Las portadas de este cómic me impactaron en mi tierna tardoadolescencia. Debió de ser así, porque me acuerdo perfectamente de ellas en cambio, el cómic, no me interesó en su momento y vivía ignorando todo de él, hasta que llegó Ismael y le dedicó un post. Yo lo leí (que es lo que suelo hacer con sus post) y quedé intrigado porque no me enteré de nada de lo que decía en él. La convicción de que si Ismael dice que el río suena, es porque algo lleva y la intuición de que Ismael decía que este cómic resolvía el dilema dicotómico del superhéroe me dejaron interesado en leerlo. Así que cuando después vi este cómic en una tienda, me di cuenta de que el destino me había alcanzado de nuevo, así que como cualquier pj trágico me vi obligado a comprarlo (y una vez leído sigo sin pillar el post de Ismael).
El cómic en cuestión, es un thriller político en la línea de "Elektra assasssin". Es decir mezcla el tema del espionaje, de la política y de los superhéroes. En este caso, todo se desenvuelve en un mundo que se diferencia del nuestro en que la 2º GM terminó en 1941 con el asesinato de Hitler y porque, este mundo, se dedicó descubrir una fórmula para crear superhombres, cosa que consiguió. El cómic se ambienta en los principios de los 90 de ese mundo, donde hay un montón de superhombres, algunos de los cuales conspiran para dominar el mundo. Tal conspiración daña colateralmente al prota, Riley, por lo que parte en busca de venganza.
Hudnall se monta una historia entretenida y original, con detalles interesantes, de ritmo ágil y siempre hacia delante, pues nunca se detiene a dar detalles. Donde todo ocurre como debe ocurrir sin detenerse en pensar si es coherente o lógico y donde sólo se nos cuenta lo que se nos ha de contar utilizando para ello las elipsis. Lo que deja una historia que le cuesta arrancar y de final atropellado. Todo ello con un guión contundente y lacónico, que relata una transformación personal y como un mundo se salva a costa de la monstruación de una persona.
Brereton pinta no dibuja. Maneja los pinceles con soltura y tiene mucho talento para el color y la luz. Al utilizar una técnica impresionista, no se preocupa por hacer un dibujo academicamente perfecto como Ross. Así que tenemos un estilo suelto, con cierta influencia de Sienkiewicz, que se ve expecialmente en que las viñetas no reciben la misma atención. Hay algunas más trabajadas que otras, más realistas que otras o más bastas que otras, pero siempre insuficientemente expresivas. No sé hasta que punto hay una sinergia entre Hudnall y Brereton, pero la narrativa de este cómic es muy manga, en el sentido de que se lee muy rápido. Prácticamente todas las viñetas presentan un solo bocadillo con apenas un puñado de palabras, lo cual hace que uno se abanique con el cómic mientras lo lee. Cosa que favorece la torpe habilidad narrativa de Brereton, aunque deja la sensación de que la historia no precisaba tantas páginas. Torpe, al estar sometida a la documentación gráfica y a lo que le apetece dibujar ese día (que apetece una splash page, pues hago una aunque no venga a cuento) y monótona, al preferir los planos cortos y el enfoque frontal y repetir machaconamente, a lo largo de los 3 números que componen esta obra, la estructura de 5 o 6 viñetas por página divididas en 2 filas. Así que le favorece que el lector no se detenga en las páginas. Lo que más destaca del trabajo de Brereton es la utilización profusa de colores cálidos y chillones (algunas veces dañinos para el ojo humano) y el dibujar a los superhombres como monstruos con trajes extravagantemente punkies. Esta opción por el esperpento, por el colorido y la moda hawaiana, no me ha parecido muy oportuna para un thriller político, o sea, no puedes espiar vestido de rosa chillón o pasar despapercibido si no sabes combinar los colores y además eres verde. Así que no me parece que Brereton se adecue al guión de Hudnall.
Así pues, "The Psycho" queda como un cómic más interesante que el resultado conseguido por los autores. Todo lo que adorna el argumento (el mundo alternativo, la droga que te convierte en superhombre, lo innecesario de las identidades secretas) esta bien y merece un desarrollo, pero la historia principal tontorrona, la resolución rápida de toda la trama y un arte poco adecuado a la historia, hacen de este cómic, en mi opinión, una obra fallida.
Por cierto; por lo visto va a ver peli.
Si que estan desesperados y sin ideas en Hollywood.
Comentarios
De todas formas, todas las tías tienen el mismo rostro.
¡joder, contextualiza esa frase que ha quedado un poco psicopática..!
;-)
Todas las que dibuja Brereton, TODAS LAS QUE DIBUJA BRERETON.
Jeje, también recuerdo un reportaje sobre el autor en Comic Scene.
Los ALDs no son espías sino que actuan a un tiempo como agentes asesinos y armas de disuasión. Esta es la representación de la Guerra fría entre la Unión soviética y los USA, nuestro mundo. Si Hudnall se quedase aquí, probablemente, estaríamos ante otro remedo del Wathcmen (así lo pintaban en las reseñas editoriales de Zinco, thriller político en una lucha por la posesión de armas vivientes contra la que yo me revuelvo) en el que los ALDs no serían más que bombas atómicas. Otro elemento importante, pues la bomba atómica que en nuestro mundo 'acabó' con la II Guerra mundial en el tebeo no fue creada hasta mucho después por el gobierno soviético; lo que preocupaba enormemente al presidente de los USA, el primero en transformarse en ALD tras serle suministrada la fórmula XDL y quien, además, dio muerte a Hitler con sus propias manos dando fin así a la II Guerra mundial del tebeo. Aquí acaban los paralelismos más notables con la esfera política real (nuestro mundo).
Después de tanto tiempo no lo recordarás, pero la intención de mi entrada era tratar de demostrar que The Psycho no le debía nada a Watchmen y que no era, ni mucho menos, un thriller político aunque se desarrollara en ese ambiente. De hecho, yo sigo creyendo que la razón fundamental de recurrir al espionaje no es más que un recurso para la utilización de la figura del agente doble.
Agente doble en contraposición a Jack Riley, simple agente:
"Los hombres sin poderes como Riley ya no sirven como espías, son los mutados con habilidades y aspectos extraordinarios los que, precisamente por poseer una máscara, mejor pueden actuar como agentes dobles. El culto al enemigo, como cantaba Valle-Inclán, es la divisa característica del mundo del espionaje donde el hacer ver y el no hacer ver son una inversión de lo más apropiada. Y siendo así no es de extrañar que alguien normal como Jake Riley, que no mide tres metros ni tiene la piel verde, en definitiva, que no puede ser otro sino el mismo Jake Riley, sea sospechoso de traición por todos los bandos."
Recuerda también que el argumento es que la mayoría de los ALDs estadounidenses son en realidad agentes dobles al servicio de Aldaria. Este es el motivo de la oposición Jack Riley espía y Jack Riley psycho, el paralelismo entre la normalidad y la anormalidad.
Al transformarse en Psycho tras adquirir el XDL en el mercado negro es advertido de que ese viaje no tendrá posibilidad de marcha atrás. Así, arriesgandose a morir, se somete al proceso de transformación que requiere del aislamiento y que provoca alucinaciones y paranoias. ¿Y que obtiene Riley?
Bien, esta historia es psicológica o, mejor que psicológica, término muy devaluado por el cine, ANÍMICA. Y como sabes mi preocupación es que todo cuanto leo me sea útil. Todo los tebeos que conservo me son preciados porque soy capaz de utilizarlos contra mí.
Creo que me ahorraré toda la palabrería habitual (si no lo consigo mira la entrada de mis cómics donde hablo con Fer sobre Daredevil y el niño Matt Murdock) si aprecias un momento la penúltima viñeta del tebeo en la que Riley completamente pasmado conduce y el Psycho sonríe. Ya sabemos cual de los dos vive y cual es una cáscara vacía, ¿no?
Pues justo ese es el logro que creo que Hudnall consiguió en este tebeo. La separación entre uno y otro es tan evidente que remarca la subjetividad fetichista del superhéroe, el potencial liberador de la mascara. ¿Por qué compramos un tebeo de Superman? ¿Clark Kente?
¿De verdad crees que la gente compra Spiderman porque se identifican con Peter Parker? Bueno, pues que prueben a quitarle el traje y los poderes.
[BANGH-BANGH-BANGH-BANGH-BANGH]
¡Jo, esto de apretar el gatillo da un gustito! Veras chico muerto, yo también creo que The Psycho es uno de esos cómics con mensaje. Pero muy distinto de los que suministran las películas jholyputianas.
¡Vivan las drogas! ¡Barra libre, invita el bueno de Hudnall! Este el mensaje:
ALDs = LSD
Transformación en psycho = alucinación, paranoia, LOCURA
LOCURA = fuera de sí, LIBERACIÓN
LIBERACIÓN = sueño y realidad son uno, realizar el sueño/soñar la realidad/etc. TOTALIDAD
¿Ves lo que has hecho? Me has obligado a decir el mensaje que yo veo en este tebeo, nada que ver con la política pero sí muy político. ¿Por qué se prohiben las drogas, por qué sólo pueden manejarlas unos pocos para el control de una mayoría? Sí, creo que el tebeo habla así.
En realidad, podemos convertir a Riley en un guerrero tullido de una tribu en guerra que recibe una iniciación mística que lo convierte en guerrero espiritual. Y sería la misma historia, nada tiene que ver con un remedo del Watchamen.
Vivo cerca de un pozo, ¿no lo sabías? Te secuestraré, te compraré un caniche y te tiraré al pozo que ya estoy adornando con espejuelos, para que puedas verme mientras bailo desnudo con los sesos sexuales ocultos entre mis muslos. Solo para tus ojos.
¡Quiero tu piel! ¡Quiero tu piel... ¡Devuelveme a mi perrito, hija de perra!
[Ya tengo una historia, mañana te cuento.]