Este mes hemos llegado al nº 12 en la colección grapil de Thor, aquí, en España. Así que ha llegado el momento de que la comente.
Lo 1º explicar el signo de interrogación del título. Esta puesto porque en España llevamos 12 nº, pero leímos el último de Straczinsky (el guionista regular de la serie) hace ya ni se sabe. Yo al menos no me acuerdo. Lo cual me parece muy mal. Otra tomadura de pelo de un autor al fandom consentida por una editorial incapaz de apretar las tuercas a sus empleados. Aunque también hay que preguntarse por qué pasa esto tan a menudo (más con los dibujantes).
A mi esto no me molestaría tanto si los comics firmados por Stra fuesen diferentes. El Thor de Stra no sólo es el cómic más leeento de todos los tiempos, sino que no es superheroico. En sus nº no ha pasado nada y la aventura, la acción, el combate contra el Mal y demás elementos consustanciales del género no han aparecido aún y casi que ya ni se les espera. A mi esto ya de por si me parece reprochable, pero encima, sabiendo (y habiéndolo experimentado en mis carnes) lo que hizo con su "Supreme Power", me parece insultante. O sea, quiero decir, que cuanto más tardes en contar una historia más probable es que la dejes colgada, así que déjate de monsergas y gaitas y dale ritmo, porque al final puede que con tanto mimo y esmero (innecesario por otra parte para un cómic pop) sólo te salga humo al dejar la historia inconclusa.
Aunque a mi parecer la resurrección de Thor y su mundo hecha por Stra, dentro de que es la misma idea que dio origen al vol. II (este es el vol. III), es fresca, original, inteligente e incluso audaz, pero no porque haya integrado magistralmente el concepto de Ragnarok (una historia cíclica) aprovechando lo ya apuntado por otros autores (en especial Avon Oemming) en el UM (un mundo "lineal") o porque haya explicado con sencillez y brevedad (que es tan bueno como malo en un medio donde la espectacularidad y la épica son una de sus características) el regreso de los dioses nórdico-marvelitas, sino porque ha plantado Asgard en Midgard para intentar limar la frontera que siempre ha separado a los dioses de los hombres (idea ya desarrollada por Jurgens en una injustamente ignorada reciente gran etapa). Pero el tema es que Stra ha decidido por su propia voluntad no dar juego a su fantástico entramado al escribir unos guiones sin pulso por lo que resultan vacíos e insulsos. Sólo redimen un poco a la cole esos momentos de humor, su originalidad respecto a lo que es tradicional en una cole de Thor, ese tono de que aquí se cuece algo muy gordo que en cualquier momento va a estallar y, por supuesto, O. Coipel.
O. Coipel me parece el mejor dibujante que tiene Marvel. Es un tipo muy creativo (aunque ha patinado con su diseño ni fu ni fa del nuevo Thor), muy buen dibujante y narrador y con un bello estilo mezcla de lo clásico y de lo moderno. Un dibujante que podría calificársele del A. Davis de ahora, aunque de momento no ha hecho nada grande. Su buen hacer y lo atractivo de su dibujo hacen que leer los guiones de Stra no sea tan desesperante y doloroso como fue leer los bendisdores dibujados por el torpe de Finch. Es realmente el que hace tragable la cole, y por eso haría bien en dejar a Stra rápidamente para encontrar un guionista que se lo tenga menos creído y que le de más cancha para así poder evolucionar y llegar a su máximo nivel, porque los escuálidos guiones de Stra son un freno para un dibujante de tanto talento.
Además del Thor de Stra hemos visto (si no me falla la memoria) una historia tripartita en grapa doble donde se marveliza un poco los relatos míticos de Thor. Unos comics interesantes y entretenidos porque el guionista ha conservado la rudeza, la crudeza y la celeridad en ir al grano de los relatos originales. Unos comics bien dibujados por varios dibujantes y sobre todo, bien coloreados, aunque leerlos seguidos resultan un poco pesado porque no es lo que queremos leer.
Por último el nº de este mes. El nº de A. Davis. Un buen nº donde este autor nos refresca la memoria haciéndonos recordar como se hacían las cosas en los viejos tiempos, en los buenos tiempos. Más de 3 viñetas por página, diálogos en todas y en cada una de ellas y un argumento sencillo, ingenuo y fantasioso pero muy bien desarrollado y contado, lo que no impide la espectacularidad y la acción, el dinamismo y la aventura, por lo que la lectura resulta muy grata, y así redime su absoluta intrascendencia. En definitiva un cómic sin pretensiones, que no mira atrás ni adelante, muy entretenido y sobre todo excelentemente dibujado por el maravilloso A. Davis, un tipo con un dominio absoluto de la anatomía y de la perspectiva. Un dibujo que a pesar de que ya no encandila como antes, pues lleva congelado en la excelencia una década y por tanto nos hemos, desgraciadamente, habituado a él, ha sabido modernizarse narrativamente (aunque eso no ha sido del todo bueno) y sigue dando sopas con onda a la gran mayoría de los dibujantes actuales.
En suma, esta 1º año deja buen sabor de boca porque a Stra le han salvado el culo unos fill ins muy bien hechos que, a diferencia de los nº regulares, sí dan lo que un cómic de superhéroes y un cómic de Thor ha de dar. Bueno, ahora viene de nuevo Stra, esperemos que por fin ponga los pies en la Tierra y deje de mamonear para ponerse a escribir guiones decentes que en vez de ofrecer expectativas ofrezca realidades.
Comentarios
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No estoy muy puesto en la actualidad pero creo que Stra aún no ha hecho nada para DC. Y no sabía que estaba parado Twelve. Menuda mierda de profesional.
Tienes toda la razón Lucas, que vuelvan los guionistas de comics ya!