Ya ha terminado la breve incursión de Ellis en los Thunderbolts, la colección que era el máximo exponente de la forma tradicional marvelita de hacer las cosas. Después de Ellis, eso esta más que finiquitado.
Eso y otras cosas es lo que ha traído la revolución de la cole planificada por la editorial y llevada a cabo, de forma muy mercenaria, por Ellis. Una revolución que en mi opinión ha traído tantas cosas buenas como malas, lo que hace que no pueda decir de esta mini etapa que ha sido buena o mala.
Ya en su momento cuestioné la validez de contratar a Ellis. Es una cuestión de mentalidad por supuesto. Yo jamás contrataría a nadie para hacer un trabajo que no le gusta e incluso odia por muy bueno que sea en eso. No le veo el sentido a traer a un tipo que si pudiera acabaría con los superhéroes, para encargarse de una cole regular, es decir, con vocación de perpetuarse en el tiempo, de estos. El resultado de esta maniobra era, por tanto, previsible.
Ya en su momento cuestioné la validez de contratar a Ellis. Es una cuestión de mentalidad por supuesto. Yo jamás contrataría a nadie para hacer un trabajo que no le gusta e incluso odia por muy bueno que sea en eso. No le veo el sentido a traer a un tipo que si pudiera acabaría con los superhéroes, para encargarse de una cole regular, es decir, con vocación de perpetuarse en el tiempo, de estos. El resultado de esta maniobra era, por tanto, previsible.
Primero tengo que decir que la cole me ha entretenido y divertido mucho. Que tenía ciertas ganas de que empezase el mes para poder leer la nueva entrega, cosa que cada vez me ocurre menos a menudo con este género. Pero era más porque Ellis es un gran guionista, sabe dialogar, desarrollar una historia y darle espectacularidad como pocos hoy en día, que por como estaba cumpliendo las órdenes de como debían ser los Thunderbolts postCW.
Para cumplir estas órdenes (los Thunderbolts debían ser el típico, y gastado ya, cliché de psicosociópatas al servicio del gobierno) y hacer las cosas a su gusto, Ellis acabó con todos los santos y señas de la cole, con su espíritu. Lo primero y principal es que acabó con el mirar y respetar la continuidad. Vale que en la serie han aparecido un montón de pjs que no eran más que extras con frase, pero eso ha sido más porque con CW casi todo el mundo esta en la ZN que por emular a Busiek y Nicieza rescatando a gente olvidada de los 70 y 80. Pero lo más grave de esta línea de actuación ha sido cargarse la propia continuidad de la serie. La serie desde el principio fue un esfuerzo por parte de Busiek y Nicieza de dotar de profundidad y singularidad a unos villanos que eran meros clichés o simples piñatas con uniforme. Con Ellis todo ese esfuerzo, las personalidades de los pjs que costó números edificar, ha sido arrojado a la basura. Con Ellis los pjs pasaron a ser estereotipos de lo más típicos y planos, y eso para mi ha sido lo más grave. Ver como los pjs perdían sus ideosincrasia, sobre todo los que eran Thunderbolts (Pájaro Cantor, Piedra Lunar y Espadachín) ha sido triste. Pero además de esta desnaturalización, esta que los Thunderbolts han sido eclipsados por Osborn en su propia serie! Por todo esto, la revolución ordenada por la editorial me ha parecido que se ha pasado y que ha de ser ajustada o la cole dejará de ser interesante o acabará cambiando de título y los Thunderbolts pasaran a ser unos secundarios de esta.
Además de esta desnaturalización, el trabajo de Ellis se ha caracterizado por ser insustancial. Sus 9 números han sido un ejemplar descompresive storytelling. Lo que nos ha contado Ellis ha sido muy poco y además, exceptuando a Penitencia y Osborn, los pjs han aparecido bastante poco. Por eso, aunque la lectura ha sido divertida, interesante y espectacular y Ellis ha cumplido muy bien su misión de revolucionar la serie, el resultado es bastante insatisfactorio porque esos números prácticamente sólo tienen el valor de una primera lectura, ya que nadie se esperaba un cambio tan radical ni se podía deducir a donde iba la serie. Ahora sólo queda un cómic palomitero de esos que ya no se disfrutan mucho en siguientes lecturas porque los fuegos de artificio sólo funcionan una sola vez.
Acompañando a Ellis ha estado Deodato, un dibujante tan inteligente como malo. Deodato es un dibujante pésimo, no domina nada, ni la anatomía, ni la perspectiva, ni la composición, ni la narrativa, ni las proporciones, ni nada. Es difícil encontrar a un tipo tan malo hoy en día, quizás Finch. Pero todo esto casi lo compensa por completo con su inteligencia. Se ha dado cuenta de que lo importante hoy en Marvel es la apariencia, resultar espectacular o molón a simple vista, lo demás, ni para la editorial ni para el aficionado medio (parece ser), tiene importancia Así que para conseguir eso, teniendo en cuenta su nulidad como dibujante, ha dado con el Tenebrismo. Me ha parecido una maniobra muy inteligente porque con el Tenebrismo (uno de los estilos del Barroco que consistió en pintar los cuadros con un gran contraste de luz) mataba 2 pájaros de un tiro y además obtenía extras. Llenando de sombras sus viñetas ocultaba su falta de capacidad dibujística y resultaba espectacular y como extras conseguía ese efecto realista hoy tan de moda (algo que también estaba detrás del barroco tenebrista) y conseguía tener un estilo muy singular, lo cual siempre viene muy bien para medrar en un mercado competitivo e industrial. El resultado de su trabajo es un poco como el de Ellis, tan malo como bueno. Su dibujo es horrible e ilegible porque al no saber de anatomía y perspectiva nunca sabes como leer las viñetas, quién esta detrás de quién? a x le han dado una paliza de muerte o simplemente es que Deodato no sabe dibujar? pero consigue siempre hacer visualmente espectacular lo ideado por Ellis y de vez en cuando se monta una brillante narrativa. De todas formas, realmente a Deodato lo que le pasa es que tiene mucha suerte, porque realmente es el colorista, Beredo, el artífice de que el aspecto visual de la cole sea tan bueno, realista y espectacular. Él es el que con el color ha maquillado las figuras rotas y hecho funcionar el tenebrismo de Deodato.
Así pues, para mí, aunque la revolución era necesaria, se ha pasado por ser tan expeditiva destruyendo todo lo anterior y opacando lo poco que decidió conservar y, aunque Ellis y Deodato-Beredo hacen un trabajo estimable haciendo que los Thunderbolts sean por primera vez espectaculares y, desde hace años, interesantes de leer, han estupidizado la cole y nos han dejado unas páginas horribles. Así pues, aunque yo he disfrutado (y en esto ha sido muy importante que sólo hayan sido 9 números) no me ha parecido bien el trabajo de estos autores y pienso que los mimbres que dejan para el futuro no sólo no son sólidos, sino que estan envenenados. Aunque también deja las cosas bastante fáciles para continuar la serie, ya que en estos 9 números los Thunderbolts han vuelto a la casilla de salida, porque lo que realmente ha sido la etapa Ellis es un reboot en toda regla.
Comentarios
EL título y la numeración es la de los Thunderbolts pero esta serie bien podría haberse titulado "Los Mercenarios", "Los psicópatas del gobierno" y no habría poasado nada.
Para mi esto es una miniserie encubierta de Ellis y Deodato sobre un grupo de villanos Marvel . A mi me gustó. Siempre hay algo en los comics de Ellis que me parece hace que valga la pena haberlos comprado.
Saludos.