Llevo queriendo escribir este post desde enero. Por fin he podido sentarme a ello. Prosigamos.
La 5ª parte de la 1ª edición de PDA comprende los tomos japoneses Hacedor de lluvia y Novia panzer (acorazada) y se publicó entre 1996 y 1997. Supone un nuevo ciclo en las aventuras de Alita pues a partir de aquí la prota abandona el Patio de los Desperdicios y sus secundarios asociados.
Al final del anterior tomo Alita quedó reducida a un brazo y una cabeza de modo que quedaba indefensa. Por eso las fuerzas de Tiphares, al inicio de Hacedor de lluvia, pudieron detenerla sin problemas por haber infligido la prohibición del Patio de poseer y usar armas de fuego. Este delito se castiga con la muerte pero es salvada de esta por Tiphares, en una escena que recuerda a la peli de Nikita (la de L. Bresson), porque quiere utilizarla como agente de superficie para encontrar a Desty Nova. Más bien como herramienta pues ve en ella un arma sin propietario. Alita acepta vender su alma al diablo (soy alguien que hizo un trato con Mefistófeles) a cambio de ser más fuerte y saber de Desty Nova. Tras esto hay una elipsis de 10 años, lo que confirma que estamos ante nuevo ciclo, que da paso a una historia con cierto aire de Spaguetti Western. Una historia simple y vulgar, pero con escenas de acción espectaculares, que, sin embargo, es importante porque introduce un personaje de carne y hueso, Figura 4 (curioso que un humano no cibernético tenga un nombre inhumano, hace referencia a una llave de lucha), y un movimiento rebelde de la superficie contra Tiphares. Estas dos cuestiones van a volver a humanizar Alita, que durante la elipsis ha conseguido hacer creer que es el Ángel de la Muerte, pues la pérdida de Ido y del resto de lo que era su vida en el Patio la habían convertido en una cruel asesina. No sé para qué nací. Me gusta la batalla. Mi cuerpo deja de ser una máquina y se convierte en parte de mí. Seguramente fui una pistola en mi vida anterior. En las peleas de este tomo vemos a Alita por primera vez disfrutando con la violencia. Kishiro la dibuja con cara de posesa o con una gran sonrisa de cruel regocijo. La breve y simple pero lograda historia La patria en Gunnm Gaiden other stories nos muestra a Alita como una psicópata automatizada. En fin, para escapar del dolor Alita se ha mecanizado (o vendido su alma). De lo que se trata es de no pensar. De que le den un objetivo. De ser una herramienta. Con Figura 4 recupera la capacidad de sentir y con la rebeldía de los de la superficie se sacude su servidumbre ciega a Tiphares. El tema de esta historia es la Libertad. Alita había llegado a la conclusión que sólo se puede ser libre estando sola y siendo fuerte, Figura 4 le enseña que es tomar el timón de tu vida. Dejar de ser un siervo, tomar decisiones y autocontrolarse. De esta manera se paraleliza la servidumbre de la superficie con la de Alita de tal modo que la rebeldía de la 1º despierta en la 2º el deseo de librarse del control de Tiphares. Tras 10 años obedenciéndola Alita la desobedece impresionada por Figura 4. Esta historia termina en un callejón sin salida pues retira a Alita de la circulación así que Kishiro se ve obligado a hacer una nueva elipsis para dirigir las aventuras de su creación hacia donde realmente quiere.
Estamos ante un nuevo reinicio. Alita abandona la comunidad humana idílica de Alhambra donde ha vivido un breve tiempo indeterminado junto a su amante Figura 4 para buscar a Ido de quien se había enterado en la anterior historia que había resucitado. Al volver a salir a la realidad, al retornar al camino, al proseguir su viaje, vuelve a aparecer Tiphares (ahora por 1ª vez vemos su interior, un paraíso urbanizado). Esta vez se aproxima de forma cordial y no autoritaria y chantajista. Por eso ahora su enlace tifareano no es el hombre tiránico y cruel del anterior tomo (Biggot Eizenburg, ciudad de hierro en alemán) sino una tierna joven, Lou Collins (hasta ahora todas las relaciones de Alita han sido con hombres). Ahora la relación entre Tiphares y su agente va a ser más igualitaria y cordial. Collins dibuja a Alita como independiente, tozuda, soberbia, tímida, impulsiva y rebelde. Cuando contactan nos enteramos de que la prota acaba de concluir un proceso contemplativo. El primero. Alita cuenta un momento de instrospección muy oriental, pues la contemplación se ha hecho mirando el cielo hasta fundirse con él. Mi cuerpo estalló en pedazos y mi corazón abandonado ascendió a los cielos acelerándose [...] ya no era Alita sino una con el azul celeste. Este momento de fusión, meta del budismo, ya lo vimos en Yosugan y anuncia el cercano cierre en falso de la serie, lleva al éxtasis: durante un par de segundos u horas, no lo sé, experimenté algo extraño y maravilloso. Un pequeño momento de nirvana. Un momento de compresión que para la filosofía oriental no es nunca la culminación de un proceso racional sino intuitivo tras la adquisición de la sabiduría suficiente. Una iluminación que, evidentemente lo cambia todo, ahora lo sé. Nada en esta vida carece de significado! Este descubrimiento tiene lugar en una splash page en la que tras Alita aparecen difuminados todos los pjs importantes de la serie incluido los "villanos": Makako, Zapan y Cabeza Hueca (el antagonista de la historia anterior que cumplía el papel de reflejo de Alita como cruel asesina). Ya habíamos dicho que en esta serie los malos no son el Mal, son antagonistas porque no han podido soportar los traumas por los que pasa Alita en las historias. Son los monstruos tradicionales que representan las fuerzas negativas interiores que tenemos que superar para madurar o, dicho de forma mística, para progresar en la vía hacia la transcendencia. De este modo no son villanos sino una especie de mentores o maestros negativos. De modo que pertenecen al mismo grupo que Hugo y Yasugan. En el budismo no hay Mal de modo que incluso los malos son ángeles (palabra que no es una traducción exacta) al morir. Tras ese momento aparece Desty Nova oculto en unos ninjas robóticos, inspirados en los que salen en Elektra lives again, que le dice que si quiere ver a Ido debe acabar con Den (eléctrico), el gigantesco centauro lancero de acero que es líder de los rebeldes de la superficie, los Barjack, por tanto objetivo también de Tiphares, que aparece por fin pero como un samurái con un casco de un solo cuerno de modo que parece un demonio y no como se le había descrito. En este momento reaparece Koyomi, la bebé de la 1ª historia. Muchos acontecimientos que explican el cambio de Alita: siento la existencia de gente [...] y quiero protegerla. Ese debe ser el objetivo de todas mis habilidades. La prota, al haber aceptado el Cosmos, ha cuajado en heroína. En la historia aparece también Kaos, el hijo de Desty Nova. Frágil y albino con los sentidos alterados atormentado, infantil, romántico y guapo. Un pj volcado en el pasado, un "arqueólogo", por lo que contrasta con el resto de los pjs. Por eso no extraña que quiera relacionarse con el presente sólo de forma espiritual (es un radioaficionado). Es un pj inspirado en el album musical de R. Waters Radio KAOS. Este tipo protagoniza el 1º momento erótico de la serie. Si bien con Figura 4 el combate había alegorizado el acto sexual, aquí, la escena en la que Kaos repara el cuerpo roto de Alita es indudablemente erótica. Inconsciente durante la reparación Alita fantasea con que es Ido quien la arregla. Complejo de Elektra? Alita emerge plenamente consciente de que puede reparar un mundo fracturado. Como el único habitante de la superficie conectado con Tiphares puede servir como mediador entre los habitantes de la superficie y los de esa ciudad. Alita está superando la violencia. Mientras que esta persigue la conciliación, el Barjack persigue derribar el cielo, esto es acabar con Tiphares, pero su plan es derribarla para que su caída provoque un cataclismo que destruya todo lo que tiene que ver con ella (fundamentalmente el Patio de los Desperdicios). Llega un día en que el hijo debe matar al padre, el súbdito al gobernante, el hombre a dios. Es necesario para caminar con el propio pie. Aquí se combinan dos temas importantes de la obra, la consecución de la independencia y la metáfora celestial que es Tiphares. Por tanto el duelo entre Alita y Den, como centauro, es inevitable. Como contra Zapan Alita lucha por salvar el Patio, pero Den es un oponente demasiado duro para ella así que usa a Tiphares para derrotarle. Escuchad pueblo de Tiphares [...] mi voz representa la ira de los habitantes de superficie que sufrieron y murieron sirviendo a las fábricas tifareanas para preservar vuestros lujos. Toda la desolación y la ruina de la superficie. Toda la ira y la tristeza. Todo ha sido por Tiphares (unas frases que muchos obreros del Tercer Mundo firmarían). Así pues Den no es otro villano sino otro mentor, enseña a Alita como no debe ser el héroe salvador de una comunidad. Lo malo de Den es que pretende matar a inocentes por una causa justa. Por eso y porque representa la ira tiene aspecto demoniaco. Koyomi se interpone impidiendo su ejecución así que el conflicto se pospone. Si los que viven en Tiphares son personas y no dioses entonces este mundo tiene que cambiar! Por eso aún queda un duelo. El de Kaos y Alita, pues resulta que el 1º es la otra personalidad de Den, de modo que en verdad este era un robot dirigido por control remoto. En este duelo volvemos a ver lo que ha cambiado Alita pues ahora tiene miedo a morir, un pecado para el guerrero oriental pues es una debilidad ya que eso le impide a hacer lo que sea por vencer. El cambio se ha operado porque Alita en la anterior tomo ganó algo, Ido y Figura 4. Al igual que en la anterior historia, el final es pasado por agua sin embargo no hay ninguna conclusión.
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