvando las distancias por supuesto). En ES, como en estas tragedias, los personajes protagonistas se enfrentan a un grave conflicto provocado por la alteración del orden (EE.UU. sumido en el caos), se mueven inevitablemente hacia un desenlace fatal (muerte o locura) por su orgullo (tienen la arrogancia de creer que sólo ellos tienen la solución), son excepcionales (recordad que hablamos de superhéroes), poseen un profundo sentido ético (estan concebidos como referentes morales y el meollo de la serie es una cuestión moral) y les caracteriza una gran pasión (Gruenwald retrató a sus pjs en esta obra como superhéroes inusualmente, para entonces, pasionales y carnales). También, como la mayoría de los personajes de la tragedia griega, son reyes o tiranos (son miembros de un gobierno no democrático que, muchas veces a lo largo de la maxiserie, ejecutan sus decisiones utilizando la fuerza) cuyos defectos y soberbia les llevan irremisiblemente hacia la fatalidad (pues los griegos creían en la predestinación, y esta inevitabilidad del destino convertía en infructosos los intentos de los personajes por evitarlo, lo cual, refuerza más lo trágico del asunto). Aquí encarnada en las inviolables, para Gruenwald, leyes del género. Esencialmente la de que su deber es ayudar a la humanidad a mejorar, no dirigirla o tutelarla. Es decir, lo que en términos políticos podríamos denominar no intervencionismo (lo cual es parte fundamental de la ideología política de EE.UU.).
La GRAN aportación de J. Buscema al "Escuadrón Supremo"
Así pues, con el esquema propio de una tragedia griega, Gruenwald teje una historia admirable y muy interesante, con muchos más elementos de Ciencia Ficción (plantea, como "Watchmen", una ucronía) y de Filosofía (el cómic, en cierto modo, pertenece al género de las utopías y por eso, el programa político del ES se llama Utopía) de lo habitual en el género, cuya tensión va subiendo de episodio en episodio, conforme el lector va sospechando que va a terminar muy mal la cosa. Esto es lo que engancha, el ver como los protagonistas tropiezan consigo mismos, con sus decisiones moralmente dudosas cuando no reprobables (en este caso la principal es la modificación conductual al más puro estilo "La Naranja Mecánica", cuyo ejemplo paradigmático es el "cortocircuito" que le provoca a Simio X), que lejos de solucionar el conflicto (para eso se tomaron), lo avivan. También estan presentes las mentiras y las traiciones. No podían faltar en una tragedia. El ES manipula, de forma científica, pues son pjs de una tragedia de CF. Esta manipulación no es un lavado de cerebro, sino un cambio conductual. Los pjs que lo sufren son conscientes de su cambio impuesto y pueden pensar en acciones que vayan en su contra, pero no puede llevarlas a cabo, ni tampoco sentirse mal por la manipulación. Por otro lado, sus enemigos engañan para derribarles, incluso cuando no lo pretenden, pues la incapacidad para eludir la "programación" (paradójicamente efectuada para poder confiar en ellos) a veces toma la forma de una mentira. Siendo esto, la prueba de lo reprobable de la modificación de conducta, aunque sea para crear buenas personas, puesto que las hace menos personas al robarles su libre albedrío y, por tanto, su capacidad para elegir entre el Bien y el Mal. De este modo, el exceso de confianza y la utilización de métodos reprobables ayudan a catalizar la tragedia. Que hay que tomársela como un castigo "divino" ineludible pues, en un enfrentamiento entre traidores y manipuladores, nadie ha sido bueno para escapar de ella.
Otro punto fuerte de la obra es la caracterización de los personajes. Aunque Gruenwald no hace retratos a nivel shakespiriano, si que hizo a los pjs un poco más profundos de lo que eran y de lo habitual para entonces (siendo este otro punto común con las otras 2 obras de 1986), llevando un poco más allá los elementos clásicos del género para ello. De este modo los humanizó dotándolos de talones de Aquiles para que, la tragedia que les tenía preparada, encontrase acomodo y fuese más sentida. En este retrato hay 2 elementos que homogenizan a casi todos los personajes principales. El primero es el Amor. Gruenwald, retrata a sus personajes principales como seres amorosamente pasionales. Algunos de ellos tienen familias (cónyuge e hijos), que a diferencia de lo habitual, son más importantes que su faceta superheroica, lo que determina su papel en la obra. Otros, desarrollan una relación que es utilizada por el autor para magnificar y precipitar la tragedia. Los que no se incluyen en los grupos anteriores, desarrollan un amor trágico que les lleva, como a los otros, a su fatal fin (el amor paternal de Nuke o el amor imposible de Simio X por Thumb por ejemplo). El otro factor son las dudas. Los personajes principales durante toda la obra tienen dudas, siendo esta incapacidad para resolverlas, uno de los precipitantes de la tragedia. Así, gracias a la profundidad que les es dotada por el autor, (casi) todos evolucionan, de tal forma que antes del final, son diferentes a como eran al principio. Siendo el último acto, el que consagra y saca a la luz el cambio (metáfora de esto, es el desenmascaramiento de los infiltrados al principio de ese "acto"). Así pues, las pasiones y los dilemas éticos son los que hacen germinar la tragedia.
La historia parte de una situación considerada como trágica por los personajes, pero que realmenente no es tal, pues es su descandenante. Parte de la convicción de que han fallado como superhéroes. El mundo se ha venido abajo a pesar de sus poderes y de haber dedicado su vida a hacer el bien (en este punto resulta relevante el caso de Zarda (WW), que siente que no ha hecho nada por extender un mensaje de paz universal). Así pues, al ver su fracaso, hacen un análisis del por qué de este, lo que les lleva a la conclusión de que ha sido por su falta de compromiso. Es decir, porque sólo actuaban superficialmente, nunca en las causas que generaban y perpetuaban injusticias. Así que, como suele pasar, deciden compensar carencias con sobredosis, por lo que pasan de perpetuar el sistema, a subvertirlo (aunque con un fin altruista que justifique los medios: "abolir la guerra y el crimen, eliminar la pobreza y el hambre, establecer la igualdad entre todos, curar la enfermedad y curar hasta la misma muerte"), con lo que se rompe una de las reglas del género (he aquí la revolución precursora de esta obra), que es lo que desata la tragedia (y asemeja a ES a un relato mitólogico o tradicional, cuyo leitmotiv siempre es la justificación del orden social). Así por ejemplo, Hiperión (Superman) va contra su naturaleza (mis padres "me enseñaron que no debía abusar de mis poderes para cambiar el rumbo de la humanidad") y por eso se queda ciego (la ceguera es un típico castigo divino) o la muerte del bien intencionado Halcón Nocturno, pues al utilizar los mismos métodos que sus enemigos (por una carambola del destino imposible de evitar pues estamos en una tragedia), no puede evitar el "castigo". El problema ocurre por el dilema del superhéroe pues, concebido (no todos) como un héroe total o universal (no como los mitológicos y legendarios, por eso no son super), si puede "salvar las vidas que se perderían con las guerras, el crimen, el hambre o la enfermedad" y no lo intenta, no es tal. Un dilema que apareció en los 80, por evolución del género, todavía sin solución (por eso tenemos la crisis actual del superhéroe), puesto que la idea que concibió a los superhéroes surgió antes de la globalización, cuando el mundo empezaba y terminaba en EE.UU. Por tanto, obligados por su ética "profesional", deciden tomar el poder, lo que contraria el orden cósmico provocando la tragedia. Pues aunque superhéroes, no dejan de ser mortales sometidos a poderes superiores. Es aquí donde está la enseñanza moral y la reflexión sobre el poder y el gobierno de la obra, ya que esta concluye que el poder siempre tiene que ser atemperado. Pues aunque logre el Bien y aunque sus detentadores no se corrompan (este aspecto pasa desapercibido en la obra, pues Gruenwald, al tener una concepción clásica del superhéroe, no concibe que pueda ser corrupto o tentado), siempre tiene consecuencias nefastas. Ya que los gobernados, al no haberlo conseguido por si mismos, son incapaces tanto, de apreciarlo, pues nunca dejaran de considerarlo como algo impuesto, como de interiorizarlo, por lo tanto no pueden perpetuarlo, de ahí la obligatoriedad del no intervencionismo para los superhéroes.
FIGHT!
Así, la utilización magistral por Gruenwald de todos estos elementos y su ambición fue lo que hizo potencialmente grande este cómic. Faltaba la apoteósica coronación que precisa toda gran obra para poder serlo. El autor dio con ella en uno los finales más tensos y emocionantes que se pueden leer en el género. Donde ocurre una de las mejores peleas de superhéroes de todos los tiempos, rebosante de épica y tragedia. Es (desgraciadamente) poco espectacular dibujísticamente, pero Gruenwald la pensó, la preparó y la contó brillantemente. Así, consiguió el final catárquico que toda tragedia clásica precisa y con ello logró el Olimpo para su obra, pues resuelve muy bien todos los caminos que hizo tomar a sus pjs, dando a cada uno el final que merecen, como debe ser, y una experiencia catárquica, como debe ser, que les devolviese la humildad, y con ello, conjura las fuerzas que alteraron el orden cósmico.
Así queda una obra interesantísima, precursora del hoy, ambiciosa, compleja, entretenídisima, bien desarrollada, ágil, dinámica (constantemente ocurren cosas y cambios, por ejemplo, la formación del ES cambia varias veces a lo largo de la maxiserie), emocionantísima y armónica. De tal modo que consigue superar su modesta calidad artística para convertirse en una obra maestra imprescindible para todos los aficionados a los superhéroes. Una obra que se sale de lo habitual y ofrece unos paisajes que, como "Watchmen", B:DK y otras POM, sólo se pueden admirar en sus páginas.
Así queda una obra interesantísima, precursora del hoy, ambiciosa, compleja, entretenídisima, bien desarrollada, ágil, dinámica (constantemente ocurren cosas y cambios, por ejemplo, la formación del ES cambia varias veces a lo largo de la maxiserie), emocionantísima y armónica. De tal modo que consigue superar su modesta calidad artística para convertirse en una obra maestra imprescindible para todos los aficionados a los superhéroes. Una obra que se sale de lo habitual y ofrece unos paisajes que, como "Watchmen", B:DK y otras POM, sólo se pueden admirar en sus páginas.
Comentarios
En que estaria pensando Buscema al dibujar esta viñeta? Por que ese punto de vista? No se dio cuenta que se le fue la mano con el CULO? Por que esa composicion que remite constantemente a ese CULO? Estaba pasando por problemas conyugales? Es que, es que te sigue con la mirada!
Futuros comentaristas, despues del tocho que me he marcado espero que no solo hableis del culo de Zarda :P
La verdad es que la jugada de Hyperion a Halcón Nocturno en el discurso de toma de posesión fue muy traicionero: el Gobierno se equivocó y nosotros tenemos la razón y nos olvidamos de mente maestra. Lo más importante es que, si la memoria no me falla, es que HN renuncia a la presidencia y el nuevo decide dar el poder al ES durante un año. Por eso no me quedaba claro lo de golpe de Estado.
Algunos planes eran interesantes pero el control mental fue cruzar la línea y asustaba ver como estaban de acuerdo sin dudas, solo Anfibio estaba en contra.
La novela gráfica A death of a universe trata las consencuencias de la maxiserie y es muy buena porque los personajes han evolucionado y se han dado cuenta que sus ideas eran buenas pero sus acciones no. A la vuelta llegan al UM de toda la vida y aparcan en Quasar del mismo Gruenwald y al final vuelven a su tierra.
El especial ES Nuevo Orden Mundial pese a no ser escrito por Gruenwald mantiene su espíritu y legado y es un cómic bastante digno y demuestra como la gente puede utilizar las herramientas para hacer dictadura. El final te emociona: La casa está por fin unida.
La novela gráfica y el especial están recopilados en EE.UU en el TPB SQUADRON SUPREME: A DEATH OF UNIVERSE que recopila estos dos y las apariciones en el Vengadores de Busiek. Aconsejo su compra o pedirlo muchas veces a Panini a ver si lo saca además de la maxiserie en Best of Marvel u otro formato.
Pero seguramente no lo hará porque saben que es mejor que Supremae power BWAHAHAHAHA.
Es que cuando veo un culo se me olvida todo XD
Un análisis muy currado, excelsior!
Yo la primera vez que la leí tampoco me di cuenta, pero al leerla por segunda vez, al saber un poco de que iba se me fue revelando todos los detalles y la estructura que planteó Gruenwald.
Estaría bien que Panini editase todo el material del ES que no es mucho y si quitamos el que sale en los vengatas que se ha publicado al menos 2 o 3 veces, pues todavía menos. A mi me gustaría ver lo de los Defensores, lo de Quasar y la novela gráfica y algo más si queda. Lo demás lo tengo todo, por lo que espero que Panini no repita la edición de Marvel, porque no sé si la pillaría sólo por la novela gráfica.
Opino que el quid de la cuestión está en que Watchmen y DK están consideradas por todo el mundo como obras para adultos, tanto por tono como por temática. En cambio ES es claramente para adultos por temática pero no por su tono,y es que parece que Gruenwald esté escribiendo un comic de esa época de los Vengadores. Puede que Marvel no le diera libertad absoluta, puede que no le llegara el talento,o quizá él mismo se autolimitó y no se atrevió a dar el paso que sí dieron Moore y Miller porque pensó que sería un fracaso supremo :P. El caso es que a pesar de la calidad de esta obra, una sola viñeta de Moore en Watchmen tiene más dramatismo que toda esta miniserie
Por otro lado creo que si la obra hubiera contado con un solo dibujante (y si hubiera sido además una estrella) hoy en día sería más valorada, por otro lado creo que Gruenwald no es tan (usando un simil futbolistico) mediatico como Moore y Miler, Gruenwald siempre ha sido un autor de corte clásico (en plan Busiek o Johns) que en ES se marco una genialdad, si ES lo hubieran escrito (con el mismo guion y diálogos) Moore y Miller también creo que sería más valorado, pero aun así creo que es una de las cumbres de Marvel y eso es mucho decir.
La obra merecía más que ser dibujada por unos simples artesanos. La pelea final es paradójica, esta ocurriendo cosas emocionantísimas, pero el dibujo te deja frío.
Gracias.
¿Qué tipo de control sobre la sociedad poseen los supertipos en Watchmen? Ninguno, en realidad, son ellos los manipulados. El relojero azul es un arma gubernamental que permanece en una especie de area recreativa científica sedado por su propia conciencia torrencial. Y el resto (los más patéticos a ojos del Comediante, sicario estatal por propia... ¿voluntad?) fueron útiles durante los años en que sirvieron como figuras ejemplarizantes, sueños de desobediencia sublimados y fantasias tranquilizadoras, a disposición de la población más sumisa.
Al contrario que en El Escuadrón Supremo de Gruendwald, en Watchmen el responsable del intento de control social es un sólo hombre (un solo individuo) y no varios individuos constituidos en un pequeño grupo social. Y esta es una diferencia crucial en el fracaso de las manipulaciones del perverso Veidt -¿esto será un spoiler?- porque no es el individuo quien actua sobre el medio sino el grupo social; de manera que la manipulación de un único individuo, a pesar de toda su complejidad y sus valores artísticos, tan solo puede desviar momentaneamente la memorización programada del medio que ha formado el conjunto de la sociedad a lo largo de su evolución. Además, Veidt actua desde las sombras, pues como un malvado de opereta se cree capaz de operar desde fuera del sistema. Aunque como le hará notar el relojero todas sus maquinaciones no afectan a la motivación fundamental que funda el grupo humano sino que alteran las variaciones de sus factores sin modificar realmente su finalidad: la dominación (¡pobres extraterrestres, si el grupo humano dominante no da con la dimensión de la que salieron tendrá que recrearlos como ha hecho Veidt para seguir manteniendo el control!).
Pues justo todo lo contrario sucede en El Escuadrón Supremo: un grupo de superseres con conciencia humana que deciden desde los propios medios de control social propios de la estructura humana se muestran incapaces de recrear una nueva Atlantida. ¡Pero también esto es distinto a Miracleman!
El Escuadrón Supremo utiliza un órgano de control propio de la estructura humana (gobierno político) para intentar modificar el conjunto de relaciones entre los individuos humanos: guerras, pobreza y desigualdad social. En resumen, todas esas cosillas por las que se supone que nuestro mundo funciona mal pero que, en realidad, no son más que meros índices de su correcto funcionamineto para el provecho de una minoría de selectos cabrones inconscientes de la falta de libertad de sus propias decisiones (ricos, burgueses o cualquier otra denominación que hayan tomado); puesto que los superseres (no conocemos las intenciones del autor del tebeo) no pueden plantearse la compleja organización subyacente tras la finalidad del grupo social en el que permanecen inmersos. No, tampoco ellos, al igual que Veidt, son dioses.
Solo en Miracleman se nos ofrece respuesta al problema planteado en Watchmen y El Escuadrón Supremo (Miller no plantea nada en DK, él solo escupe, eso sí, un hermosísimo esgarro), pues Miracleman y sus compañeros sí son auténticos dioses. Y la solución es tan sencilla como despiadada, regurgitando:
Viendo los dioses con su mirada zoológica, pues así es como ven a los hombres desde lo alto de sus moradas celestiales, que los seres humanos forman parte del medio que habitan, es decir, que no estan separados de su medio, se dieron cuenta que para transformar todo el conjunto de sus relaciones, toda esa vieja estructura social que se demostraba incapaz de mantener viva a la especie humana por mucho más tiempo, debian también transformar al hombre. Y así obraron.
Por esto pienso que el Superman de GruenWald se queda ciego, por la natural incapacidad del ser humano para apreciar toda la complejidad de su estructura social. Por pretender solucionar un problema que nace sobre las bases de esta estructura, el indviduo, pero que aparentemente solo apreciamos a partir de un nivel superior de nuestra organización humana señalandolos como económicos, políticos o medioambientales, mediante grandes soluciones.
¿Me gusta este tebeo? Sí, y me agrada comprobar que alguien se indigna ante el desprecio de las editoriales por este pasado. ¡Exijamos justicia, miremos por los títulos olvidados, las publicaciones del pasado que deberian volver a ver una edición popular! ¡Abajo el eterno retorno del Watchmen en conterachapado granate y oro!
Yo tengo la desgracia de no haber leído Miracleman, así que poco puedo decir.
Me ha encantado tu análisis socilógico sobre todo, por lo bien expuesto que esta en pocas líneas. Dudo que Gruenwald plantease algo así (aunque era economista (creo), así que igual no vas tan desencaminado).
La obra es buenista, en el sentido en que la resistencia a los planes del ES es anecdótica. Parece que para Gruenwald, si a la humanidad le ofrecen un milagro, se quedaría expectante (dejaría a los dioses obrar, serían pasivos como buenos cristianos), ni siquiera los perjudicados por este milagro (en este caso los poderosos) se resistirían (cosa que no ocurre en Authority por ejemplo). En ese sentido hace una historia sesgada, sólo le importan los superhéores. No dedica apenas tiempo a mostrarnos como la gente se esta tomando el cambio. En suma, parece que para Gruenwald, el individuo no es imperfecto y por eso la superestructura mundial puede llegar al funcionamiento óptimo en términos humanísticos. De hecho se consigue, sólo se fracasa por haberlo hecho arteramente. El fracaso viene por la manera defectuosa de conseguir esa meta, no porque esta sea inalcanzable.
En el cómic Hiperión se queda ciego por la utilización abusiva de su poder. El castigo de la ceguera (que como bien sabes, Ismael, solía ser por haber visto algo que estaba prohibido) es de este modo, el comienzo del castigo general. No creo que Gruenwald pensase en la ceguera como muestra de la incapacidad del ES para solucionarlo todo, sino en el típico castigo a la hybris, al exceso y al orgullo (quizás por querer usurpar el papel de los dioses? Hay que tener en cuenta que el agente de la caída es un superhéroe sin poderes, un humano normal). De todas formas, tu interpretación a la luz de los tiempos modernos (ya sabes que todo se reinterpreta constántemente) la veo totalmente válida, enriquecedora y un pasito más para la comprensión de esta obra.
En fin, gracias por los comentarios, que me han hecho ver que en el ES todavía hay mucho por analizar (qué no abrá en Watchmen!?), como por ejemplo la influencia de los valores ilustrados y calvinistas de los EE.UU. en la concepción de la historia.
"Abajo el eterno retorno del Watchmen" Ja,ja,ja. Genial como siempre. Qué eres un ateo o un nuevo profeta?
La verdad es que es la pescadilla que se muerde la cola. El pasado esta olvidado, por eso no se publica, y como no se publica, no puede ser recordado.
Por cierto, con todo esto acabo de caer que el primer argumento de la JLA de Morrison es una historia que toca los mismos temas (aunque mucho menos profundamente), la has leído Ismael?
Todo sirve, pero yo me quedo con los ojos blancos del maestro del 'pequeño saltamontes' porque me recuerdan esto:
"Si el ojo tuviera en si algún color cuando percibe no percibiria ni el color que hubiese en él ni el que no tuviese. Pero como no hay en él ningún color cuando mira puede apreciar todos los colores." (Eckart rebota en un surco de mi memoria meada, probablemente, El libro del consuelo Divino.) Y esta es la diferencia entre los superhombres del Escuadrón y los de Miracleman, los primeros aunque todopoderosos poseen conciencia humana, no son dioses.
Un minispoiler para ponerte los dientes largos:
¡Miracleman hace llorar a Margaret. Thacher!