Regresamos con el manga, que lo tengo un poco olvidado. Lo hago con "Asa, el ejecutor" nº 3 y 4, K. Koike y G. Kojima, Planeta de Agostini 2006. Los últimos números de esta cole que he leído (y comprado). No he hecho un post por número, ya que me di cuenta leyendo el tercero, que ya había escrito todo lo que me inspiraba esta serie en los post dedicados a los 2 primeros tomos. Lo que ha pasado es que el cuarto tomo me ha impresionado. Me ha parecido tan estupendo, que me ha entusiasmado lo suficiente como para dedicar otro post a esta serie.
En el tercer tomo hay 3 historias cortas/golpes de catana. Una sobre los extremos delirantes (y patéticos) a los que se puede llegar por culpa de los privilegios y el orden estamental de la sociedad del período Edo, otra sobre los efectos perniciosos que tuvo en la sociedad la política de estancamiento impuesta por los Tokugawa y una última protagonizada por un Asa convertido en un sensei al más puro estilo sr. Miyagui. El cuarto contiene una historia/golpe de catana donde se critica el estancamiento impuesto desde arriba a la sociedad japonesa del período Edo (cuya penúltima frase da título al post) debido a las penalidades que infligió a muchos japoneses, otra protagonizada por una mujer adicta a la sangre y a la muerte, otra, breve y cuasipoética, que relata la ejecución de una geisha y otra sobre un motín carcelario debido a la masificación de las cárceles provocada por una política de ahorro estatal, que es la última.
Los guiones de Koike son siempre (hasta ahora) humanistas y críticos, no estan pensados para entretener, sino para conmover y hacer pensar al lector, pero participan de ese melodrama exacerbado y demás constantes propias de la ficción nipona. También estan muy bien documentados. Al ser historias cortas, no es una obra preocupada por crear y desarrollar pjs, sino por presentar el fresco más completo posible de las injusticias del período Edo (un período representado casi siempre románticamente, al menos en el manga y el anime que aquí nos llega) y sus aspectos más truculentos. Así pues, sólo hay un pj (Asaemon) en la obra, pero que tampoco evoluciona (o tan lento, que es imperceptible). Un tipo muy japonés en el sentido de que se esfuerza continuamente y hace cualquier sacrificio para ser el mejor en lo suyo. Un tipo que se esfuerza en permanecer impávido en todas las situaciones en las que se mete, pues por dentro es un tipo compasivo, presto a ayudar (sin ir en contra de las costumbres sociales, porque, como japonés, es un tipo muy decoroso) y buscar la Justicia (la Natural, no la de los hombres). Así pues, es un pj que realmente se preocupa de lo que hace. No es un verdugo al que no le importan las víctimas, perdonen mi europeísmo políticamente correcto quise decir, los condenados o un tipo al que le guste matar. No. Es un pj trágico, pues el desearía no ser verdugo. Pero su resignación nipona le hace asumir el destino que le ha tocado (su profesión es hereditaria). Su único acto de rebeldía es el no tener hijos, para que estos no tengan que heredar la profesión y el sufrimiento de su padre. Un pj pues, aparentemente unidimensional y perfecto, pero que en verdad esta sometido a una continua tormenta interior, un poco incomprensible para el occidental, ya que su concepción del héroe es un poco distinta.
Kojima, el dibujante, para mi es la verdadera estrella de esta serie de 10. Un mangaka que bebe de la pintura tradicional japonesa y no de Tezuka. Su dibujo es tosco y hosco y su entintamiento es agresivo y expresionista, lo que dota a este manga de un aspecto duro y potente que encaja muy bien con los guiones. Pero donde más destaca es en la narración, donde es un auténtico genio. Es una narración muy cinematográfica, que aprovecha al máximo las facilidades que da el manga al autor (no hay un número limitado de páginas para contar una historia), para que utilice todas las viñetas que le vengan en gana para narrar un suceso. Así, Kojime, nos ofrece (ayudado por un guión ágil, que muchas veces enmudece para dejar que el lector experimente la magia de Kojime sin distracciones) un manga de lectura fluida, rápida y variada. La verdad es que, es sorprendente la fuerza y el movimiento que sabe imprimir a sus dibujos, conseguida con la sabia utilización de los encuadres y la cantidad de recursos cinematográficos de todo tipo que emplea para narrar. No extraña que en esta faceta sea absolutamente genial hasta el extremo de que, muchas veces, parece que los dibujos se mueven. Impresionante, sobre todo en el tomo 4, el mejor de los que llevo leídos.
La edición austera, correcta y barata. Con un CIPOTE de 0.7 (320 páginas por 9.95, 1 euro cada 32 páginas) y como suele ser habitual en las ediciones de este estilo, con un problema, sus portadas son blancas. Así que se ensucian enseguida y con cualquier cosa (principalmente con el color de las cubiertas del cómic que le precede y/o antecede en la estantería). Para mi tiene otro problema, pero este es más personal, no hay información sobre la obra. Prácticamente todo manga (y más si es histórico) debería contar con una introducción que explique un poco la civilización nipona, porque así, a palo seco, hay muchos detalles que nos perdemos y que no son prescindibles. Es como las onomatopeyas, que no se traducen. Vale que es muy difícil traducirlas sin alterar el original y que la escritura japonesa es muy estética, pero también dan información. Muchas veces narra lo que esta pasando y que el dibujante no nos esta mostrando (por ejemplo, alguien llora dentro de una habitación de la que el dibujante solo nos muestra su puerta cerrada) o que dan ambiente (el susurro de las hojas mecidas por el viento o el trinar de los pájaros). Las onomatopeyas deberían traducirse (cuando yo era joven se hacía, vale que las editoriales españolas no, que era cosa de las estadounidenses, francesas o italianas de quienes se tomaba (la censura y) los materiales). Deberían tener el famoso asterisco, siempre y cuando la composición de la página (haya márgenes) lo permita.
En fin, una obra muy interesante y enriquecedora, en la que destacan la crudeza y el melodrama de las historias y, sobre todo, el arte narrativo excepcional y conmovedor de Kojime. Las dos primeras historias del tomo 4 son tremendamente impactantes. En especial el final de la primera ("Cortando Mochi"), cuyas 3 últimas páginas, 17 viñetas, 3 bocadillos y 6 palabras, son una culminación brillantísima e inmejorable, producto de una maestría absoluta y una compenetración entre los autores, perfecta. Es imposible para el lector no ovacionarles (yo lo hice, pero estaba solo).
Comentarios
Es un asunto muy diferente al que nos desvelo Zicmu con la edición parcheada de Glenat. ¡Además las onomatopeyas son artísticas!
Pero tienes razón en la dificultad para interpretar algunas de las onomatopeyas; creo que en un Nausicaa hay una que no se sabe si es un sonido ambiente o un pedo de oruga.
Nota informativa: para hacer efectiva esta promoción deberá poner a disposición de Ismael, bloguero sin medios, todos sus tebeos.
¡Apresurate ciudadano, la Luna y todas sus mujeres desnudas te esperan para hacer realidad todos tus deseos!
Creo que sólo tengo estos 4 tomos, a ver si me pongo al día.
Sobre las portadas corre el rumor de que las hice yo con el word, y puede que sea cierto XD
¡Solo el UTCONido PeRro recuerda los tiempos Forum! ¿Con qué clase de loto se anestesia los hipocampos de los blogueros para que olviden tantas publicaciones forum como el Miracleman grapado y con articulillos en letra chica?
Tienes razón, esto es personal... pero que muy personal:
-¡Maruja, niños, sacad las escopetas que vamos de visita a otro Planeta!
en cuanto a la obra me parece fantastico que ponga de relieve la parte mas sordida y miserable del japon del shogunato, del que siempre hay una imagen de rectitud un tanto exagerada. esto tambien se ve muy bien en el lobo solitario.
el personaje de asa me parece genial. es como una isla de rectitud, si acaso el ultimo reducto de honor, en medio de un mar de decadencia. pero lo mejor es que en vez de vanagloriarse de ello, intenta comprender el porque de tal situacion y encima intenta hacer que el paso a la otra vida de los condenados sea lo mas apacible posible, precisamente porque los comprende.
otro puntazo es la cantidad de investigacion que hay detras de cada historia. atuendos, costumbres, rituales, lugares, arquitectura, profesiones.... casi que no hacen falta los articulos, despues de todo. de hecho, muchos datos de la vida diaria de esa epoca vienen dados dentro de la obra. eso no pasa, por ejemplo en usagi yojimbo, que tambien tiene un monton de investigacion a sus espaldas, pero que no es compartida muchas veces con el lector.
Si tienes razón que mucha información ya te da la obra, pero por ejemplo no vendría de más una explicación sobre el budismo (religión que profesa Asa), un poco de la historia del Japón del siglo XVII y cosas como eso de pisar huevos, que me ha extrañado mucho, porqué se mata así? Es una cosa japonesa? Porque esa especie de castración? Yo creo que ahí hay un simbolismo raro.
¡Morglum abre un blog ya!
El código del samuria, de Inazo Nítobe (Obelisco).
El libro de los cinco anillos, de Miyamoto Musashi (Obelisco).
Ronin. La vía del guerrero errante, Carmelo Ríos (Obelisco).
El dedo y la luna, Jodorowsky.
¡Con estas dos entradas ya hemos trabajado más que los de Planeta, Lord_Pengallam!
(Jujuju... Morbosidad: ¿y si alguien abriera un blog con articulillos sobre libros y otras noticias de cursos y centros de enseñanza para potenciar las lecturas de las obras con historias de samurais? ¿Se enfadarian en el Planeta al comprobar que alguien tiene más interes que ellos por sus publicaciones?)
ismael, no eres el primero que me dice lo del blog, pero es lo de siempre, la falta de tiempo libre. si los dias tuvieran 48 horas lo mismo me lo pensaba.